Batalla de Ideas

17 julio, 2017

Pink Tax: pagar más solo por ser mujer

Por Valeria Silva. El impuesto rosa, conocido mundialmente como «pink tax» es una tasa invisible que implica una diferencia de precios entre los productos para mujeres y para hombres. En lo cotidiano se traduce, por ejemplo, en que es más caro comprar una máquina de afeitar rosa con la leyenda «for woman» que una azul.

Por Valeria Silva*. El impuesto rosa, conocido mundialmente como pink tax es una tasa invisible que implica una diferencia de precios entre los productos para mujeres y para hombres. En lo cotidiano se traduce, por ejemplo, en que es más caro comprar una máquina de afeitar rosa con la leyenda for woman que una azul.

La diferencia de precio se explica sólo por el público al que está dirigido. Podemos definirlo como una discriminación económica basada en el género o discriminación de precios por género.

Pink Tax 2
Carrefour Monroe y Montañeses, 8 de julio de 2017

En 1994, el Estado de California estudió la cuestión y estimó que las mujeres efectivamente pagan un «impuesto de género» anual de aproximadamente 1,351 dólares por los mismos servicios que los hombres. Fue allí que se legisló sobre el tema incorporando a través de La Ley de Derogación de Impuestos de Género la equidad de precios entre hombres y mujeres.

Estas diferencias de precios se suceden en un mundo donde además las mujeres estamos en peores condiciones económicas que los varones. A nivel mundial, se estima que las mujeres ganamos un 23% menos que los varones.

Pero… ¿por qué hacer productos destinados a mujeres cuando somos las que menos dinero ganamos? La respuesta está en que las mujeres tomamos el 70% de las decisiones de compra a nivel mundial. Esto tiene estrecha relación con que seguimos siendo las que más trabajo de cuidado y reproductivo realizamos, lo que incluye encargarnos de la mayoría de las compras del hogar. El ser las más activas en el mercado nos convierte en un target perfecto para dedicar el marketing y las estrategias de consumo.

Las mujeres además hacemos frente a gastos mensuales relacionados con el periodo menstrual, que pueden ir de 150 a 250 pesos por mes, y es justamente en los productos de higiene personal donde el sobreprecio es más evidente.

Un claro ejemplo de gastos asociados a esto es el del ibuprofeno para los espasmos que es mas caro si es para consumo femenino (unos $35,48 por 10 comprimidos para la versión “mujer” cuando el precio del “común” es de $34,38). No solo por las diferencias naturales las mujeres tenemos mayores gastos que los hombres, sino que además pagamos mas caros los productos relacionados al cuidado femenino.

Pink Tax 1

¿Cómo enfrentamos el pink tax?

Ahora que sabemos que existe este impuesto a las mujeres, el primer paso es que se sepa. El segundo paso si sos mujer: compará los precios y si, frente a dos productos iguales, uno de ellos sale más caro por ser rosa: no lo compres.

Desde el Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP) estamos impulsando en twitter el hashtag #ImpuestoRosa para denunciar estas diferencias de precios que se ven en el mercado.

Como tercer punto, debemos exigirle al Estado políticas públicas que lo regulen y no que lo avalen. Actualmente en la lista de precios cuidados figuran las afeitadoras BIC con precios distintos para hombres y mujeres.

Maneras de solucionar las diferencias de género existen, solo hace falta un Estado presente con acciones claras en contra de cualquier tipo de discriminación.

Informe completo sobre el Pink Tax

@cualquiiiera

* Economista y miembro del Equipo de Estudios sobre Economía de Género del OCEPP

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