Educación y Ciencia

21 septiembre, 2017

Soledad Acuña ratificó la reforma educativa y las tomas se mantienen

Alrededor de 30 escuelas porteñas siguen ocupadas por las y los estudiantes ante la negativa de la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires de prorrogar la reforma para iniciar un debate al respecto en la comunidad educativa. El miércoles, casi tres semanas después de que comenzaron las primeras tomas, Soledad Acuña los recibió pero «no dio ninguna respuesta».

Alrededor de 30 escuelas porteñas siguen ocupadas por las y los estudiantes ante la negativa de la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires de prorrogar la reforma para iniciar un debate al respecto en la comunidad educativa. El miércoles, casi tres semanas después de que comenzaron las primeras tomas, Soledad Acuña los recibió pero «no dio ninguna respuesta».

«Exigimos que haya una prórroga, que en ningún colegio el año que viene empiece la reforma Secundaria del Futuro; que se de el tiempo necesario para las comunidades educativas y los expertos en educación puedan discutir y participar, para conformar una reforma que nos sirva a todos y a todas, y para tener una escuela media pública que mejore, que sea digna, que nos permita formarnos como ciudadanos críticos», afirmó el presidente del Centro de Estudiantes del Nicolás Avellaneda, Santiago Legato, este jueves en una conferencia de prensa.

Por su parte, la ministra Acuña insistió con los supuestos beneficios de la reforma planteada y explicó que no se iba a llevar a cabo una «prueba piloto» sino una implementación gradual a partir de 2018.

Además acusó a organizaciones políticas opositoras de incentivar el reclamo: «Está el reclamo válido de los estudiantes y, en paralelo y jugando sucio, están quienes no tiene escrúpulos y auspician estas medidas extremas como es tomar las escuelas». Específicamente nombró a legisladores del Frente para la Victoria y el Frente de Izquierda quienes en una reunión, según declaró, le dijeron «que están a favor de las tomas, que consideraban que era una forma de reclamo legítimo y que las estaban financiando”.

«La propuesta que le llevamos fue que necesitamos que haya una prórroga de esta nueva reforma porque no se han dado los tiempos ni los espacios para que haya una discusión profunda de qué educación media vamos a tener», comentó Legato sobre la reunión del miércoles. Pero no hubo respuesta.

Tanto Acuña como el ministro de Educación a nivel nacional, Alejandro Finocchiaro, echaron más leña al fuego criticando, nuevamente, la metodología de las tomas. «Hay quienes paralizan la escuela y le impiden a los alumnos ejercer su legítimo derecho a la educación diciendo que lo hacen para defender la escuela pública», dijo desde un acto en Neuquén el reemplazante de Esteban Bullrich.

«Nosotros estamos convencidos que tomar una escuela está mal», sumó Acuña e indicó: «Que la justicia le ponga el nombre jurídico». «No tenemos intenciones de ponernos a discutir con una parte de la justicia que ya ha resuelto que oponerse a las tomas es criminalizar la protesta, con lo cual nosotros no vamos por ese lado, pero sí vamos a seguir diciendo que está mal», añadió la ministra.

Las y los jóvenes insisten en que las tomas son la última opción de un proceso de lucha y la única forma para que el gobierno porteño los recibiera. «Nosotros desde el primer momento queremos dialogar. Pedimos reuniones con la ministra todo el año y nunca se acercó. Recién ahora que se tomaron 30 colegios se acerca», sostuvo el presidente del Centro de Estudiantes del Nicolás Avellaneda.

«Es muy fácil decirle a los estudiantes que tomamos los colegios por tomarlos o por joder, pero ahí se ve que la inmadurez está en las oficinas del Ministerio de Educación», agregó Manuel Ovando, del Centro de Estudiantes de la Escuela Normal Lenguas Vivas. Y subrayó: «La ministra dice que estamos incentivados por sindicatos y partidos políticos. Ella sabe perfectamente que eso es mentira. Ella es la única persona que está partidizando el conflicto».

Una reforma drástica, inconsulta y poco clara

Como explicó Notas, poco se sabe de la «Escuela Secundaria del Futuro», el proyecto que el gobierno porteño pretende comenzar a aplicar en 2018 al que se oponen desde el movimiento estudiantil y los sindicatos docentes.

Lo que se conoce, a través de un power point que las autoridades educativas subieron a la web, es que la reforma pretende reorganizar los contenidos por áreas en vez de por materias; convertir a las y los docentes en «facilitadores»; habrá un porcentaje de «aprendizaje autónomo y autorregulado a través de tecnologías»; algunos borradores decían que el 50% de 5to año sería de «aprendizaje y trabajo en organizaciones o empresas», mientras que el otro 50%, de formación en «emprendedurismo».

Este viernes las y los estudiantes se movilizarán, junto a sindicatos docentes, desde el Ministerio de Educación de la Nación a la sede educativa porteña.

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