Nacionales

8 febrero, 2018

Horacio Verbitsky: «El gobierno está preocupado y confundido»

El periodista y escritor Horacio Verbitsky analizó en diálogo con FM La Patriada los hechos recientes en torno a la política de Seguridad con eje en el caso Chocobar y las consecuencias que esto está teniendo socialmente y desde la perspectiva gubernamental.

El periodista y escritor Horacio Verbitsky analizó en diálogo con FM La Patriada los hechos recientes en torno a la política de seguridad con eje en el caso Chocobar y las consecuencias que esto está teniendo socialmente y desde la perspectiva gubernamental.

– En los últimos días el gobierno realizó gestos y declaraciones en relación a la política de seguridad. Mauricio Macri recibió al policía Luis Oscar Chocobar, la ministra Patricia Bullrich habló de cambiar el paradigma policial avalando el gatillo fácil, hubo un tiroteo en pleno microcentro porteño, ¿cómo analiza estos hechos?

– Me parece que el gobierno está muy preocupado y muy confundido a raíz de todas las cosas que pasaron después de las elecciones de octubre y está tratando de hacer pie en una arena movediza que se le está escurriendo debajo de los pies. Anda a tontas y a locas haciendo cosas cada vez más peligrosas.

Después de la elección donde tuvieron un resultado aceptable vino la situación del submarino ARA San Juan, el episodio del ministro que pagaba «en negro» a una empleada y usaba fondos públicos, los tarifazos, la corrida del dólar, los aumentos de la tasa de interés internacional que borraron el efecto electoral. Todo eso tiene muy preocupado al gobierno.

Frente a eso hay algunas reacciones inocuas como la fumigación antifamiliares en los ministerios. Eso es simpático, cae bien y no tiene mayor costo.

Ahora lo del policía Chocobar ya entra en otra categoría. Es un muchacho con poco entrenamiento que le tiró por la espalda a un pibe que corría desarmado después de cometer un robo. Es un fusilamiento por la espalda que está filmado.

Chocobar mintió, dijo que el otro estaba armado. Además le metió un tiro en la pierna y después, en vez de reducirlo, lo ejecutó con varios disparos más.

– ¿No te parece que están doblando la apuesta todo el tiempo? Si vieron el video donde queda claro que fue un fusilamiento, ¿no deberían haber bajado un cambio?

– Eso es coherente con su posición. Ya habían ocurrido dos episodios anteriores de similar gravedad: la muerte de Santiago Maldonado en Chubut, ahogado muerto de frío durante un operativo ilegal de la Gendarmería; y la muerte por la espalda a manos de la Prefectura de Rafael Nahuel.

Son episodios equivalentes y en esos casos también el presidente, la vicepresidenta y la ministra habían respaldado el accionar ilegal de los efectivos policiales.

Entonces es coherente pero una cosa es cuando esto ocurre en un río de Chubut o en un cerro de Bariloche y otra cosa es cuando ocurre en La Boca. Tienen efectos sociales y políticos totalmente distintos.

A su vez se encadenan con otros hechos como el que sucedió en el barrio de Tribunales donde efectivos policiales dispararon por lo menos cien balas de plomo entre centenares de personas a las dos de la tarde. De milagro solo hirieron a una jueza y a un empleado judicial y le acertaron a uno de los que se escapaban. Podría haber sido una masacre con diez muertos.

Y ahora viene el anuncio de que van a formar una fuerza militar de despliegue rápido para dar apoyo logístico en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Terrorismo que no existe entonces lo inventan con complicidad de la inteligencia chilena que está siendo investigada por la Justicia de su país porque se ha comprobado que han falseado grabaciones e insertado en comunicaciones de Whatsapp conversaciones falsas para incriminar a grupos que ellos consideran terroristas.

– ¿Y creés que esto está teniendo consecuencias a nivel social? ¿El gobierno paga algún costo por esto?

– Se va haciendo un encadenamiento de cosas cada vez más peligrosas que tienen que ver con esta desesperación del gobierno que ve que los efectos positivos que obtuvieron en la elección se disipan. Además pasan cosas que antes no pasaban.

Que en Humahuaca, que es un lugar muy pequeño, se hayan juntado varios centenares de personas -que no eran de ninguna organización política- para gritarle que se vaya al presidente y al gobernador de la provincia. Que en la cancha de San Lorenzo 45 mil personas hayan cantado a coro contra el presidente, son novedades.

Esto no quiere decir que sea irreversible o que esté en una pendiente sin regreso. Hay que ver como evoluciona, pero es un hecho nuevo.

Lo que había hasta ahora era movilizaciones organizadas, de expresión de repudio a una política.

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