10 enero, 2018
Delegado de Fanazul: «Este conflicto va a dar para largo y va a ser durísimo»
Omar Menchaca, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en la planta de Fabricaciones Militares de Azul dialogó con «Maldita Suerte» por FM La Patriada para hablar de la situación de los más de 200 despidos y cómo impacta el cierre de la empresa en la economía local.

Omar Menchaca, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en la planta de Fabricaciones Militares de Azul dialogó con «Maldita Suerte» por FM La Patriada para hablar de la situación de los más de 200 despidos y cómo impacta el cierre de la empresa en la economía local.
– ¿Cómo está la situación ahora en Azul?
– Este miércoles a la mañana levantamos los cortes en las rutas 3 y 226 que duraron 24 horas. Además hicimos cortes parciales que duraron hasta las 20 hs del martes en la ruta 51 y la provincial 60.
Nos gustaría no estar hablando de esto ni haciendo los cortes, deberíamos estar trabajando. Pero bueno, además de la gente de la ciudad, fue notable la cantidad de choferes de camiones que vinieron a darnos su apoyo. Todo se desarrolló pacíficamente. No hubo discusiones. Más bien al contrario, hubo apoyo de casi toda la gente.
– ¿Ustedes ahora están acampando frente al Municipio?
– Exactamente, levantamos los cortes y nos vinimos para acá donde nos vamos a quedar hasta que tengamos noticias favorables. Hay una reunión que quedó postergada para esta semana que seguramente sea este jueves o viernes con el interventor Luis Rivas.
La semana pasada ya nos reunimos con él y también estuvo el intendente, concejales y un cura que ahora está en Bolívar pero fue de Azul muchos años. El objetivo es destrabar este conflicto que creo que va a dar para largo y ser durísimo.
– ¿Qué les dice a ustedes el interventor?
– Para nosotros es un cuatro de copas porque cumple órdenes del ministro de Defensa, Oscar Aguad, o de Mauricio Macri y nos transmite lo que le mandan a decir. Por eso esperamos que esto cambie.
Creemos que como Aguad es cordobés ha defendido las fábricas de Villa María y Río Tercero. Pero la de Villa María hace menos que nosotros inclusive.
Y otra cosa, más allá de los despidos: nosotros hicimos una denuncia ante el fuero federal porque en la fábrica de Azul sigue habiendo 200 mil kilos de dinamita, siguen estando los reactores de la planta de TNT cargados y si llega a pasar algo se tiene que hacer responsable Rivas y sus superiores.
– ¿Quién custodia hoy eso?
– Hay cuatro o cinco ingenieros pero que no están a la altura de las circunstancias. Si hay un incendio no lo van a poder apagar. Fanazul está a 35 kilómetros de la ciudad, entonces hasta que llamen a los bomberos y lleguen puede ser un desastre.
También hicimos una denuncia cuando todavía estábamos trabajando ahí porque dos policías se metieron en la prensa de dinamita diciendo que estaban buscando agua. Después estaban con un calentador cerca de los polvorines. Esto que está sucediendo es insólito y esta gente, aparte de no tener corazón, no tienen conciencia de nada.
– Antes de que comenzaran los despidos, ¿la fábrica trabajaba normalmente?
– Si, hasta el 28 de diciembre se siguió trabajando. Nosotros ya vimos que no había certezas sobre la renovación de los contratos ni las vacaciones por lo que empezamos a prever lo peor, pero igual cumplimos.
Cuando el 29 nos robaron los colectivos que usábamos para ir y venir (se los llevaron para Córdoba), nos cortaron las piernas. Nos pusieron policías por todos lados y no pudimos entrar más a la fábrica.
– ¿Vos hace cuanto tiempo que trabajabas en la fábrica?
– Entré en el año 1981 y en 1991 me pasaron a disponibilidad hasta marzo de 1992. Ahí los 125 despedidos nos tuvimos que ir a nuestras casas. Estuve seis años afuera hasta que me vinieron a buscar. Pero tuvimos que armar una cooperativa de trabajo porque el Estado no podía contratar gente. Así estuvimos hasta que el 1ro de enero de 2007 nos pasaron a relación de dependencia, aunque con esta forma de contrato temporal que ahora finalizó y no nos renovaron.
– ¿Cómo impacta este cierre en Azul considerando que son más de 200 familias que quedan en la calle?
– Los comerciantes se están agarrando la cabeza. Por eso hicimos una movilización que fue masiva. Nosotros volcamos al mercado local nueve millones de pesos que no van a circular más. Estamos hablando de una ciudad chica, de 60 mil habitantes.
El sábado el Concejo Deliberante declaró la emergencia laboral y social porque la situación no da para más. Es tremenda la desocupación que hay.
– ¿Hay alguna posibilidad de que a los trabajadores de Azul los reubiquen en otras plantas de Fabricaciones Militares?
– A los contratados no, pero en el caso de los efectivos ya comentaron algo porque hay gente de muchos años y dijeron que no quieren gastar en indemnización. Los trabajadores efectivos son entre 28 y 30 personas que van a tratar de reubicar en Villa María o Río Tercero. Aquel trabajador que quiera ir seguirá teniendo trabajo y el que no irá a la calle con nosotros. Así lo dijeron la última vez.
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