Europa

24 septiembre, 2017

Merkel ganó pero con el peor resultado desde 1949 y la ultraderecha quedó tercera

Como se preveía la coalición de la canciller alemana Angela Merkel se impuso en las elecciones generales. Sin embargo obtuvo el peor resultado de su partido en casi 70 años. Por su parte una organización neonazi ingresó por primera vez al parlamento, obtuvo el 13% y quedó tercera.

Como se preveía la coalición de la canciller alemana Angela Merkel se impuso en las elecciones generales. Sin embargo obtuvo el peor resultado de su partido en casi 70 años.

Al cierre de esta edición la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su socio de Bavaria, la Unión Cristianosocial (CSU) sumaban un total de 32,9% de los votos y así se ubicaban en el primer lugar. Sin embargo esto supone un fuerte retroceso para la fuerza política de Merkel que hace cuatro años había alcanzado un 41,5%.

Además es el peor resultado para los conservadores desde 1949 cuando se realizaron las primeras elecciones democráticas de Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo el golpe también lo acusó su aliado de la llamada «Gran coalición» que gobernó la potencia europea el último período. El Partido Socialdemócrata sufrió un duro golpe al sumar apenas el 20,8% (su peor resultado de posguerra). Si bien esto le permitió mantener el segundo lugar implicó que anunciara que pasará a la oposición, descartando renovar la alianza con la CDU/CSU.

La sorpresa -aunque las encuestas venían anticipando su crecimiento- la dio Alternativa para Alemania (AfD). La fuerza de ultraderecha y xenófoba pudo capitalizar el descontento de votantes conservadores respecto a Merkel (puntualmente a su política migratoria) y sumar un 13,1% que les permite entrar por primera vez al parlamento y ubicarse como tercera fuerza.

Más atrás aparece el Partido Liberal con poco más del 10% y rondando el 9% quedaron Die Linke (la izquierda) y el Partido Verde.

Ni Alemania se salva

«Hoy podemos decir que tenemos un mandato para asumir la responsabilidad y vamos a asumir esta responsabilidad con calma, hablando con nuestros socios, por supuesto», declaró Merkel. «Somos el partido más fuerte y no puede haber coalición de Gobierno sin nosotros», enfatizó. No obstante aclaró que esperaba «un mejor resultado».

En la previa los analistas de los grandes medios europeos ponían sus esperanzas en la solidez del gobierno alemán y su sistema político. Se descartaba que el país teutón sufriera los vaivenes y los peligros «populistas» (de izquierda y derecha) de otras partes del mundo. Sin embargo los resultados han marcado otra cosa.

El líder de los socialdemócratas Martin Schulz analizó: «La acogida de más de un millón de refugiados divide todavía a nuestro país». «Lo que para unos ha sido un acto de humanidad y caridad, para otros es una amenaza», dijo en relación a los votos obtenidos por AfD.

Schulz, que en algún momento pareció una esperanza para su partido y llegó a medir lo mismo que Merkel a comienzos del año, puntualizó que «es un día difícil y amargo para los socialdemócratas en Alemania». «No hemos conseguido persuadir a todos nuestros votantes que Alemania es lo suficientemente fuerte como para no dejar a nadie atrás», añadió en relación al avance de la ultraderecha.

Cabe destacar que el programa de gobierno de AfD es fuertemente anti-inmigrante y particularmente anti-islam. Entre otras cosas plantean prohibir los minaretes (las torres altas de las mezquitas) y consideran a la religión islámica incompatible con la cultura alemana.

«Que se vayan preparando para la que les espera, vamos a recuperar nuestro país y a nuestra gente», declaró en tono amenazante uno de los líderes de la ahora tercera fuerza electoral, Alexander Gauland.

Frente a esto Merkel dijo que tendrán «un gran desafío» por «la entrada de AfD en el Bundestag» y habrá que «hacer un profundo análisis». «Es un punto de inflexión y ningún demócrata puede pasar esto por alto», dijo, por su parte, el Schulz.

Si bien ahora se abre la etapa de negociación para formar el nuevo gobierno, un escenario que ha ganado en probabilidad -aunque inédito hasta el momento- es una alianza entre la CDU/CSU, sus antiguos aliados liberales y los verdes. Esto permitiría sumar los escaños necesarios en el Parlamento ante la salida de los socialdemócratas.

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas