10 enero, 2018
Cacho Castaña, ¿y los medios qué?
Por Mariela Di Francesco. El lunes pasado en el primer programa de “Involucrados-aquí y ahora”, conducido por Mariano Iúdica y transmitido por América TV, fue entrevistado Cacho Castaña. Con su frase “si la violación es inevitable, relájate y goza”, generó nuevamente un debate acerca de “los dichos de los famosos” que reproducen y promueven la violencia de géneros y el rol de los medios.

Por Mariela Di Francesco. El lunes pasado en el primer programa de “Involucrados-aquí y ahora”, conducido por Mariano Iúdica y transmitido por América TV, fue entrevistado Cacho Castaña. Con su frase “si la violación es inevitable, relájate y goza”, generó nuevamente un debate acerca de “los dichos de los famosos” que reproducen y promueven la violencia de géneros.
Los casos de hombres que aprovechan los lugares que ocupan (por ser artistas conocidos) para violentar a las mujeres, son demasiados. Desde quienes usan la palabra para “hacer chistes” o emitir opiniones infundadas que luego deben justificar con enormes rodeos (como Gustavo Cordera diciendo que «hay mujeres que tienen la fantasía de la violación para llegar a un orgasmo») hasta los casos muchísimo más graves como los de Cristian Aldana, que hoy se encuentra privado de su libertad por abusar sexualmente de varias mujeres. De ninguna manera se trata de igualar los casos, pero hay que remarcar que todos están dentro de una misma causa general: la desigualdad de géneros y el uso de los varones de sus lugares de doble poder, es decir, por ser hombres y por ser personajes reconocidos.
“Ya lo aclaró”, le respondía Iúdica a Guido Zaffora (el único panelista que cuestionó a Cacho Castaña en el mismo momento de la entrevista), tratando de evitar una profundización sobre el tema. “Está bien, este sos vos”, le dijo el conductor al cantante y luego reforzó: “No se puede hacer humor con nada, el cómico tiene que estar teniendo 70 tamices de qué chiste va a decir”. Fue Pía Shaw que finalmente arrojó el salvavidas: “Cachito te saco de todo esto”, dijo explícitamente. Así siguió con otras preguntas, cambiando de tema por completo.
Al finalizar la entrevista, fue casi una ironía que Iúdica lo despidiera recordando a Carlos Monzón a 23 años de su muerte: “Es invariable linkear a Monzón con vos”. Por supuesto el conductor jamás se refirió (ni se referiría) al machismo que atravesó y atraviesa a estos personajes. Y a él mismo.
Lo habitual no es el repudio
Más allá de las ironías y las frases violentas de personajes como Cacho Castaña y otros, ¿qué rol cotidiano están eligiendo ocupar los medios de comunicación frente a la violencia de géneros? ¿Cuándo se decide hablar del tema y cuándo no? ¿Qué representan los niveles de repudio a estos dichos, desde diferentes ámbitos?
Si bien al día siguiente Iúdica dijo que “el programa repudia lo que dijo Cacho Castaña”, no hay que perder de vista que fue el conductor quien asumió una complicidad con el entrevistado desde el primer momento: “Yo no estoy de acuerdo con que se saquen las reinas provinciales, eso de que quieran sacarlas porque es cosificar a la mujer… me parece que ya se han ido a un lugar que están mezclando peras con calefones”. Y así es como Cacho respondió: “¿Qué nos pasa a los argentinos que hablamos tantas pelotudeces? (…) Hay que dejarse de joder con que la sociedad está muy sensible, todo es discriminación acá”.
De ese modo siguió la conversación hasta llegar a la tan desagradable frase, que luego la mayor parte de los presentes en el programa trató de justificar u obviar. Como si fuera poco, se ubicó en el lugar de «crítico» a personajes como Chiche Gelblung (que participa en la «redacción» del programa) quien además de cosificar a las mujeres históricamente en todos los programas que ha hecho, fue quien dijo que “una chica a las 5.20 de la mañana no puede estar sola en la calle”, cuando ocurrió el femicidio de Micaela García en 2017.
En definitiva, no hay que perder de vista que a nivel general los medios (a veces más sutilmente, a veces más descaradamente) buscan legitimar la violencia de género: se ve y escucha a diario diferentes programas de televisión donde se intenta instalar que las diferencias entre géneros son «naturales» o «biológicas», donde se imponen determinados modelos de belleza, donde las mujeres ocupan lugares siempre secundarios y son subestimadas, donde tantas veces se han intentado justificar los femicidios o mostrarlos como hechos aislados y desligados de nuestra cultura machista. Todo esto ocurre en muchos de los medios y programas que dicen “repudiar” los dichos de Cacho Castaña.
Se trata de una violencia cotidiana que juega constantemente a traspasar los límites cada vez más visibles y positivos para los derechos de las mujeres. Es solamente cuando se llega a una violencia burda y bien explícita cuando la gente de los medios (como Iúdica) debe decir, obligadamente, “estas frases ya no tienen lugar en la televisión”. Y es entonces cuando implícitamente se está diciendo que todo lo demás, al parecer, sí tiene lugar.
Por suerte, es cierto que algunas cosas “ya no tienen lugar en la televisión”, y el hecho de que no lo tengan se debe al gran avance del amplio movimiento de mujeres de nuestro país que particularmente desde el primer Ni Una Menos de 2015, ha logrado imponer cuestionamientos hasta en los lugares más difíciles, como los medios masivos. Eso es realmente positivo. Pero por ello justamente, en este «tira y afloje» de todos los días hay que poner mucha atención: desde los más grandes e influyentes sectores del poder, que son la estructura que sostiene y habilita el machismo, sin dudas lo tienen más que claro.
@maridifran
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