21 agosto, 2017
Manuel Becerra: «El argumento de la idiosincrasia se termina en la Constitución Nacional»
La Corte Suprema de Justicia se encuentra desarrollando una serie de audiencias públicas en el marco de una acción judicial iniciada en 2010 para solicitar el cese de la educación católica obligatoria en las escuelas de Salta. En diálogo con “LlevaloPuesto” (FM La Tribu 88.7), Manuel Becerra, docente y partícipe de las audiencias, detalló qué está en discusión.

La Corte Suprema de Justicia se encuentra desarrollando una serie de audiencias públicas en el marco de la acción judicial iniciada en 2010 por la Asociación de Derechos Civiles (ADC) y familias salteñas para solicitar el cese de la educación católica obligatoria en las escuelas de la provincia. En diálogo con “LlevaloPuesto” (FM La Tribu 88.7), Manuel Becerra, docente y partícipe de las audiencias, contó qué está en discusión.
– ¿Qué argumentos se expusieron en las audiencias de la semana pasada?
– Tuvieron lugar más de 30 exposiciones entre amicus de la parte actora o demandante y de los demandados (el Estado de Salta). Hubo argumentos de todo tipo. A mi criterio, que acompaño las asociaciones por los derechos civiles, los argumentos vertidos por los otros amicus me parecieron débiles porque se sostenían sobre falacias. Por ejemplo esgrimían que si se saca la educación religiosa eso perjudica a los pobres que no tendrían la posibilidad de educar a sus hijos en la religión.
Hay una disposición del Ministerio Público Fiscal después de una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Salta, que dice que hay que ofrecer otras religiones, no solamente el catolicismo, cosa que no sucede, se sigue ofreciendo únicamente el catolicísimo, los chicos se siguen segregando en la hora de religión, se reza en diferentes momentos del día. Hay toda una serie de situaciones que no se han modificado sustancialmente a partir de las resoluciones posteriores.
Del lado de los amicus de la parte actora, hay varias organizaciones que pertenecen a cultos no católicos que plantean una separación clara entre iglesia y Estado y una laicidad educativa tajante. Los amicus del Estado de Salta hacían referencia a filósofos medievales en 2017, de forma literal, para defender a la educación religiosa en las escuelas públicas de Salta.
Yo en mi intervención me centré más que nada en las lógicas escolares. En lo que le pasa a los chicos que son marginados en la primaria de su grupo de pertenencia, que son señalados como no creyentes, que tienen que bancarse ritos que no tienen por qué compartir.
– Juan Manuel Urtubey, gobernador de la provincia, declaró que el 90% de la población salteña está en contra de quitar la religión, y argumenta que no interviene porque es una cuestión de tradición.
– Sin duda es el catolicismo es la religión mayoritaria en Salta al igual que en la Argentina. Justamente lo que se está tratando acá es de salvaguardar los derechos de las minorías, sean creyentes o no creyentes. De los que no participan de los cultos católicos y de los que no participan de ningún culto, los ateos.
El argumento de la idiosincrasia se termina en el momento en que los representantes del pueblo de Salta firmaron las constituciones de 1853 y de 1994, con la incorporación de tratados internacionales que señalan que acá hay violaciones de derechos. Entonces todo bien con la idiosincrasia de las 24 jurisdicciones que componen la Nación. Pero sus representantes adhirieron a la Constitución Nacional. Por supuesto es que hay que respetar las tradiciones y culturas pero eso tiene que estar supeditado indudablemente a la Constitución Nacional del Estado argentino.
Se pueden arbitrar maneras para que no se saque la educación religiosa pero ofreciéndola fuera de la currícula oficial. Hay muchas posibilidades para implementar algo que anule los efectos discriminatorios de la ley actual sin sacar la educación religiosa sin necesidad de lesionar los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Al argumento de que los chicos pobres no podrían desarrollar una perspectiva religiosa por fuera de la escuela pública, yo respondí que soy docente en la Ciudad de Buenos Aires en la Villa 31 y los invité a constatar la diversidad de manifestaciones religiosas de quienes viven allí sin que se eduque religión en la escuela
– Más allá de este tema puntual, ¿cómo se puede incorporar a otras minorías, como por ejemplo a niños y niñas trans en las escuelas?
– En cuanto a la discriminación de otras minorías, se trata de un avance lento a partir de la ley de Identidad de Género hasta que la escuela pueda ir desarrollando mecanismos para poder incorporar la ley a las prácticas cotidianas. Porque otra cuestión que concurre en este tema es cómo se implementan las normas dentro de la escuela. Hay escuelas, regiones con más permeabilidad para incorporar a los deportes, por ejemplo, a los chicos y chicas trans de acuerdo a su género autopercibido y otras donde sea mucho más difícil de acuerdo a la bajada conservadora de las instituciones.
Si tomamos en cuenta que es el Estado quien debe garantizar, es deber del Estado que debe tener una bajada muy fuerte y sostenida en el tiempo. En general terminan siendo grupos aislados que tratan de correr la barrera de los derechos para incluir a más personas, y eso se manifiesta tanto en el caso de la religión en Salta como en la implementación de la ley de Identidad de Género en las escuelas.
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