Amplio repudio a la domiciliaria para Etchecolatz

Organismos de derechos humanos denuncian que la prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz es en realidad una «libertad encubierta». Además, repudian el domicilio fijado por ubicarse a metros de la residencia de familiares y víctimas de la dictadura y recuerdan que el represor fue declarado «persona non grata» en el municipio de General Pueyrredón.

Etchecolatz recibió este miércoles el beneficio de la prisión domiciliaria. El Tribunal Oral Nro. 6 de La Plata consideró que su edad y estado de salud eran justificativos suficientes para semejante decisión, pero los organismos de derechos humanos la rechazan. El domicilio que fijó para cumplir su condena perpetua es en Nuevo Boulevard del Bosque, entre Guaraníes y Tobas (Bosque Peralta Ramos, en la ciudad de Mar del Plata). «Si no hay justicia, hay escrache», aseguraron distintas organizaciones que ya señalaron con pintadas la nueva residencia del asesino condenado.

Emanuel Lovelli, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo y la abogada querellante Guadalupe Godoy, por empezar, realizaron una presentación judicial ante el Tribunal Oral Federal 1 de la Plata, donde residen la mayoría de las causas contra Etchecolatz, para solicitar que se revea el domicilio donde residirá por encontrarse a pocos metros de la vivienda de una de las víctimas del represor.

Además, Lovelli recordó que el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense en cada uno de los seis juicios que enfrentó «tuvo la oportunidad de mofarse de la situación de la desaparición de [Julio] López, y dar algún tipo de mensaje al respecto». «Su actitud mostraba no sólo el cinismo y perversidad de un asesino como él sino el grado de conciencia de la situación que se estaba viviendo», afirmó.

Por otro lado, la diputada nacional marplatense e hija de una desaparecida Fernanda Raverta (Unidad Ciudadana) recordó que Etchecolatz fue declarado «persona no grata» en 2001 en el partido de General Pueyrredón, al igual que otros represores como Alfredo Astiz. «[Los marplatenses] no se merecen vivir junto a un genocida», agregó.

En un comunicado titulado «Etchecolatz es el límite», una decena de organismos de derechos humanos aseguraron que la domiciliaria «marca un retroceso gigantesco para el proceso de Memoria Verdad y Justicia» y que «para un asesino como él, no hay otro sitio que la cárcel común, perpetua y efectiva». Además, afirmaron que se trata de una «libertad encubierta como prisión domiciliaria».

«El camino del ‘dos por uno’ que trazó la nueva Corte Suprema, que habilitó las libertades a domicilio con el fallo a favor del genocida (Felipe) Alespeiti ha abierto las puertas para este verdadero agravio a la memoria, las víctimas, sus familiares, los organismos de derechos humanos y a la democracia», expresaron Madres de Plaza de Mayo-línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Comisión Memoria, Verdad y Justicia de la zona Norte, entre otras organizaciones.