1 agosto, 2017
Allanaron el Centro Universitario de Devoto y destruyeron material educativo
El viernes por la noche, cuando ya no había estudiantes ni profesores, miembros del Servicio Penitenciario ingresaron a realizar una requisa en el Centro Universitario de la cárcel de Devoto (CUD), espacio bajo jurisdicción de la Universidad de Buenos Aires. Este lunes se encontraron objetos rotos y todo desordenado.
El viernes por la noche, cuando ya no había estudiantes ni profesores, miembros del Servicio Penitenciario ingresaron a realizar una requisa en el Centro Universitario de la cárcel de Devoto (CUD), espacio bajo jurisdicción de la Universidad de Buenos Aires. Este lunes se encontraron objetos rotos y todo desordenado.
No es la primera vez que agentes de la cárcel ingresan a este espacio y realizan desmanes. Sin embargo los estudiantes privados de su libertad, docentes y organizaciones que trabajan dentro del penal denuncian que este tipo de violencia se ha incrementado en el último tiempo.
«El viernes nos reintegran al penal a las seis de la tarde y a las nueve de la noche nos enteramos por compañeros que escucharon ruidos que habían ido a hacer una requisa al CUD», contó a Notas el presidente del centro de estudiantes Alejandro Paladino.
Este lunes a la mañana cuando bajaron nuevamente al CUD se encontraron todo revuelto. «Llegaron un par de coordinadores el de Filosofía, el de Ciencias Exactas, entre otros e intentaron registrar y dar crédito de los distintos daños que se habían realizado», apuntó el estudiante.
Paladino explicó que, a diferencia de lo que sucedía antes, «la requisa puertas adentro del Centro Universitario es materia de conflicto judicial» pero «ya no se discute si se hace requisa porque hay un fallo firme que lo permite». En ese sentido lo que discuten no es la acción en sí sino «cómo se hace, ya que las pertenencias dentro del CUD son de la Universidad de Buenos Aires».
«El hecho de destruir el esfuerzo de los estudiantes y docentes por un mero capricho da mucha bronca», expresó el entrevistado. «Nos cuesta mucho cambiar una cerradura o arreglar un escritorio que quizás se vence por el frío y la humedad. Al Servicio Penitenciario le cuesta afrontarlo. Entonces terminamos todos renegando por cosas que rompe la misma requisa», añadió.
En concreto señaló que «hubo distintos desmanes en algunas coordinaciones pero más que nada mucho desorden». «Se están inventariando todas las cosas rotas como para poder elevar a quien corresponda», dijo.
Asimismo aclaró que todavía «no hubo respuesta» de parte de las autoridades pero se sabe que no encontraron nada raro: «A lo sumo un módem, un teléfono o un cargador».
«Ahora se está evaluando como va a continuar todo esto. Vino la Procuración, los coordinadores de la UBA y con los compañeros vamos a ver cuales serán las acciones a seguir», explicó Paladino.
Finalmente remarcó que esto «no fue un hecho aislado», por el contrario «viene acompañado de una escalada del Servicio Penitenciario y el Estado». «Se sancionó una ley [de Ejecución Penal] que es bastante compleja para nosotros en lo que respecta a los informes criminológicos, las salidas», sostuvo y subrayó que «están molestando mucho más que antes, hostigan».
Incluso ha habido cambios simbólicos importantes: «Antes los miembros del Servicio tenían un traje gris y ahora tienen trajes negros camuflados para la guerra. Todo tiene una representación». «Uno intenta generar consenso para querer trabajar pero es difícil», concluyó el estudiante.
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