Nacionales

8 agosto, 2017

Una peregrinación contra el hambre y la exclusión

Plena implementación de la Ley de Emergencia Social, y urgente declaración de la Emergencia Alimentaria en todo el país, las demandas más resonantes de una movilización de alrededor de 300 mil personas. Qué dejó esta verdadera peregrinación de laburantes por las calles de Buenos Aires camino a la Plaza y a la fuente que siempre los y las acobijó.

Del santuario de San Cayetano en Liniers a Plaza de Mayo por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo, por segunda vez. Las organizaciones revelaron una convocatoria de 300 mil personas, es decir, 200 mil más que el 7 de agosto de 2016. Plena implementación de la Ley de Emergencia Social, y urgente declaración de la emergencia alimentaria en todo el país, las demandas más resonantes. Qué dejó esta verdadera peregrinación de laburantes por las calles de Buenos Aires camino a la Plaza y a la fuente que siempre los y las acobijó.

“No se puede separar la fe del pueblo de la lucha, aunque hay mucho interés para que vayan separados: que sólo vayas a pedir, a agradecer, a rezar, pero nunca salir a luchar”, largó Esteban “Gringo” Castro, secretario General de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), durante los primeros pasos de la marcha a la salida del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.

Overol, cascos de construcción, palas, tractores, hasta una lacha, pintaron un desacostumbrado paisaje en la avenida Rivadavia, que fue caminada, con bombos y cantos, del Nº 11301 al Nº 1800, hasta desembocar en Plaza Congreso. “Hay muchos más trabajadores de la economía popular a partir de las medidas económicas del gobierno de Macri. Lo que hacemos es doblegar la apuesta para que sea visible y que se entienda que los trabajadores de la economía popular no somos caprichosos”, explicó a Notas Jaquelina Flores, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos.

La plena implementación de la Ley de Emergencia Social, aprobada en diciembre de 2016, es reclamada por las organizaciones bajo algunos datos: las partidas no alcanzan, hay instituciones que aún no fueron creadas  aunque la ley lo dicte, y de 250 mil personas que deberían cobrar el Salario Social Complementario, hoy en día sólo lo reciben 120 mil. Sumado a eso, el ingreso mensual de los trabajadores y trabajadoras de programas de empleo está por debajo de la línea de indigencia.

A su vez, el pedido de tratamiento legislativo al proyecto de ley para declarar la Emergencia Alimentaria, responde a un reclamo social generalizado: “en Argentina vemos en los merenderos, comedores, ollas populares, cooperativas, la necesidad de recibir mejores nutrientes y alimentos en cantidad, porque el sueldo no alcanza”, detalló a Notas Juan Grabois, dirigente de la CTEP. A su vez, remarcó que “si los pibes no comen bien de chicos no se van a recuperar por más que el país crezca, o lleguen las inversiones mágicas”.

“Es una ley que tiene como objetivo atender la situación de urgencia con respecto a la alimentación que vemos en todos los barrios de la argentina, a través del refuerzo de las partidas presupuestarias de comedores y merenderos, y garantizando mensualmente a cada familia el acceso a una canasta de alimentos de la economía popular”, detalló a este portal la diputada nacional del bloque PpV-Movimiento Evita, Lucila De Ponti, una de las principales promotoras de esta iniciativa en el Congreso.

¿Justo en elecciones?

Puede ocurrir que, en época de elecciones, se confunda (o se intente confundir), el reclamo de los más humildes con una artimaña política-partidaria. Frente a esta disyuntiva, el secretario general de la CTEP aclaró: “Nosotros entendemos que existe la coyuntura electoral, pero lo que planteamos es que no podemos esperar a que termine la coyuntura cuando hay problemas tan urgentes, como la alimentación y la violencia generada por el narcomenudeo en nuestros barrios”.

En Plaza Once apareció uno de los triunviros de la Confederación General del Trabajo (CGT), Juan Carlos Schmid, quien aportó a Notas una mirada similar: “Los problemas de las elecciones, en todo caso, forman parte de una fecha en el calendario electoral, pero los problemas sociales siguen estando presentes aún después de las seis de la tarde cuando cierran las urnas”.

En tono un tanto sarcástico, Grabois deslizó: “La parte positiva es que los candidatos tienen que hablar menos cuestiones de vedetismo, de quién sonríe mejor, quién va a pegarle más fuerte a los pibes, y deben hablar un poco más de los problemas estructurales de la argentina”. A su vez, el dirigente de la CTEP aclaró: “Se puede utilizar malintencionadamente para plantear que hay algo partidario detrás, cuando en realidad las organizaciones que encaramos esto tenemos una enorme diversidad en el pensamiento ideológico”.

La columna que marchaba desde Liniers se nutrió por cantidades de personas y nuevas columnas que se sumaban desde diferentes puntos de la ciudad, principalmente en Plaza Once, Congreso y 9 de Julio. Hacía frío para patas en la fuente pero eso no evitó que las multitudes la rodearan, descansaran sobre ella. “Estamos absolutamente felices por este día, y tiene que ver que hace muchos años venimos afianzándonos en la fe, y la contundencia de esta marcha evidencia que lo que venimos denunciando, es efectivo”, agregó Jaquelina Flores, quien también milita junto a los cartoneros y cartoneras de la ciudad y el conurbano.

Las organizaciones no están dispuestas a perder la calle, al margen si el debate por la Emergencia Alimentaria se traba o no en los canales legislativos. “Aunque no tenga cobertura de los grupos mediáticos, de alguna manera llega al poder este reclamo por justicia social”, aseguró Grabois, quien finalizó: “Nuestra forma de transformar la realidad es con la construcción popular de la agenda pública”.

Marcos Lede Mendoza – @pichulede1

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