7 noviembre, 2017
2×1 para Grassi
El sacerdote Julio Grassi, condenado por abuso sexual y corrupción de menores, estará un año y nueve meses menos en prisión, luego de que la Cámara Penal de Morón confirmara la aplicación de la ley del «2×1». Desde la querella sostuvieron que es «absolutamente ilegal».

El sacerdote Julio Grassi, condenado por abuso sexual y corrupción de menores, estará un año y nueve meses menos en prisión, luego de que la Cámara Penal de Morón confirmara la aplicación de la ley del «2×1». Desde la querella sostuvieron que es «absolutamente ilegal».
En 2009, Grassi fue condenado a 15 años de prisión por ser autor de abuso sexual agravado. El Tribunal Oral Nro. 1 de Morón lo halló culpable de abusar sexualmente de «Gabriel», como fue conocido el joven denunciante en los medios de comunicación. Además, lo había sobreseído en otros dos casos.
Fue el mismo tribunal que lo juzgó el que en abril dio lugar a la conmutación de la pena, aplicando la ley del «2×1», actualmente derogada -y que este año fue fruto de polémica por el intento de la Corte de beneficiar a genocidas-. La ley estuvo en vigencia entre 1994 y 2001 y permitía contabilizar doble los días que pasaron sin sentencia firme a partir del segundo año de detención. Antes, en marzo, la propia Corte Suprema de Justicia había ratificado los 15 años de prisión al considerar «inadmisibles» los recursos presentados por el cura.
El abogado querellante, Juan Pablo Gallego, aseguró que la medida judicial es “absolutamente ilegal” ya que se “aplica una ley cuya derogación es anterior al cumplimiento de la pena” y porque se “está aplicando a un reincidente y no corresponde”.
El cura, además, acumula desde 2016 otra condena de dos años de prisión en suspenso por haber desviado fondos de la ONG «Felices los niños» para pagar el alquiler de la quinta La Blanquita, a la que se mudó cuando la justicia le prohibió seguir residiendo en la sede del organismo que presidía, en 2002. Y este año, la Justicia elevó a juicio oral otra causa, vinculada al desvío de donaciones que recibía la fundación al penal de Campana donde estaba detenido.
Con el fallo de la Cámara Penal de Morón, el cura pasará un año y nueve meses menos de lo que le correspondería en la cárcel. Vale recordar que Grassi, a pesar de promesas eclesiásticas, sigue siendo miembro de la Iglesia Católica.
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