Mundo Gremial

6 junio, 2017

Las claves del paro de colectivos de Córdoba

El paro de colectivos y trolebuses en la Ciudad de Córdoba puso de relieve el conflicto salarial y la interna del sindicato que hace más de un año tiene intervenida la seccional provincial. Pero también dejó a la luz una problemática estructural en el sistema de transporte local que tiene el boleto más caro del país.

La madrugada del lunes 5 sorprendió a los vecinos y vecinas de la ciudad de Córdoba sin transporte. Los trabajadores de las empresas Ersa, Coniferal, Aucor, agremiados en la Unión Tranviaria Automotor (UTA), y las trabajadoras de Trolebuses decidieron tomar medidas de fuerza tras considerar insuficiente el aumento salarial acordado por el gremio a nivel nacional y la aplicación del mismo en tres tramos.

A esto se sumó la disconformidad de las bases sindicales ante la intervención que vive el gremio local hace más de un año. Frente a esto reclaman el llamado a elecciones ya que no reconocen autoridad legítima en los actuales representantes gremiales.

Los trabajadores, en el marco de la protesta, también denuncian el incumplimiento de los pliegos de licitación por parte de las empresas que mantienen en circulación unidades deterioradas, sin rampa para discapacitados, escasa frecuencia según la demanda en horas pico y situaciones de inseguridad de los choferes a las que nadie da respuesta.

Ante este conflicto, el Ministerio de Trabajo dictó la Conciliación Obligatoria que los trabajadores decidieron desoír, tras no llegar a un acuerdo, continuando el paro durante el día martes, sin tener certezas aún sobre el desenlace del conflicto. Por su parte, la Federación de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (FETAP), amenazó en despedir a los trabajadores que no acaten la resolución ministerial, intimando a los choferes a regularizar la actividad. Esta amenaza fue respaldada por el secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Julio Waisman, que alentó la declaración de la ilegalidad del paro.

Otro tanto suman a la conflictividad los grandes medios de comunicación que, erigiéndose en voceros de los usuarios, acusan a los conductores de tener de “rehenes” a los trabajadores y trabajadoras cordobesas que se ven impedidos de llegar a sus puestos laborales por el paro de transporte. A su vez, denuncian la agresión sufrida por la prensa, de parte de los choferes, en medio de los incidentes producidos durante las manifestaciones.

Pero ¿qué dicen los vecinos y vecinas de Córdoba? ¿Quiénes son los responsables de este caos? El descontento de la población en cuanto a las medidas de fuerza de los choferes es evidente. Sin embargo, las quejas sobre el pésimo servicio público, el elevado precio del boleto, la prestación deficitaria, las malas condiciones de los coches, etc. se escuchan todos los días en las paradas de los colectivos y arriba de ellos.

En este sentido la situación del transporte urbano e inter-urbano en Córdoba viene siendo denunciada año tras año por las organizaciones sociales, políticas y vecinales. Entre los distintos planteos que se han realizado figura el reclamo de bajar el precio del boleto (el más caro del país), la estatización del servicio y la puesta en funcionamiento de más unidades para aumentar la frecuencia.

Esto da cuenta de que la problemática del transporte en Córdoba no se limita a un reclamo salarial ni a las protestas que los trabajadores emprenden en ese marco, sino a una situación estructural que está lejos de ser atendida por sus principales responsables.

La medida de fuerza continuará este miércoles y los choferes se movilizarán hacia la municipalidad.

Mariana de la Vega Viale, desde Córdoba

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