5 diciembre, 2017
Fraude y huelga policial: se agudiza la crisis en Honduras
Este lunes el Tribunal Supremo Electoral (TSE) hondureño terminó el llamado «escrutinio especial» y proclamó ganador de las elecciones presidenciales al actual mandatario Juan Orlando Hernández del Partido Nacional. La oposición liderada por Salvador Nasralla volvió a denunciar fraude exigiendo un recuento transparente.

Este lunes el Tribunal Supremo Electoral (TSE) hondureño terminó el llamado «escrutinio especial» y proclamó ganador de las elecciones presidenciales al actual mandatario Juan Orlando Hernández del Partido Nacional. La oposición liderada por Salvador Nasralla volvió a denunciar fraude exigiendo un recuento transparente.
A más de una semana de los comicios la situación permanece tensa en Honduras. El anuncio de parte del TSE no hizo más que agudizar la crisis que ya cuenta en su haber con siete víctimas fatales producto de la represión, entre ellas dos menores de edad. Sin embargo ni esto ni el toque de queda decretado por diez días ha frenado las movilizaciones de protesta.
Todo comenzó el mismo día de la votación cuando se vieron serias irregularidades denunciadas por observadores internacionales. Pero la situación empeoró durante el conteo provisorio cuando, durante varias horas, se suspendió la transmisión de las actas oficiales.
La Justicia Electoral, que habitualmente daba un ganador la noche misma del domingo, esta vez tardó más de de siete días en hacerlo. En el medio se revirtió sospechosamente la tendencia que, hasta el 60% de los votos escrutados, daba ganador a Nasralla. Asimismo se le negó a la alianza opositora la posibilidad de revisar las actas que no fueron transmitidas el día de la elección.
Si bien no hubo anuncio oficial, el recuento de votos finalizó con un 42,98% para Hernández y un 41,39% para Nasralla.
Denuncia ante la OEA
Hernández inmediatamente declaró que ha «concluido una etapa electoral». No obstante esta mirada no es compartida no sólo por los opositores sino también por distintas organizaciones que participaron como veedoras del proceso.
«Por favor no hacer proclamación de vencedores que el proceso no está terminado», exigió la coordinadora de la misión de la Unión Europea en Honduras, la eurodiputada portuguesa Marisa Matias.
En el mismo sentido se expresó el jefe de la misión de observadores de la OEA, el expresidente boliviano Jorge Quiroga. «El estrecho margen de los resultados así como las irregularidades, errores y problemas sistémicos que han rodeado esta elección no permiten a la misión tener certeza sobre los resultados», dijo.
Y opinó que «el único camino posible para que el pueblo hondureño pueda aceptar y reconocer ganador en este proceso electoral, es que se llegue a un acuerdo entre los principales candidatos» para cotejar las actas en discusión.
Por su parte Nasralla convocó una conferencia de prensa en la que afirmó que «el 80% de la población acepta el triunfo de la Alianza de Oposición». «Ya se sumó a nuestras manifestaciones la gente del Partido Liberal y la gente buena del Partido Nacional. Nosotros seguiremos hasta las últimas consecuencias», añadió.
Allí hizo público su pedido a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que «convoque a su Consejo Permanente» y pueda llevar «las actas físicas que confirman el triunfo de la Alianza de Oposición contra la Dictadura». «Hoy mismo estoy haciendo la solicitud para que se reúna y me reciban a mí como presidente electo de acuerdo a la voluntad popular», aseveró Nasralla.
La policía que se niega a reprimir
Ante la profundización de la crisis política, el grupo especial Cobras de la policía hondureña se ha declarado en huelga y se ha negado a cumplir órdenes. «Nosotros no somos máquinas ni robots y no estaremos exponiéndonos a que nos maten en las calles y a reprimir al pueblo. Además, a nuestra familia nadie la está cuidando», dijo uno de los voceros de la fuerza.
«Si los políticos no se ponen de acuerdo en resolver sus cuestiones, nosotros no podemos prestarnos para favorecer a un candidato, nosotros nos estamos rebelando porque no podemos estar trabajando en la calle y matándonos con la gente», añadió.
En el mismo sentido integrantes de la Policía antimotines sostuvieron que están tomando una medida de fuerza de «brazos caídos» y que no participarán de acciones represivas.
Si bien en un primer momento se especuló con que el reclamo era salarial y así lo sostuvo el propio gobierno, un comunicado oficial de la Policía Nacional hondureña lo desmintió.
Comunicado policía nacional de Honduras. pic.twitter.com/a2UdaQwUYB
— UNE TV (@unetvhn) December 5, 2017
«Expresamos nuestro malestar ante el Gobierno por la presente crisis en la que está envuelta nuestra sociedad», sostiene el primer punto. En segundo lugar destacan que el pueblo «es soberano». «A ellos nos debemos», dicen y por lo tanto consideran que no pueden «estar confrontando y reprimiendo sus derechos».
También aclaran que la decisión no se debe ni «a ideales políticos, ni demandas laborales» y exigen al gobierno «una mejor salida al conflicto» para que «se recupere la paz y tranquilidad».
Foto: AFP
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