24 agosto, 2017
Triunfó el oficialismo y Angola eligió al tercer presidente de su historia
Este jueves se dieron a conocer los resultados provisorios de las elecciones generales de Angola. Como se preveía, el gobernante Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) obtuvo un porcentaje de votos suficiente que le permite mantener la mayoría calificada en el parlamento y así designar como nuevo presidente a Joao Lourenzo.

Este jueves se dieron a conocer los resultados provisorios de las elecciones generales de Angola. Como se preveía, el gobernante Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) obtuvo un porcentaje de votos suficiente que le permite mantener la mayoría calificada en el Parlamento y así designar como nuevo presidente a Joao Lourenzo.
Con el 63,74% de los votos escrutados, el MPLA alcanza 64,57% del total y de esta forma obtendría 154 de las 220 bancas de la Asamblea Nacional. Si bien supone un retroceso respecto a los 175 parlamentarios que tenía hasta el momento, el resultado estaba entre las previsiones y le permite sostener los dos tercios que le garantizan aprobar leyes sin necesidad de acordar con otros sectores.
En segundo lugar, la principal fuerza opositora, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), de momento obtiene un 24,04%. Esto le permite pasar de 32 a 48 bancas. Una mejora que de todas formas se mantiene lejos de su mejor resultado: los 70 escaños que obtuvo en 1992, cuando se efectuó la primera elección multipartidista desde la independencia del país en 1975.
Tercera se ubica Convergencia Amplia de Salvación de Angola-Coalición Electoral (CASA-CE) con 8,56%, aumentando considerablemente los votos sacados en la elección anterior de 2012 pero lejos de su objetivo de constituirse como la principal oposición. Más atrás aparecen los otros tres partidos que presentaron listas: el Partido de Renovación Social que pasaría de tres a dos bancas, el Frente Nacional de Liberación de Angola, de dos a uno y la Alianza Patriótica Nacional, sin diputados.
Si bien la abstención alcanza un 23% se redujo en relación al 37% de los últimos comicios.
El tercer presidente y el nuevo liderazgo
Dado que la elección del presidente de Angola se da de forma indirecta y es el partido más votado para el cuerpo legislativo es el que lo designa, Joao Lourenzo, actual ministro de Defensa y candidato del MPLA, ya es virtualmente el nuevo mandatario.
De esta forma se convertirá en el tercer jefe de Estado del país desde la independencia siguiendo los pasos de Agostinho Neto (1975 – 1979) y José Eduardo dos Santos (1979 – 2017). El hecho de suceder a un presidente con tantos años en el poder ha generado distintas especulaciones respecto al margen de maniobra que tendrá Lourenzo.
Si bien plantea una línea de continuidad con dos Santos, se prevé que mantendrá la autonomía suficiente para ejercer un gobierno con características propias. Entre otras razones porque es un hombre con fuerte llegada a las Fuerzas Armadas y con amplia trayectoria en el partido gobernante ejerciendo distintos cargos desde la década del ’80 y habiendo participado en la guerra de independencia.
Asimismo durante su campaña Lourenzo planteó la necesidad de combatir la corrupción, uno de los principales puntos débiles del MPLA, y el narcotráfico.
El nuevo presidente también deberá afrontar un escenario económico que si bien no es crítico, se presenta complejo. Con más de 28 millones de habitantes, innumerables recursos naturales y 15 años de paz luego de 27 de guerra civil (1975 – 2002), Angola tiene considerables niveles de pobreza y enormes deudas en materia de infraestructura.
La crisis del petróleo -principal producto de exportación- agudizó esta situación en la tercera economía del África subsahariana detrás de Sudáfrica y Nigeria. Además la inflación interanual al mes de junio fue de 27,29%.
Cabe destacar que producto del conflicto interno, gran parte del territorio angolano se encuentra aún plagado de minas antipersonales. El trabajo de retirar ese material bélico se ha desarrollado de manera sostenida pero es muy costoso y lleva muchos años. El país también se ve afectado por los conflictos en naciones vecinas, principalmente la República Democrática del Congo que hace décadas afronta distintas guerras civiles que producen que miles de refugiados crucen la frontera.
Del partido de la revolución al partido del poder
Surgido en 1956 y de inspiración marxista, el MPLA fue la principal organización revolucionaria de Angola en la extensa guerra de independencia contra Portugal que concluyó con el retiro de la potencia colonial en 1975. A partir de ese año, en que se hizo con el gobierno, debió enfrentar una ardua guerra civil contra la UNITA financiada por EE.UU. y el regimen racista del apartheid sudafricano.
Incluso las propias tropas sudafricanas invadieron Angola en repetidas oportunidades durante los años ’70 y ’80. Lo hicieron por primera vez el 14 de octubre de 1975 para impedir que el movimiento liderado por Neto asumiera la presidencia -como estaba previsto- el 11 de noviembre. Fue la ayuda de las tropas cubanas enviadas por Fidel Castro lo que impidió que el ejército racista llegara a Luanda, la capital, y debiera replegarse.
Los años siguientes estuvieron signados por el enfrentamiento entre las tropas negras de Angola y Cuba y las supuestamente invencibles Fuerzas de Defensa de Sudáfrica. La derrota definitiva de estas últimas en 1988 permitió no sólo la independencia de Namibia (ocupada colonialmente por el régimen de Pretoria) en 1990, sino que también abrió paso al fin del aparheid.
Como declaró Nelson Mandela, la victoria cubana de 1988 “destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco y sirvió de inspiración al pueblo combatiente de Sudáfrica. [La batalla de] Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del apartheid”.
No obstante, la guera civil angolana persistió hasta 2002 cuando fue asesinado el líder de la UNITA, Jonas Savimbi. En ese marco, durante los años ’90 con la caída del bloque socialista y el avance del neoliberalismo a nivel mundial, el MPLA fue mutando.
Si bien logró convertir a un país azotado por la guerra en una potencia económica regional, lo hizo a costa de abandonar gran parte de sus postulados progresistas y revolucionarios. Tal es así que en la actualidad la familia del saliente presidente dos Santos es una de las más ricas del país y su hija es considerada la mujer más adinerada del continente.
Las denuncias de corrupción y la transformación de aquella organización revolucionaria en una maquinaria burocrática de gobierno han generado cierto desgaste que si bien no hace temblar su hegemonía, se encuentra en permanente retroceso electoral desde 2008 hasta la actualidad.
El devenir del próximo gobierno será fundamental en el futuro del país y también del partido que supo conquistar y sostener la independencia en una de las luchas más épicas que han dado los pueblos del mundo contra el imperialismo y el racismo.
Santiago Mayor- @SantiMayor
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