Asia

11 abril, 2018

India: un fallo de la Corte desata protestas de las castas más bajas

Las protestas masivas de las castas y tribus enlistadas en contra de un fallo de la Corte Suprema desencadenaron algunos hechos de violencia, tanto por parte de la policía como de manifestantes. Mientras que la prensa tradicional puso el foco en las muertes, desde Notas contamos lo que está en el fondo del debate.

En numerosos Estados de la India se realizaron protestas contra de un fallo de la Corte Suprema que se considera diluye la ley sobre los crímenes hacia las castas más bajas y tribus enlistadas.

En los medios locales se conoce como bharat bandh a las protestas que abarcan a todo el territorio nacional. Barath es como se llama a la India en hindi, bandh es una forma de protesta similar a un paro general que puede ser organizado por un partido político o una comunidad. Implica cortes de rutas y caminos, cierre de locales comerciales, se espera que las personas se queden en sus casas y no vayan a trabajar, puede incluir la quema de automóviles particulares, el cierre forzado de locales comerciales, represión policial y enfrentamiento entre diversos grupos tanto organizadores como opositores a la medida.

En este caso todo comenzó a principios de abril como un barath bandh de castas más bajas. Luego se vio no sólo la represión policial si no castas más altas manifestándose en contra de la política de cupos que favorece a las castas y tribus enlistadas. Se viralizó un video de una persona de casta alta (Raja Chauhan) disparando hacia la multitud de quienes marchaban por una ley que aumenta su vulnerabilidad.

En algunos Estados como Delhi, las protestas se realizaron pacíficamente. Si bien tuvo alcance nacional para la prensa internacional tomaron notoriedad aquellos Estados en donde se produjeron asesinatos tanto de la comunidad dalit, como de policías (estos últimos en menor medida).

Rompiendo mitos sobre las castas

La vigencia del sistema de castas es un tema que siempre conlleva debate. Sin embargo, nadie discutiría sobre la vigencia de la discriminación en base a la casta. Para comprender un poco de qué se trata el asunto es necesario tener en cuenta algunos datos.

El sistema de castas suele describirse como una forma de “ordenar” jerarquicamente a la sociedad en estratos a los que las personas pertenecen desde su nacimiento. Este orden estaría asociado a la ocupación, la que se transmitiría hereditariamente; es decir en casa de herrero, el hijo también será herrero. Así, nos llega la imagen de una pirámide que tiene en la parte superior a los brahmanes (la casta relacionada a la religión), luego los kshastriyas (guerreros), los vaishyas (comerciantes), los shudras (campesinos y trabajadores) y por fuera del esquema los intocables (hoy llamados dalits).

protesta dalit bbc 1
Protesta dalit. Fuente: BBC

Esta simplificación del sistema de castas oculta una gran diferencia entre lo que son las varnas, grandes estratos como los que se mencionan arriba, y los jatis, que son los grupos que comparten no sólo una ocupación si no también ciertos códigos de alimentación, a veces prácticas endogámicas, etc. El sistema de castas como tal, nunca estuvo vigente en todo el territorio de la India. Hoy la gente puede conocer su jati y no su varna.

Antes de mediados del siglo XIX, era una identidad no tan relevante en algunos lugares e incluso algo que podría llevar a conflicto entre castas y al ascenso grupal de ciertos jatis. Cuando los ingleses, dominando el territorio del subcontinente indio, comenzaron con los censos poblacionales, notaron que ciertas personas no conocían su casta; no era importante para ellos. Pero en esa tarea de clasificar a la población se volvió importante.

Tanto para gozar de cierta protección contra la discriminación como para poder beneficiarse con los cupos establecidos para ingresar en instituciones educativas como en puesto de trabajo en el sector público, en la Constitución nacional india se hace referencia a las tribus y castas enlistadas. Eso significa que desde el Estado, siguiendo determinados criterios, se confeccionaron listas de quienes son las castas y tribus en peores condiciones sociales. La prensa suele traducir esto como dalits (los antes llamados intocables) pero es más abarcativo.

Al referirnos a la discriminación en base a castas, se suele hablar de la intocabilidad. Esta práctica de segregación está basada en que quienes realizan tareas vinculadas a la suciedad, a la impureza, etc, no deben “tocar” al resto de las personas. No se trata sólo del contacto físico directo, sino también de tomar agua del mismo pozo, del mismo vaso, preparar la comida, estar en el mismo templo, que la sombra de un intocable se refleje por donde otros no-intocables caminan y así.

Sucede que en las metrópolis, es casi imposible de practicar la intocabilidad. Sucede también que existen cupos para que los dalits puedan acceder a las escuelas y universidades así como a puestos de empleo público. Ya son varias generaciones que han tenido la oportunidad de graduarse, de tener un trabajo estable y bien pago. En esos caso, la discriminación toma otras formas. “Los conflictos aumentan cuando las condiciones sociales para los dalits están siendo un poco mejores”, dijo el vice rector de la Universidad de Ashoka, a la BCC.

La polémica por el fallo

La ley de prevención de atrocidades hacia castas y tribus enlistadas de 1989 permitía detenciones automáticas, limitaba fuertemente el uso de fianzas y estipula el registro automático de las causas penales contra cualquier persona acusada de cometer un delito hacia estos sectores.

Para evitar que las denuncias fueran ignoradas, preveía la posibilidad de acusar por negligencia a los funcionarios públicos. Algunos de ellos al pertenecer a las castas que eran acusadas de discriminación, se negaban a registrar los casos. En 2015 la ley fue enmendada para cubrir nuevas formas de discriminación.

La Corte consideró que la ley estaba siendo utilizada abusivamente señalando que entre el 15% y el 16% de las quejas presentadas en 2015 eran falsas. Fue por ello que detuvo la detención y registro automáticos, estableciendo que antes de tomar cualquier medida la policía deberá realizar una investigación preliminar dentro de los siete días del supuesto incidente. A su vez, los arrestos deberán ser aprobados por los oficiales superiores de policía.

Quiénes se movilizaron en contra del fallo consideran que este diluye el espíritu de la ley permitiendo que las denuncias sean ignoradas, generando así un clima de impunidad hacia los crímenes contras las castas y tribus más bajas.

El 3 de abril la Corte Suprema se comprometió a revisar su fallo en el plazo de 10 días. A la fecha continúan los enfrentamientos no sólo entre manifestantes y la polícia si no que las castas más altas en algunos Estados han comenzado a protestar también pero en contra de la ley de cupos.

Lucía Ibarra – @pichi_ibarra

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