Nacionales

2 noviembre, 2017

Hecha la ley, hecha la trampa: termoeléctricas en la esquina de casa

Rezonificaciones aprobadas en Concejos Deliberantes, plantas termoeléctricas instaladas en plena zona residencial, vecinos y vecinas que se organizan para que sean relocalizadas. En el norte bonaerense, específicamente en Escobar y Pilar, municipios y empresas diagraman perfectos negocios que ignoran un factor clave: la población.

Las y los vecinos de las ciudades de Matheu (Escobar) y Villa Rosa (Pilar), en la zona norte de Buenos Aires, se organizan para luchar contra una situación insólita: la empresa APR Energy SRL ha instalado una planta termoeléctrica en el límite entre estas ciudades y está lista para empezar a operar. Como si esto no fuera suficiente, la empresa Araucaria Energy SA avanza en la instalación de una segunda planta en un lote contiguo. Ya existe en Pilar una central termoeléctrica además de estas dos, la cual también pertenece a Pampa Energía y está instalada dentro del Parque Industrial (fue inaugurada en agosto de este año por el presidente Mauricio Macri).

TermoElectrica3Este tipo de plantas están clasificadas como Categoría 3 (por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, OPDS, responsable del control) por su potencial riesgo de daños a la población e impacto ambiental, por lo tanto la Ley contempla que deben ser instaladas en zona industrial, lo suficientemente alejadas de la zona residencial como para mitigar los posibles incendios, explosión (cuentan con depósitos de combustibles gas y gasoil de más de 15 mil m3), derrames, contaminación acústica, contaminación por emisión de gases, etc.

¿Cómo es entonces que estas plantas están ahí? Por la rápida adecuación de la Ley a la trampa: el Concejo Deliberante de Pilar votó a fines de 2016 la rezonificación de los terrenos elegidos por estas empresas. Ahora ese lote rodeado por barrios existentes desde hace más de cien años, es  una zona industrial, porque así lo dice la ordenanza municipal. Saltearon además la audiencia pública que por Ley se requiere para avanzar en proyectos de esta índole.

Las y los vecinos alertados por esta situación comenzaron a organizarse de inmediato y desde enero de 2017 tejen estrategias para lograr el traslado de estas plantas a donde no generen riesgo. Pero tratándose de un negocio millonario avalado por el gobierno local, y con la omisión del gobierno provincial e incluso nacional resulta muy difícil romper el cerco mediático, legal y político que actúa como un frente único en contra del pueblo.

Los diferentes responsables de garantizar el derecho a una vida libre de contaminación de las y los ciudadanos argentinos por el momento sólo dan rodeos al tema, desinforman al respecto, creando falsas noticias de aparentes reuniones con representantes vecinales y pedidos de informes, con el único fin de debilitar la organización vecinal. Se ha llegado a publicar en varios medios locales, por ejemplo, la supuesta clausura de la obra en desarrollo de Araucaria SA por parte del OPDS, mientras los vecinos ven desde las ventanas de sus casas cómo avanza la instalación de la planta al otro lado de la ruta.

Se estima que el impacto ambiental que generan este tipo de industrias alcanza un radio de seis kilómetros a la redonda, en este caso afectando al pueblo de Matheu y a Villa Rosa por completo, ambas localidades suman más de 65 mil habitantes.

En funcionamiento, sólo una de las plantas extraería alrededor de 5 millones de litros de agua al día de las napas del acuífero Puelche, peligrando el suministro de agua potable de pozo para los habitantes de la zona (no hay agua corriente en el pueblo de Matheu). También se emitirían gases tóxicos (óxido de nitrógeno y azufre entre otros) que podrían provocar lluvias ácidas. Si el agua restante se derramara en el arroyo Burgueño (como se estipula a priori) provocaría un daño enorme al ecosistema porque se trataría de agua a 45 grados de temperatura y un considerable aumento del caudal. Estos son algunos de los aspectos negativos a considerar con la instalación de estas plantas en medio del pueblo, la lista es más extensa.

La decisión política de promover la instalación de estas plantas al parecer responde más a la oportunidad del negocio que a la emergencia energética nacional la cual, es sabido, se debe a una ineficiente red de distribución de la energía y no a la generación de la misma.

En sintonía con la oportunidad de negocios, el ministro de Energía, Juan José Aranguren (Ministro de Energía) anunció días atrás la pronta privatización de seis plantas termoeléctricas del Estado. Para evitar más pesadillas locales como la de Escobar-Pilar, sería importante que la estrategia del gobierno para paliar la crisis energética no sea simplemente poner una termoeléctrica cada tantos kilómetros en vez de tender la red de distribución desde las plantas ya existentes.

Por lo pronto el plan de lucha de las y los vecinos autoconvocados de Matheu y Villa Rosa, junto con los Vecinos Autoconvocados contra la Contaminación en Pilar incluye un festival y asamblea abierta en reclamo a las autoridades y para visibilizar la situación. Esto ocurrirá el próximo sábado 4 de noviembre en la plaza 12 de Octubre, frente al Municipio de Pilar a partir de las 10 de la mañana. Se espera una gran convocatoria y se augura una creciente organización para impedir la vulneración de derechos de los pueblos.

Merlina Chocarro

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