9 noviembre, 2017
Importante precedente sobre legítima defensa en casos de violencia de género
Por Natacha Guala, desde Santa Fe. Suspendieron la prisión preventiva en el caso de «Luna», una mujer acusada de homicidio por defenderse de un ataque de su pareja. El juez considera que existen elementos para pensar que se trata de un caso de legítima defensa en situaciones de violencia contra las mujeres.

Por Natacha Guala, desde Santa Fe*. “Luna” es una mujer de 28 años, oriunda de una ciudad del interior de la provincia de Santa Fe. Estuvo en pareja durante más de 10 años con un hombre tuvo tres hijos e hijas con quienes convive. Durante todo este tiempo Luna fue víctima de diferentes formas de violencia: física, sexual, psicológica, económica. Denunció en dos ocasiones a su agresor ante la policía y en varias oportunidades fue asistida en efectores públicos de salud para recibir atención por las lesiones sufridas, pero en ningún momento recibió asistencia o acompañamiento por parte de los organismos competentes.
Hace algunos meses, frente a un nuevo episodio de violencia, Luna decide abandonar a su pareja, toma a las y los niños y sale de la casa. Unos minutos más tarde el agresor la alcanza y a la fuerza la lleva de regreso a la vivienda. Allí la golpea y comienza a asfixiarla. Como pudo, Luna se defendió, hiriendo al agresor con un cuchillo. Inmediatamente pidió auxilio e incluso lo acompañó al hospital donde fue atendido. Algunas horas después le informaron de su fallecimiento y fue detenida allí mismo.
La legítima defensa en situaciones de violencia contra las mujeres
El procesamiento de Luna (y de otras mujeres en situaciones semejantes) por defenderse de la violencia sufrida envía un poderoso mensaje patriarcal a la sociedad: las mujeres debemos soportar la violencia que se nos imponga, incluso si eso nos lleva a la muerte. Defendernos puede liberarnos de esa violencia pero nos conducirá a otra, la de la criminalización y el estigma: la mala mujer, la mala madre.
La defensa del caso (realizada por el Servicio Público de la Defensa Penal de la provincia) argumentó en favor de considerar el caso utilizando la figura de legítima defensa en contextos de violencia de género y solicitó la correspondiente liberación de Luna por todos los cargos. En forma consonante se pronunció el Programa de Género de la Universidad Nacional del Litoral, a través de la presentación de un “amicus curiae” (amigo del tribunal), un informe técnico en el que se aportaron elementos teóricos y jurisprudencia específica sobre la materia.
La legítima defensa en situaciones de violencia contra las mujeres es una pieza fundamental para disputar los sentidos comunes y las prácticas institucionales frente a la violencia de género. Reconocida en tratados internacionales vinculantes para nuestro país, permite exigir una interpretación afín del derecho interno, por la cual los requisitos de la figura de legítima defensa prevista en el Código Penal deben ser interpretados a la luz a los estándares internacionales de derechos humanos de las mujeres.
Esto significa no sólo que las mujeres tenemos derecho a defendernos de la violencia, sino que al hacerlo, lejos de realizar un acto prohibido, se trata de una conducta permitida por nuestro ordenamiento jurídico. Implica reconocer que las mujeres no nos defendemos de las mismas formas que los varones y que las situaciones de violencia contra las mujeres no son equivalentes a otras formas de violencia interpersonal. Exige que la Justicia incorpore la perspectiva de género en todos los pasos del proceso, especialmente en etapa de producción de la prueba, admitiendo amplitud probatoria y otorgando especial centralidad al relato de la mujer que en lugar de ser acusada, debe ser acompañada y protegida integralmente.
En el caso “Luna” el Juez interviniente resolvió suspender la prisión preventiva que se le había impuesto desde el momento en que fue procesada, por lo cual estará en libertad en lo que reste del juicio. Asimismo indicó que existen elementos suficientes para considerar que el caso encuadra en la figura de legítima defensa en un contexto de violencia de género, por lo que es de esperar que Luna sea liberada en forma definitiva prontamente.
Importancia del precedente
Lo sucedido en el caso “Luna” sienta un precedente muy importante para la provincia de Santa Fe: muestra la fortaleza del movimiento de mujeres y feminista, nucleado en torno a la Mesa Ni Una Menos Santa Fe, la importancia del trabajo de periodistas aliadas y aliados que visibilizaron el caso y de la actuación articulada de los organismos públicos intervinientes.
Todo ello fue fundamental para llegar a la libertad de “Luna” y comprueba que cuando la disputa por una Justicia feminista se hace de forma conjunta y desde todas las trincheras existen mejores chances de torcer la balanza a nuestro favor. No sólo por “Luna”, para que tenga la posibilidad de materializar finalmente su derecho a vivir una vida libre de violencias, sino por todas las mujeres que son criminalizadas por defenderse de la violencia machista.
*Abogada feminista, militante de Mala Junta.
Foto: Ni Una Menos – Santa Fe
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