12 diciembre, 2017
Jallalla Mujeres: histórica movilización en Jujuy
Este 8 y 9 de diciembre se llevó a cabo una asamblea nacional en Jujuy llamada “Jallalla Mujeres” que reunió a más de 700 mujeres de todo el país para exigir la libertad inmediata de Milagro Sala y todos y todas las presas políticas. La iniciativa surgió durante el último Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco, cuando simultáneamente volvían a trasladar a Milagro a la cárcel.

Este 8 y 9 de diciembre se llevó a cabo una asamblea nacional en Jujuy llamada “Jallalla Mujeres” que reunió a más de 700 mujeres de todo el país para exigir la libertad inmediata de Milagro Sala y todos y todas las presas políticas. La iniciativa surgió durante el último Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco, cuando simultáneamente volvían a trasladar a Milagro a la cárcel. La indignación generalizada frente a la medida dispuesta por el Poder Judicial dio lugar a una convocatoria, hasta el momento sin precedentes.
Jallalla es una palabra quechua-aymara que une los conceptos de esperanza, festejo y bienaventuranza, y expresa que los sueños deben ir acompañados de un fuerte deseo para que se concreten. Bajo este concepto, el movimiento feminista se dió cita una vez más, convocando a distintos espacios políticos, sindicales y organizaciones de DDHH en un amplio marco de unidad.
Las mujeres construyeron una marcha histórica para los tiempos que corren en Jujuy: desde que asumió la gobernación, el radical de Cambiemos Gerardo Morales ha impartido un clima de miedo y amedrentamiento a las organizaciones sociales, que tiene su mayor expresión en la detención de la principal dirigente política de Jujuy.
Los espacios construidos por la Tupac Amaru durante años fueron prácticamente desmantelados y las movilizaciones que otrora llenaban las calles de Jujuy fueron diezmadas. Además de Milagro, se encuentran detenidas y detenidos otros seis referentes de la Tupac: Mirta Aizama, Gladis Diaz, Mirta Rosa Guerrero, Javier Nieva y Alberto Cardozo. Sin embargo, esta política de persecución no detiene a las mujeres jujeñas y de todo el país a organizarse y tejer redes de empoderamiento que se cristalizaron en los dos días de encuentro.
Desde el viernes al mediodía comenzaron a llegar los micros de distintas partes del país llenos de mujeres, lesbianas, travestis y trans que acudían al encuentro. La sede céntrica de la Tupac fue la elegida para darle refugio y albergue a las cientos de mujeres, lo cual fue posible por el amoroso trabajo que llevaron adelante las militantes tupaqueras.
Allí se organizaron distintas comisiones de trabajo para garantizar todo lo necesario para la jornada del sábado: desde las intervenciones callejeras, hasta los criterios de seguridad y cuidado. El temor a una posible represión o provocación por parte de las fuerzas policiales estuvo presente, considerando el clima represivo de la provincia y el país. Es que el Jallala Mujeres no contaba con el respaldo ni la difusión de ningún medio de comunicación oficial, quienes alertaban con posibles vandalismos por parte de las mujeres que formaran parte del evento.
Por la noche la comisión organizadora de Jujuy, integrada por compañeras de la Tupac Amaru, así como también de la asamblea feminista local, planearon una velada cultural que reunió a varias y varios artistas de Jujuy con expresiones teatrales, grupos folclóricos, un libro de poemas enteramente dedicado a Milagro y palabras de agradecimiento a todas las presentes.
El sábado la jornada empezó desde temprano con una marcha histórica que recorrió el centro de San Salvador y culminó frente al penal de Gorriti, donde permanecen encarcelados los dos compañeros varones de la Tupac. “Ole Ole, Ole Ola, para Milagro la Libertad, para Morales el repudio popular“ y “Te pido que alentemos un poquito más que a Milagro vamo’ a liberar, los gorilas tienen miedo que la flaca gobierne para el pueblo” eran algunos de los cantos que más alentaban las tupaqueras al frente de la columna.
Uno de los puntos fuertes de la marcha fue en la Sede de Gobernación, lugar elegido para hacer una foto colectiva de todas las mujeres con el rostro de “la flaca” -como le dicen sus compañeras-, bajo la consigna “Milagro somos todas”.
Por la tarde, la enorme columna llegó con sus cantos y banderas a las inmediaciones del penal de Alto Comedero, instalándose frente al pabellón de mujeres donde fueron recibidas a la distancia por Milagro, Mirta, Gladis y Mirta Rosa. Allí, con micrófono y parlantes, cada representante de las distintas organizaciones políticas tuvo la oportunidad de transmitirle mensajes de aliento y fuerza a la dirigente coya. Milagro, a lo lejos, agradeció la presencia de todas levantando los brazos y saltando junto a sus compañeras detenidas. “Fuerza Milagro, ya vas a estar con nosotras!”, “No vamos a bajar los brazos hasta verte libre” fueron algunas de las expresiones que salían por altoparlante en una tarde que avecinaba una fuerte tormenta.
Ni la polícia que patrullaba y merodeaba por el lugar ni la lluvia torrencial que empapó rostros y banderas, impidió que las mujeres del Jallalla terminaran con una Asamblea Feminista. Mientras, adentro del penal, algunas referentes de sindicatos, organizaciones políticas y estudiantiles le llevaban a Milagro cartas, abrazos, regalos y mucha fuerza.
La asamblea finalizó con un fuerte grito de «¡Jallalla Mujeres!» expresando la fuerza del movimiento de mujeres organizadas determinado a lograr, más temprano que tarde, la libertad de Milagro y todas y todos los presos políticos.
Jorgelina Tomasin – @jorgelinaa_t, Eugenia Testoni y Jazmín Bergel – @jarubv
Foto: Jorgelina Tomasin
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