23 octubre, 2017
Cambiemos ratificó su primacía nacional y amplía su poder en el Congreso
Por Federico Dalponte. Como sucediera en las últimas primarias, el oficialismo fue el gran vencedor de este domingo. Los resultados fueron mejores a los esperados, imponiéndose en la mayoría de las provincias con holgura. La derrota de Cristina Kirchner en territorio bonaerense abre incógnitas en la oposición.
Por Federico Dalponte. Como sucediera en las últimas primarias, el oficialismo fue el gran vencedor de este domingo. Los resultados fueron mejores a los esperados, imponiéndose en la mayoría de las provincias con holgura. La derrota de Cristina Kirchner en territorio bonaerense abre incógnitas en la oposición.
Los humores no se disimulan. Cambiemos creció y festejó por todo lo ancho. De una decena de provincias en su haber, hace apenas dos meses, logró este domingo superar la mitad más uno. Control mayoritario sobre el total del país.
Triunfos sólidos en Santa Fe, La Rioja, Chaco, Salta y la preciada provincia de Buenos Aires. Las promesas hacia las seis de la tarde, en el búnker de Costa Salguero, hablaban de un festejo sobrio por motivos obvios. Pero no. Hubo cotillón y música a la par de los últimos años.
Los oficialistas fueron sorprendidos incluso en sus proyecciones más optimistas. El presidente Mauricio Macri fue el último en salir a hablar. Estaba en su mejor momento, y no intentó siquiera disimular. Este apoyo, analiza el oficialismo, no es sólo la ratificación de un rumbo político, sino que es la señal inapelable de un crecimiento sostenido.
La oposición peronista, mientras tanto, necesitará más que diálogo para ofrecerse a la sociedad como una alternativa seria. A la derrota por duplicado de Juan Schiaretti en Córdoba se sumaron este domingo las de los gobernadores Juan Manuel Urtubey en Salta y Domingo Peppo en Chaco, quienes habían triunfado en las primarias.
En ese marco, será difícil que surja un liderazgo claro hacia 2019. Gildo Insfrán, los Rodríguez Saá o José Luis Gioja gozan de buena salud, pero no son opciones viables. En tanto que la candidata que más votos cosechó, incluso con viento en contra, genera todavía resistencias dentro del PJ más ortodoxo. Cristina Kirchner, que tenía la posibilidad de cerrar cualquier discusión imponiéndose contra todo pronóstico en su distrito, transitó en cambio el camino inverso.
Es probable que sus detractores utilicen la contundencia de los números para gestionarle sin aval su jubilación. El problema es que nadie puede garantizar un liderazgo como el suyo. En cualquier caso, la ex mandataria podrá ir al Senado a pelear por renovar su liderazgo o resignarse a la fragmentación del peronismo. Llega, eso sí, con una idea clara, remarcada en varias circunstancias en el discurso de este domingo: Unidad Ciudadana fue la única fuerza opositora en la provincia de Buenos Aires capaz de crecer luego de las primarias.
Y ése, en efecto, es otro aspecto a tener en cuenta. Florencio Randazzo sufrió un golpe esperado, aunque no por eso menos duro. Su experiencia como solista no fue para nada atractiva. Es más: si en algún momento creyó que podía atraer a los viejos votos del kirchnerismo, hoy esa posibilidad quedó enterrada tal vez para siempre. Su candidatura fue el mejor favor que se le pudo haber hecho al gobierno en esta elección.
Sergio Massa, por su parte, compartirá el camino de Margarita Stolbizer: ambos afuera del Congreso durante los próximos dos años. Eso no garantiza necesariamente su extinción política, ni mucho menos, pero evidencia los límites de sus aspiraciones a gran escala.
¿Entonces quién se alistará para enfrentar al macrismo? En principio, nadie. Y esa fue la gran sorpresa de este largo proceso electoral que arrancó hacia mediados de año. El poderío de Cambiemos creció de manera notoria y al mismo tiempo logró deshacerse de sus adversarios potenciales. Es cierto que en el Congreso no tendrán el control sobre ninguna de las dos cámaras, pero gozarán de una capacidad mayor para imponerse en cada votación. Y el camino, al parecer, es ascendente.
Tal vez logren la mayoría absoluta en 2019. Aunque, claro, es demasiado temprano para pensar eso. Lo cierto es que Cambiemos se afirma como el gran fenómeno político de este tiempo. No por las elecciones que gana, sino porque hace muchos esfuerzos para perder y gana pese a todo. Como ejemplo: Elisa Carrió, la candidata a la que debieron silenciar para no espantar votantes terminó sin perder un solo voto.
Eso expresa dificultades para pensar en un mayor equilibrio de fuerzas hacia el próximo bienio, sobre todo para quienes creen necesario enfrentar el avance de las políticas macristas. No parece haber una fórmula clara para ganarle al PRO. No la hay desde hace una década.
Cambiemos, en definitiva, logró otra vez sumar una nueva alegría, esas a las que ya parece acostumbrarse, incluso en medio de circunstancias opacas. Aunque a nadie le importó demasiado el contexto, queda claro. Hubo papelitos, música, baile y globos nuevamente en Costa Salguero.
@fdalponte
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