10 agosto, 2017
«La diferencia entre Cristina y Bullrich va a organizar toda la política nacional»
En una entrevista con «Llevalo Puesto» (FM La Tribu 88.7), el analista político Martín Rodríguez explicó su mirada sobre la campaña electoral, cómo llega cada espacio a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y qué pasará de cara a octubre. El rol clave del conurbano bonaerense y la campaña novedosa de Cristina Fernández en el centro del análisis.

En una entrevista con «Llevalo Puesto» (FM La Tribu 88.7), el analista político Martín Rodríguez explicó su mirada sobre la campaña electoral, cómo llega cada espacio a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y qué pasará de cara a octubre. El rol clave del conurbano bonaerense y la campaña novedosa de Cristina Fernández en el centro del análisis.
– ¿Cuál es el impacto que pueden tener estas PASO a diferencia de otras elecciones primarias?
– Es bastante más que lo que parece. En primer lugar se desnaturaliza un poco el sentido de las PASO. No hay ninguna fuerza, más allá de algún distrito particular, que esté usando las PASO de otro modo que no sea una especie de primera vuelta de una elección. En general solo se van a comparar los resultados de las distintas fuerzas. Se ha adaptado el sistema político a las necesidades de la política y se desnaturalizó el sentido originario de las PASO.
No lo digo porque a mí me interese cuestionar las leyes, sino porque creo que se va a abrir un debate sobre la utilidad de las PASO después de estas elecciones. Estoy casi seguro. Podríamos estar ante las últimas PASO.
Yendo más a lo político, me parece que Cambiemos, en toda su novedad de haber sido la llegada al poder de un no peronismo, la construcción de un partido nuevo que colocó al radicalismo en el furgón, efectivamente como todas las elecciones legislativas va a funcionar como un plebiscito del gobierno. Creo que en el caso del peronismo, no hay una etiqueta nacional que esté presente en los 24 distritos, con lo cual la suma de votos nacionales solo la va a tener Cambiemos, eso de por sí es una novedad.
También es cierto que durante los años del kirchnerismo pasaba lo mismo. La única fuerza nacional es la del que ocupa el Estado. Se desnacionaliza la oposición y sólo se nacionaliza la política oficial. Eso es algo para pensar.
– ¿Y cómo queda la oposición?
– Habría que ver qué pasa en la provincia de Buenos Aires. Porque esta idea de que Cambiemos es la única fuerza nacional es una foto. Del otro lado tenés oposiciones y peronismos. A lo mejor a partir de algún resultado se reagrupa el peronismo. No quiero ser apocalíptico con esto de que la única fuerza nacional es Cambiemos. Creo que es parte de la condición de un sistema política donde tener el Estado y el gobierno genera una supremacía muy grande. Contra lo que piensan muchos politólogos en la Argentina, yo creo que los partidos políticos no gozan de buena salud.
Tampoco el peronismo o la oposición está en gran desventaja. La que se va a nacionalizar es la provincia de Buenos Aires. Ese es el punto donde vamos a estar todos mirando.
– El día del escrutinio, ¿hay alguna seccional de la provincia o alguna localidad que tengamos que mirar con detalle para seguir los resultados?
– Quienes miran con mucha sabiduría la Provincia de Buenos Aires, mirarían La Matanza para saber cuánta diferencia –porque el resultado está cantado- efectivamente logra Cristina sobre los segundos y terceros. Venimos pensando que en La Matanza el segundo puede ser Massa. También quienes miran la provincia dicen que otros distritos son claves como Mar del Plata, que está muy disputada. Cristina hizo un acto muy importante y el gobierno de Cambiemos también. Esa es una ciudad clave porque puede mostrar muchas cosas. Veremos qué pasa.
En principio tengo la impresión de que el gobierno está atrapado en su propio juego. El peronismo siempre fue bonaerense o no fue nada. Incluso en su ceremonia inaugural nace con la invasión bonaerense. El 17 de octubre de 1945 son los trabajadores de la periferia que llegan a la Ciudad a pedir la libertad de Perón. Hay algo bonaerense muy profundo.
– ¿Qué consecuencias puede tener estas PASO en las elecciones de octubre a la hora de pensar las campañas?
– Hay que ver el resultado. Todos dicen que en Provincia gana Cristina, que puede haber una ventaja muy amplia. Y también otros dicen que Cambiemos tiene un voto “secreto”, vergonzante, que no aparece y está fuera de radar en las encuestas. Si tuviese que jugar, jugaría por un triunfo holgado de Cristina que es lo que teme el gobierno. Pero en las últimas semanas, afinó la campaña. Pese a los furcios de Esteban Bullrich puso a la economía en la campaña e intentó generar la imagen de una situación de recuperación.
El nudo de la campaña está ahí, en la diferencia que pueda haber entre Cristina y Bullrich. Eso va a organizar el resto de la política nacional, la percepción de gobernabilidad y hasta el fracaso o no del gobierno. Desde 2001 para acá que gobernar la Argentina empieza por gobernar el conurbano, no hay gobernabilidad sin eso. Eso lo supieron Duhalde, De La Rúa, Kirchner y Cristina. Y lo van sabiendo desde el gobierno.
Por supuesto que el conurbano expresa algo más. Concentra una gran cantidad de votos pero también expresa un tipo de economía local, PyME, un tipo de relación entre la ciudadanía y el Estado. Y hay conurbanos también: Gran Rosario, Córdoba, Mendoza. Otras ciudades que tienen más o menos una realidad parecida. Esa realidad de la clase baja, de quienes cobran Asignación Universal por Hijo, quienes trabajan en PyMEs o viven en la informalidad laboral, es la Argentina que está en cuestión si Cambiemos es capaz de gobernar. Digo, para que no parezca que sólo tiene que ver con la capacidad de “doblegar” la fuerza clientelar del peronismo.
– ¿Cómo funcionan, desde una perspectiva relacional, las campañas tan distintas de Cristina y Cambiemos?
– Dicen que la mejor Cristina es la Cristina en campaña. En 2007 y 2001 tenía características que después no aparecían en el día a día. Aparece una Cristina más sensible. Uno decía, ¿dónde está la autocrítica? Y la autocrítica es en acto, en el despliegue de su campaña. Entendió que no sumaba más su omnipresencia ni hablarle a las audiencias más militantes. Está utilizando recursos más novedosos, y hablándole directamente al bolsillo y a los lastimados de este nuevo modelo, que está muy por afuera de lo que sería su campo más específico, de los temas más clásicos del kirchnerismo como son los derechos humanos o la región o ciertas políticas públicas.
Le habla a gente que no está comprendida en ese campo simbólico de las temáticas “clásicas” del kirchnerismo. Entendió que eso tenía un límite y que para construir esa nueva mayoría, tiene que caminar por afuera. Y encontró una forma de ese afuera que la hace sentir cómoda: el mano a mano. Sin presencia de medios que puedan tergiversar. Efecto sorpresa. Viralización en redes sociales. Es una campaña contracultural, por así decirle. Mostró una gran habilidad.
Pero el domingo los votos dirán quién tiene razón. Eso es lo maravilloso de la elección: se termina el análisis político y comienzan los datos de lo que la gente vota.
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