19 junio, 2017
«Pretenden volver a incluir cláusulas de flexibilización en los convenios laborales»
El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma), Luis Campos, desmenuzó, en una entrevista con «Quemar las naves» (Radio Sur 88.3), las intenciones del gobierno y los empresarios respecto a la justicia laboral.

El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma), Luis Campos, desmenuzó, en una entrevista con «Quemar las naves» (Radio Sur 88.3), las intenciones del gobierno y los empresarios respecto a la justicia laboral.
– ¿Por qué el gobierno pone en discusión ahora el tema de las “mafias de los juicios laborales”?
– La idea de una supuesta mafia de los juicios laborales o la industria del juicio, es una idea remanida, aparece de forma recurrente. El año pasado el gobierno ya había hablado en estos términos, justo antes de implementar la reforma de la ley de riesgos de trabajo a través de un decreto de necesidad y urgencia. Antes, en el gobierno anterior, la presidenta también había hablado en este sentido.
Si uno se pone a mirar en qué consistiría esta “mafia” se encuentra que son puras declaraciones discursivas. No existe. Si existiera, el presidente debería denunciarlo penalmente, debería haber alguna investigación porque estaríamos frente a estudios de abogados o jueces que inventan juicios millonarios. Y eso, si fuera así, lo menos que motivaría sería una investigación por el delito de estafa procesar. Con lo cual, hay mucho de discursivo pero no es menor.
Cuando se instalan estas ideas, estos debates, lo que hacen es apuntar al verdadero objetivo, tanto el gobierno nacional como los empresarios. Ese objetivo no es avanzar contra los juicios laborales, sino contra los derechos laborales. Si uno se pone a pensar en qué consisten esos juicios, tiene que ver con la violación de derechos de los trabajadores por parte de los empleadores. Lo que quieren modificar no es tanto la existencia de esos juicios, sino las leyes que otorgan derechos a los trabajadores.
Efectivamente, ¿hay muchos reclamos laborales? Sí. Pero esto no tiene tanto que ver con abogados o jueces inescrupulosos, sino con la existencia de una infinidad de casos donde se violan los derechos de los trabajadores. Y la única forma de reclamarlo lamentablemente es a través de un juicio. Que para los trabajadores es la peor opción: suelen durar años, postergarse en el tiempo, no siempre se pueden cobrar porque las empresas no siempre son solventes, etc.
– ¿El macrismo quizás está planteando tocar más de fondo las condiciones laborales?
– Para una empresa en Argentina que cumple con la legislación laboral, despedir es muy barato. Con lo cual desterremos la idea de que si una PyME despide, quiebra. Efectivamente lo que quieren hacer es reducir la protección legal -la ley de contratos de trabajo, los convenios colectivos- y dentro de esa discusión entra todo este planteo sobre la competitividad y la productividad. Que tiene que ver en parte con la legislación laboral, pero sobre todo con los convenios colectivos de trabajo.
Ahí hay un intento bastante avanzado de volver a introducir cláusulas de flexibilización laboral en los convenios. Cuando se habla de presentismo, productividad, después se plasma en cláusulas que afectan la forma en que se realiza el proceso de trabajo. Y que tiene que ver con las especificidades de cada actividad.
Para poner un ejemplo, uno de los convenios donde se avanzó con estas cláusulas es el de los petroleros. Una de las cosas que regulan en el convenio es cuántas varillas entran y salen del pozo de petróleo por hora. La velocidad en que se va a hacer ese proceso. El convenio anterior decía 30 varillas por hora, ahora dice 60. Duplicaron la velocidad del trabajo. Esto para los trabajadores implica un mayor desgaste, mayor posibilidad de estar expuestos a accidentes laborales, etc.
Desde el año pasado vienen avanzando en este sentido.
– ¿Existen datos sobre cuántos juicios se hacen en relación a los despidos existentes?
– No, lo que sí se puede analizar es el incremento la cantidad de juicios laborales. En los últimos años creció mucho. Como sucede en todo momento de crisis económica. Naturalmente la crisis tiende a reflejarse en un aumento de los juicios. Hay más despidos, menos empresas que pagan las indemnizaciones, muchas empresas que para recortar gastos empiezan a no pagar horas extra, o abonar sumas en negro, no otorgar vacaciones, no pagar el aguinaldo. El único dato que existe es un incremento en los juicios laborales, atado a mayores incumplimientos de la legislación laboral por parte de las empresas.
No hay estudios que muestren que estos juicios no tienen que ver con derechos afectados de los trabajadores. No hay juicios inventados. El propio Ministerio de Trabajo estaría en condiciones de hacer algún estudio para mostrar cuál es la proporción de juicios inventados -que si los hay es una proporción ínfima- y no lo hacen no porque no tengan los medios, sino porque saben que es un porcentaje prácticamente insignificante.
– Los últimos indicadores hablan de un crecimiento del desempleo, ¿qué apreciación podés hacer al respecto?
– Los datos del INDEC del primer trimestre de este año son muy preocupantes. Niveles muy elevados de desempleo, de personas que están buscando activamente trabajo. No podemos comparar sobre si subió o bajó el desempleo porque no hay datos del mismo trimestre del año anterior. Y con anterioridad, al haber estado intervenido el INDEC, los datos no son confiables. No podemos decir técnicamente que el desempleo subió en comparación con el mismo trimestre del año anterior, pero sí se puede señalar que está en niveles muy elevados. Este 9,2% que informó el INDEC es muy similar al que había a comienzos del 2007 y muy superior al que había en nuestro país antes de la década de 1990.
Son niveles muy elevados y el desempleo sobre todo afecta a los grandes aglomerados urbanos, de más de 500 mil habitantes, donde se supera ese 9,2%. Por ejemplo, Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mar del Plata. En algunas de esas ciudades está por encima de los dos dígitos. En el Gran Buenos Aires está casi en el 12%.
Al mismo tiempo, otro dato del INDEC que circuló menos pero es muy preocupante, es que cuando hablamos del desempleo hablamos de las personas que no tienen trabajo pero están buscando. Pero también son muchos aquellos trabajadores y trabajadoras que, por ejemplo, están trabajando menos horas de las que necesitan para tener un ingreso que les permita satisfacer sus necesidades básicas. O aquellas personas que tienen un trabajo de jornada completa pero con altos niveles de precariedad y que por eso están buscando activamente otro trabajo.
Si sumamos a todas las personas que están buscando activamente trabajo, sea que están desempleados, subocupados o porque estando ocupados están sumamente precarizados y quieren cambiar de empleo, en total suma el 23% de los trabajadores. Uno de cada cuatro trabajadores y trabajadoras está buscando activamente trabajo en nuestro país. Lo cual demuestra que hay una presión muy fuerte sobre el mercado de trabajo y también que la economía no está dando las respuestas necesarias para satisfacer las necesidades del conjunto de la población.
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