23 marzo, 2018
Desmenuzando el PBI del macrismo
El INDEC difundió los datos del PBI en 2017, que cerró con un crecimiento del 2,9%. También se conocieron las estadísticas sobre el sector externo, mientras el Banco Central continua interviniendo en las ruedas cambiarias.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que la economía creció en 2017 un 2,9% y corrigió al alza el resultado del año anterior, que pasó de -2,2% a -1,8%.
El hecho de que se haya crecido por debajo del 3% evitó gatillar el pago del cupón PBI. Este último en un instrumento financiero, diseñado a partir de la reapertura de negociación de la deuda externa argentina en el año 2005, y conlleva que alcanzado un determinado nivel de crecimiento anual se debe pagar a los tenedores el 5% del excedente del crecimiento, hasta el año 2035.
Por otra parte, el crecimiento del último trimestre del año, en comparación al mismo periodo del año anterior, fue del 3,9%.
Es preciso recordar que la lectura de estos datos se hacen en contraste con el primer año de gestión de Cambiemos, donde todas las variables económicas mostraron un muy mal desempeño.
Analizando la evolución del producto durante 2017, es para destacar dentro de la demanda global, el crecimiento de la formación bruta de capital fijo (11,3%), del consumo privado (3,6%) y del consumo público (2%). El elemento restante de la demanda global, las exportaciones, aumentaron apenas el 0,4%.
Dentro de la formación bruta de capital fijo lideraron la suba maquinaria y equipo (13,9%) y construcciones (12,4%). Sin embargo, dentro de maquinaria y equipo mientras el componente importado creció un 19,8%, el componente nacional lo hizo en 4,9%. Una situación análoga se replica en equipo de transporte (2,9%): los importados crecieron un 11,3% y los nacionales cayeron un 4,5%.
Un análisis del producto según el valor agregado de cada sector económico nos permite observar que entre los que crecieron se destacaron: pesca (14,3%), construcción (10,4%) e intermediación financiera (5,1%). En sentido contrario se ubicaron: explotación de minas y canteras (-3,4%), electricidad, gas y agua (-1,1%) y hogares privados con servicio domésticos (-0,6%). En el agregado, 13 de 16 sectores crecieron en comparación con el año 2016.
El crecimiento de 2017 significó el mejor alza desde el año 2011 y dejó un importante arrastre estadístico para el año en curso, en el cual la pérdida de una parte significativa de la cosecha por las inundaciones y el freno a la obra pública, llevaron en los últimos meses a una revisión a la baja, por parte de los consultores, sobre las expectativas de crecimiento para 2018.
Elaboración propia en base a datos del INDEC
A la par de estas novedades informadas por el INDEC sobre las cuentas nacionales, el instituto también dio a conocer los resultados de la balanza de pagos y la deuda externa.
El dato más importante es el déficit de cuenta corriente, superior a los ocho mil millones de dólares para el cuarto trimestre de 2017. Con esta información, ese indicador representa en la actualidad el 5% del PBI.
Dentro de las exportaciones, el mejor desempeño corrió por cuenta de las manufacturas de origen industrial, mientras el peor desempeño lo anotaron las manufacturas de origen agropecuario.
En el mismo periodo de tiempo el stock de deuda externa bruta total fue de casi 233 mil millones de dólares, 15 mil millones más que el trimestre anterior, un aumento debido a emisiones del gobierno y el Banco Central.
Para fines de 2017, el 61% de la deuda externa le corresponde al gobierno, el 8% al Banco Central, el 3% a las sociedades captadoras de depósitos, el 1% a otras sociedades financieras y el 27% a otros sectores.
De dólares y Lebacs
En la misma semana que se conocieron estos datos, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) enfrentó una nueva licitación de Lebacs, donde renovó 450 mil millones de pesos de los 526 que vencían, aumentando el circulante en 87 mil millones. La tasa para las letras más cortas, a 35 días, fue del 26,5%, convalidando lo que venía ocurriendo en el mercado secundario.
El dato sobresaliente de la licitación fue la decisión de la autoridad monetaria de no licitar más letras a siete y nueve meses, con el plazo más largo quedando en cinco meses.
Desde la institución que conduce Federico Sturzenegger indicaron que “el BCRA decidió este cambio a fin de enfocarse en aquellos plazos que muestran una liquidez suficiente”. Sin embargo, de fondo resuena la interna que el ex funcionario del gobierno de la Alianza mantiene con sus pares del gabinete nacional. La restricción a volver a implementar una suba de tasas, por el efecto contractivo que la misma tiene en la economía, lo obliga a enfocarse en colocaciones de menor plazo.
Mientras tanto, la autoridad monetaria también debió hacer frente a la escalada del dólar, con un precio que el gobierno parece querer entre los $20 y $21. Durante el mes de marzo, el Central lleva colocados alrededor de 1500 millones de dólares, contando con la de este jueves, cinco intervenciones consecutivas.
Los objetivos de política macroeconómica con paritarias de por medio, el pase a precios del aumento de la divisa y la presión de los grupos exportadores, terminan por configurar el panorama de la disputa por uno de los precios relativos de la economía argentina.
Leandro Navarro – @navarro_lean
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