11 julio, 2017
Polémica y sangre a mediados de julio en Venezuela
Por Emilio Torres, desde Caracas. La opinión pública venezolana fue tomada por sorpresa después de que se anunciara el traslado del dirigente opositor Leopoldo López a su hogar para cumplir arresto domiciliario. El hecho resulta una concesión sin igual para calmar las aguas, pero el conflicto en el país muestra múltiples rostros.

Por Emilio Torres, desde Caracas. La opinión pública venezolana fue tomada por sorpresa después de que se anunciara el traslado del dirigente opositor Leopoldo López a su hogar para cumplir arresto domiciliario. El hecho resulta una concesión sin igual para calmar las aguas a medida que se acerca la elección para la Constituyente. Pero el conflicto en el país muestra múltiples rostros. El lunes, a tan solo un día de iniciada oficialmente la campaña, un candidato fue asesinado en pleno acto.
Casa por cárcel
La mañana del sábado 8 sorprendió a propios y extraños cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anunció el traslado de Leopoldo López de la prisión de Ramo Verde a su hogar para cumplir el resto de su pena bajo arresto domiciliario. El hecho fue inicialmente celebrado como una victoria en el campo opositor y sin duda trajo consternación entre la base social chavista.
Fundador del partido Voluntad Popular, Leopoldo López fue procesado y enjuiciado como uno de los principales instigadores y planificadores de la campaña conocida como “La Salida”. Así es como la oposición venezolana llamó a los hechos de violencia callejera que en 2014 dejaron un saldo de 43 personas muertas. Sobre él pesan cargos por delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir.
En forma similar a los hechos que iniciaron en abril de este año, en aquel entonces se buscó forzar la salida adelantada del gobierno encabezado por el presidente Nicolás Maduro promoviendo abiertamente la desestabilización del país.
En línea con las razones prestadas por el gobierno, el Comité de Víctimas de la Guarimba de 2014 expresó su posición: «No seremos las víctimas quienes le cerremos la puerta a la posibilidad de diálogo y reconciliación del país», afirmaron, no sin antes dejar en claro que «Leopoldo López es el culpable de las 43 muertes del 2014».
La decisión del TSJ no se halla escindida del contexto político nacional. Sin duda, representa una prenda de paz que busca calmar las aguas dentro y fuera del país para estabilizar el proceso político e inyectar nueva vida al diálogo. Igualmente, que la oposición celebre una decisión de la justicia pone en entredicho su actitud de deslegitimar y desconocer toda iniciativa del Estado.
La campaña por la liberación de López ha sido una de las banderas de la oposición venezolana. Si él fue convertido en un mártir vivo por sus simpatizantes; su esposa, Lilian Tintori, se volvió virtualmente en la embajadora de los esfuerzos de la MUD por presionar, condicionar y aislar diplomáticamente al gobierno venezolano.
Tras recibir en su casa a su marido, Tintori declaró en las redes sociales: “Le di las gracias a Delcy Rodríguez y a Jorge Rodríguez. (…) si tenemos que trabajar en conjunto para lograr entendernos; lograr concordia cuentan conmigo”. Sus palabras no pasaron desapercibidas entre la dirigencia opositora. No solo expuso que en efecto existía un canal de negociación desde un sector de la oposición con el gobierno, hecho que en ocasiones anteriores había sido negado rotundamente. También generó interrogantes sobre la continuidad de la agenda de acción callejera promulgada por la MUD y cuánta cohesión demostrará de ahora en más la coalición opositora.
Entre caníbales
El gobernador del estado Miranda y dirigente del partido opositor Primero Justicia, Henrique Capriles Radonski, no dudó en alimentar la polémica el domingo. Lanzó duras indirectas contra Tintori y sus colegas: “Hay que tener buena memoria después de haber mentido”. Y tras negar la posibilidad de que se levantaran las protestas del lunes dejó en claro que daba libertad de acción a sus partidarios. El martes fue más allá y afirmó que “Lilian no es política. El político es Leopoldo”.
Sin embargo la realidad viene mostrando una merma en la capacidad de convocatoria de la oposición tras el entusiasmo inicial que recibió. La prolongación del estancamiento del conflicto también genera su desgaste sobre la MUD. El mayor protagonismo que vienen acaparando los grupos de choque del ala más radicalizada aleja a un sector de posibles simpatizantes que no concuerdan con los métodos violentos.
Además, si la prisión domiciliaria es la antesala para una posible liberación de López y su regreso a la política, la popularidad de su figura sin duda opacará al resto de dirigentes antichavistas en las internas ante una eventual carrera electoral.
El próximo domingo 16, la MUD hará su mayor demostración de fuerza durante el plebiscito que ha convocado con la intención de desconocer la legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente convocada por el gobierno. Aunque se trate de una iniciativa simbólica, su resultado buscará demostrar cuánto ha podido capitalizar de los últimos tres meses de protestas
La sangre
El lunes presentó un nuevo salto en el accionar de los grupos violentos que buscan interponerse en el proceso político. En la ciudad de Maracay, estado Aragua, fue asesinado el candidato constituyente José Luis Rivas Aranguren mientras se encontraba en pleno acto de campaña.
La misma tarde, una columna motorizada de la Guardia Nacional Bolivariana fue atacada en la en la zona de Altamira, Caracas, con un explosivo activado a control remoto. Como resultado, 7 efectivos de la GNB y un periodista resultaron heridos.
En paralelo, Ruben Dario González, de 16 años, fue asesinado en la urbanización La Isabelica de la ciudad de Valencia mientras participaba de las “trancas” o corte de calles convocadas por la oposición. Sin embargo no pudo determinarse la procedencia del disparo y no había efectivos de las fuerzas de seguridad al producirse el hecho. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha condenado el uso de menores de edad en las protestas.
A pesar de que se abra una ventana a la posibilidad de diálogo nacional, estos hechos traen interrogantes sobre el nivel de autonomía y estructura organizativa que han adquirido los grupos armados opositores que se aglutinan bajo la etiqueta de “La Resistencia”.
Si lo de Leopoldo López fue bien recibido por la opinión internacional, el senador republicano Marco Rubio (reconocido promotor de la oposición venezolana) amenazó que Venezuela enfrentaría sanciones si la Constituyente se realiza. Pese a los gestos de un sector de la oposición ¿no se complementa la agenda de violencia con su intención de obstruir el proceso constituyente? A menos de 20 días de las elecciones del 30 de julio, y con este inicio, ¿qué nuevas ramificaciones y alcances adoptará?
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