30 mayo, 2017
Una escuela porteña está sin clases hace dos semanas por la clausura de una obra
Desde el 11 de mayo, la Escuela Media “Homero Manzi” del barrio porteño de Pompeya tiene sus actividades suspendidas. Ese día un albañil de 17 años que trabajaba en la obra del establecimiento tuvo un accidente y todavía está internado en terapia intensiva. La obra quedó clausurada y la escuela, sin clases. Aún no ha habido respuestas.

Desde el jueves 11 de mayo, la Escuela Media Nº 4 D.E. 19 “Homero Manzi” del barrio porteño de Pompeya tiene sus actividades suspendidas. Ese día un albañil de 17 años que trabajaba en la obra del establecimiento tuvo un accidente; se cayó desde el cuarto piso y todavía está internado en terapia intensiva. La obra quedó clausurada y la escuela, sin clases. Aún no ha habido respuestas.
Las únicas propuestas de retornar a clases que realizaron las autoridades porteñas fueron volver al edificio sito en Av. Sáenz 631, que no reúne las condiciones mínimas de seguridad para la comunidad educativa (esto fue reconocido por las distintas autoridades en varias reuniones) o trasladar parte de la escuela a un galpón de otro establecimiento (juntando seis cursos en un mismo salón sin acústica), otra parte de la escuela a un centro cultural, quedando el jardín de infantes para los hijos e hijas de las alumnas madres y padres sin lugar donde funcionar. Ambas alternativas fueron rápidamente desestimadas por la comunidad educativa de ambas escuelas y sus autoridades. Mientras tanto, no se avanzó en otra respuesta.
Los docentes, estudiantes y familias propusieron varias soluciones provisorias hasta que se resolviera de fondo la situación. Una de ellas era alquilar algún edificio en la zona, listo y acondicionado para volver a clases. En este sentido, se señalaron y propusieron varios lugares que cuentan con esta posibilidad a menos de 10 cuadras de la escuela. La respuesta a estas propuestas fue que no hay presupuesto para alquilar otro edificio. Otra de las opciones que se barajaron fue armar aulas provisorias tipo “container” en un predio que pertenece al Ministerio de Educación porteño que queda a cuatro cuadras de la escuela, en las calles Almafuerte y Andrés Ferreyra. Los funcionarios alegaron que esta gestión -a diferencia de la anterior de Mauricio Macri- no está de acuerdo con el funcionamiento en ese tipo de aulas.
Los y las docentes de la “Homero Manzi” emitieron un comunicado detallando la situación, en el que afirman que “la comunidad educativa viene denunciando hace años las insuficientes condiciones edilicias. Antes de existir la escuela, ese edificio pertenecía a la Universidad Tecnológica Nacional, donde trabajaban 30 docentes y estudiaban 100 alumnos. En el año 2002, empezó a funcionar la escuela media, que años más tarde llegó a tener 200 docentes y 700 estudiantes”.
Afirman que el edificio nunca tuvo las condiciones para que allí funcione una escuela. “Un ascensor que no funciona, techos con goteras, puertas que no abren ni cierran, falta de acondicionamiento climático, pizarrones que no se borran o baños que no funcionan son algunas de las deficiencias cotidianas con las que esta comunidad educativa convive a diario”, señalan.
Cuentan que desde hace años vienen presentando proyectos en la Legislatura y el Ministerio de Educación porteños para que se construya una escuela en condiciones dignas, pero ninguno de ellos avanzó hasta ahora.
También aseguran que “las condiciones edilicias de la escuela se agravaron en 2017, cuando empezó la obra, que debería haberse iniciado en diciembre y haber estado en gran parte avanzada en marzo, al comienzo del ciclo lectivo. Sin embargo, al retomar las clases este año, sólo había dos cambios: se habían pintado las paredes de afuera del edificio (las que dan a la calle) y habían sacado los ventiladores de las aulas. De más está aclarar que las temperaturas en las primeras semanas de exámenes no bajaban de los 35º”.
Por su parte, el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta -que ya pagó 37 millones de pesos para una obra que hoy está cancelada- afirmó a algunos medios que el problema es que “los docentes están politizados” y por eso no aceptaron la alternativa de dar clases en un galpón hasta el mes de octubre.
Los docentes además cuentan que durante el ciclo lectivo 2017, se suspendieron en la escuela muchos días de clases por distintos motivos relacionados a la cuestión de infraestructura: “Falta de agua, corte de luz, demolición del quinto piso -que finalmente no se realizó pero los días de clase se perdieron-, entre otras”.
En las mesas de negociación paritaria -que los docentes siguen esperando porque el ministro de Educación nacional no cumplió con la ley de Financiamiento Educativo que las prevé- se discute sobre temas relacionados al mejoramiento edilicio y construcción de escuelas, además de capacitación, carrera docente y salarios.
Paula Leoz, docente de la escuela y delegada de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), relató al respecto: “La gente piensa que los docentes vamos al paro por paritarias que tienen que ver nada más con nuestro sueldo. No. Tienen que ver con condiciones dignas de trabajo también. Nosotros queremos laburar y queremos enseñar pero en condiciones dignas para los pibes y para nosotros”.
En el comunicado, los docentes afirman también que las condiciones en las que se estaba realizando la obra incumplen la normativa establecida por paritarias a nivel ciudad en el año 2011, que tiene carácter de ley y que establece que la escuela debería funcionar en otro lado mientras se desarrolla la obra de construcción.
Este martes al mediodía los estudiantes, padres y madres se convocaron en la puerta del establecimiento para exigir una solución inmediata a este problema. Según trascendió -aunque los docentes aún no recibieron comunicación oficial- las clases empezarían este miércoles en el mismo edificio de la Avenida Sáenz, con un “mínimo acondicionamiento previo y sin un plazo de hasta cuándo se funcionaría en esas condiciones”. Según afirman, aún no están terminados los informes de Mitigación de Riesgos, la Dirección de Infraestructura y Bomberos, que deberían dar la autorización de utilizar el edificio.
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