23 febrero, 2018
La legalización del aborto y la cuarta ola feminista
Por Diana Broggi y Fernanda Fernández. Este viernes las feministas desayunamos con una serie de notas periodísticas que anunciaban “la luz verde” por parte del presidente Macri para el debate en torno al aborto en el Congreso y generó una serie de especulaciones de todo tipo acerca de las “chances” reales de que se legalice en Argentina.

Por Diana Broggi* y Fernanda Fernández**. Este viernes las feministas desayunamos con una serie de notas periodísticas que anunciaban “la luz verde” por parte del presidente Macri para el debate en torno al aborto en el Congreso. Una noticia que rápidamente se difundió en distintos medios y generó una serie de especulaciones de todo tipo acerca de las “chances” reales de que se legalice en Argentina.
Desayunamos contradicción y desafio
Las últimas semanas vienen siendo agitadas en el marco de la cuarta ola feminista, y uno de los temas que se ha instalado en la agenda mediática de nuestro país de forma contundente es el referido al aborto, generando una marea de pronunciamientos y discusión masiva. Luego de que en Intrusos “se abriera el debate” promovido por un Jorge Rial con el pañuelo verde, se generó un efecto dominó a partir del cual la mayor parte de la gente se sintió interpelada y necesitando expresar una posición desde la cual pararse.
En ese sentido, la masividad del “pañuelazo” del pasado lunes 19 frente al Congreso no fue un dato mas, todas las que estuvimos allí pudimos notar el salto cuantitativo y cualitativo de la convocatoria, reuniendo un componente amplio en cuanto los distintos sectores sociales, así como en lo que hace a la variable generacional. El lunes se confirmó cuanto ha ganado el feminismo, en tanto cientos de jóvenes levantaban el pañuelo y se acercaban a la Plaza Congreso sumadas genuinamente al activismo de la legalización del aborto.
Resulta evidente que estamos frente al avance del movimiento de mujeres y feminista, que nuestras reivindicaciones y demandas se están haciendo oír con fuerza, y que la legitimidad ganada nos supone grandes desafíos en la materialidad de las conquistas.
En este punto nos toca preguntarnos: ¿Cómo interpretamos el hecho de que (como tituló Clarín) “el Gobierno nacional no ponga obstáculos al tratamiento este año en el Congreso de un proyecto de ley para legalizar el aborto, y además dará ‘libertad de conciencia’ a los legisladores de Cambiemos para que voten de acuerdo con sus convicciones”?
La contradicción tiene que ver en primer lugar con percibir algo de utilitarismo por parte del macrismo y una propuesta motivada más por las encuestas y el marketing que por la voluntad real y política de defender derechos o crear condiciones de igualdad.
No es una novedad que el gobierno pueda o intente absorber las demandas del movimiento de mujeres y feminista, y en este caso es necesario esclarecer cuanto se trata de un avance del movimiento y cuanto es necesario cualificar en el debate para que la legalización del aborto como tema de salud no sea disociado de cuestiones estructurales como el vaciamiento del sistema público y la implementación de la Cobertura Universal de Salud (CUS), o el desmantelamiento de muchos programas y políticas vinculados a la salud sexual y reproductiva por ejemplo.
Legalizar el aborto es debatir el acceso a la salud pública, es garantizar las condiciones, es enfrentar el poder de la Iglesia Catolica y el sentido común reaccionario y de derecha que aun habita en sectores no menores de nuestra sociedad.
Ganamos las calles y las teles, ganemos en el Congreso
Pero sabemos que antes de las declaraciones de Macri, hay una lucha histórica del movimiento de mujeres y feminista ubicando la demanda como una causa justa y bajo una perspectiva de derechos humanos que nos permita decidir sobre nuestros cuerpos, sin ser criminalizadas o penalizadas por ello. También se trata de legalizar y esto implica la responsabilidad directa del Estado, reconociendo las estadísticas actuales de muerte por gestación que deben ser traducidas en políticas públicas integrales que abarquen desde un primer momento los sectores de salud como forma preventiva y paliativa, pero también el acceso a la justicia, seguridad y sobre todo educación.
Nos conmociona, nos alerta, pero no nos paraliza el debate que el gobierno impulse este proyecto de Ley. Es parte de una lucha legislativa que viene hace 13 años impulsada por diferentes integrantes de un amplio arco político nucleado en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que busca desde la Cámara de diputados y diputadas reflejar la necesidad de sacar de la clandestinidad y la desidia al aborto ya que marca una realidad que se complejiza hacia el interior de la Argentina por las desigualdades latentes.
Debates más, debates menos, fueron más de 70 firmas de diputados/as las que reunió la última presentación del proyecto en el año 2016. En este 2018 el proyecto perderá estado parlamentario y actualmente con el peso de la presión social se espera un apoyo masivo a la presentación nuevamente del proyecto este próximo 6 de marzo.
La legalización del aborto será nuestra conquista y no la de un gobierno neoliberal que feminiza la pobreza y golpea sobre nuestros cuerpos. Nosotras hemos ganado las calles, las teles y vamos a ganar también en el Congreso.
Este 8 de marzo nos preparamos para hacer un gran paro internacional de mujeres y conquistar las calles con todo, porque nadie nos regaló ningún derecho y seguiremos transformando el mundo por y para nosotras.
* Licenciada en Psicología y referenta de Mala Junta – Patria Grande
** Militante de Mala Junta Patria Grande Tucuman y Articulante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito
Foto: Bárbara Leiva
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