28 noviembre, 2017
Una condena por el femicidio de Melina Romero
Este lunes, un jurado popular halló culpable de homicidio preterintencional y privación ilegal de la libertad a Joel Fernández, alias «Chavito», el único imputado por el femicidio de Melina Romero. El jueves por la mañana el Tribunal determinará el monto de la pena.

Este lunes, un jurado popular halló culpable de homicidio preterintencional y privación ilegal de la libertad a Joel ‘Chavito’ Fernández, el único imputado por el femicidio de Melina Romero. El jueves por la mañana el Tribunal determinará el monto de la pena.
Los padres de Melina, asesinada en 2014, consideraron que «se hizo justicia». Habían solicitado al jurado, como querellantes, que establecieran que Fernández era coautor de homicidio agravado por la participación de dos o más personas y por la condición de mujer de la víctima.
‘Chavito’, que llegó al juicio en libertad condicional, quedó ahora detenido por riesgo de fuga hasta que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 5 de San Martín dicte la pena.
El abogado de la familia Romero, Marcelo Biondi, lamentó que no se haya probado el abuso sexual que sufrió Melina. Para darlo como hecho, se necesitaba el voto de los 12 jurados pero uno no lo dio por acreditado. Durante el proceso judicial ninguno de los peritos había podido confirmarlo.
«Es un trabajo que él solo [por Fernández] no hizo”, sostuvo Ana María, la madre de Melina, quien lamentó que aún falte hallar a los otros responsables del crimen. De todas formas, se mostró conforme con la sentencia.
Como explicó Notas, originalmente los imputados fueron César Sánchez (“el Pai”), Elías Fernández (“el Narigón”) y Joel Fernández. Pero en febrero de este año, cuando ya estaba elevada a juicio oral, la causa fue llevada a foja cero por decisión de la fiscal María Fernanda Billone, quien planteó que las pruebas disponibles no eran suficientes.
Entonces dos de los acusados fueron sobreseídos y Biondi, el abogado de la familia, decidió sostener la acusación sobre Joel Fernández por “homicidio agravado por ser cometido con el concurso premeditado de dos o más personas y por la condición de mujer de la víctima, en concurso real con abuso sexual agravado por ser cometido mediante acceso carnal seguido de muerte y privación ilegal de la libertad coactiva”.
Melina tenía 17 años y vivía en el barrio de Ciudad Jardín, partido de Tres de febrero. El 24 de agosto de 2014 había ido a festejar su cumpleaños en el boliche Chankanab de San Martín. Su cuerpo fue encontrado cerca del arroyo Morón, a la altura de la localidad de José León Suárez, un mes después de desaparecida.
En aquel entonces, a partir de la declaración de Melody, una testigo que había estado con ella ese fin de semana, se conoció todo acerca de los presuntos asesinos y del lugar donde habrían golpeado, violado y quitado la vida a la joven. «Nos drogaron, nos violaron, Melina murió y la tiraron en un arroyo”, declaró ante el jurado la joven de 20 años a quien, como si a la causa le faltaran irregularidades, acusan en otro juicio de «falso testimonio».
«Hoy Melina Romero descansa en paz», escribieron desde la Coordinadora de Agrupaciones de Género de San Martín en su muro de Facebook. La Justicia, que tardó más de tres años en procesar a sus victimarios, todavía tiene un largo camino por recorrer para determinar las responsabilidades del resto de los implicados.
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