Mundo Gremial

15 mayo, 2017

Metrodelegados critican el cambio de horario del subte

Hace algunos días se confirmó la modificación de los horarios de funcionamiento del subterráneo, en lo que no es una ampliación sino apenas un corrimiento de las horas de apertura y cierre, quitando media hora de mañana para sumarla a la noche. Según los Metrodelegados, se trata de una decisión “amarreta”, tomada con criterio de “kiosquero”.

A principios del mes de mayo el gobierno de la Ciudad lanzó una encuesta online para que los usuarios votaran si estaban de acuerdo con una modificación del horario de servicio del subterráneo. El 84% de los cerca de 500 mil votantes estuvo a favor de atrasar el horario de inicio media hora y sumar esa fracción al cierre nocturno. En el nuevo esquema las líneas funcionarán desde las 5:30 hasta las 23:30 de lunes a viernes y de 6 a 24 los sábados, mientras que domingos y feriados mantendrán el horario actual de 8 a 22:30.

Al hacer el anuncio oficial de la resolución, el pasado miércoles 10, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, explicó: “Habíamos recibido muchos pedidos para llevar el horario del subte para más tarde, así que decidimos que sea la misma gente la que decida en nuestro sistema de participación ciudadana”. Y justificó la decisión planteando: “Hay muy poca gente que viaja a primera hora de la mañana -unas 2200 personas, según cálculos oficiales-, mientras que hay más de 50 mil alumnos universitarios que salen a las 23 y que no pueden viajar”.

Para la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) la medida resulta “insuficiente para resolver los problemas reales que enfrenta el transporte urbano” y los argumentos del gobierno “desnudan su verdadera visión mercantilista del transporte público” ya que evalúan la conveniencia o no de la medida “en función de ganancias y rentabilidad, en lugar de considerarlo un derecho”. El comunicado de la gremial explica que “se deja sin servicio a tres mil para que Metrovías pueda facturar el pasaje a 90 mil, convirtiéndose en un negocio redondo para la concesionaria del subte”.

Enrique Rossito, vocero de prensa del gremio aseguró, en diálogo con el programa «Con el pie izquierdo», de Radio Sur 88.3: “Nosotros creemos es que es una medida absolutamente amarreta, de carácter comercial. Es una medida que puede tomar un kiosquero que piensa que como a la mañana vende poco va a abrir un poquito más tarde”. Y añadió: “Pero el transporte no es una mercancía, es un derecho que tienen los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano. Entonces tiene que tener otra lógica».

«Está bárbaro extender el horario hasta las 23 para atender a toda la gente que lo necesita, aquellos que trabajan en los rubros del espectáculo o gastronomía, que es mucha gente… pero no por eso vamos a desatender a aquellos que trabajan a las cinco de la mañana, que a esa hora no tienen tantas opciones de colectivos como para tener alternativas reales”, afirmó Rossito.

Por su parte, Roberto Pianelli, secretario general de la AGTSyP, fue aún más explícito en la crítica: “Dejamos a pata y cagamos a los de la mañana para ayudar a los de la noche”.

Según el vocero de prensa de los Metrodelegados, con esta misma lógica “mercantil”, el gobierno porteño podría proponer “cerrar las guardias de los hospitales de 2 a 4 porque se atiende poca gente o cerrar las comisarías de 4 a 6 porque total hay pocos delitos”. “No, esto es un derecho y una necesidad que tienen los ciudadanos y debe extenderse, no meramente correrse”, concluyó.

El corrimiento de horario fue la opción más conservadora, que ni se dignó a considerar alguno de los dos proyectos actualmente en trámite en la Legislatura: el de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad que proponía que una franja horaria de 5:30 a 1:30 de lunes a jueves, de 5:30 a 3 los viernes, sábados y vísperas de feriado y de 7 a 0 los domingos; o la del legislador Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica ARI, que proponía un funcionamiento hasta la 1:30 en días hábiles y sábados y hasta las 0 los domingos y feriados.

Desde el gobierno de la Ciudad argumentaron la imposibilidad de estas opciones porque sería imprescindible una ventana nocturna de seis horas sin servicio para “tareas de mantenimiento”. Pero antes de la concesión del servicio a Metrovías en 1994 la franja horaria de funcionamiento del subterráneo se extendía desde las 5 hasta la 1:20 de la madrugada (llegando a funcionar toda la noche en ocasiones). Recién con la concesión, el Estado autorizó una reducción horaria para realizar obras, que luego quedó fija a pesar de que los trabajos que la justificaban concluyeron dos décadas atrás.

Más allá de la experiencia histórica del subte porteño, otros servicios a nivel internacional prueban que una ampliación horaria no es imposible y que el servicio brindado por Metrovías es realmente uno de los más restringidos del mundo. El metro de Nueva York funciona las 24 horas; en Londres el Tube también presta servicio corrido viernes y sábado mientras que opera hasta la 1 el resto de los días; en Berlín el U-Bahn lo hace de 4 a 1 de la mañana; los subtes de Madrid y Barcelona andan hasta las 1:30 y 2 am respectivamente; en París el metro corre de 5:30 a 1:15 de lunes a jueves, y de 5:30 a 2:15 sábados y domingos; el metro de Moscú cierra sus puertas a la 1. A nivel latinoamericano el servicio porteño también rankea entre los peores.

La propuesta de ampliación efectiva del horario cuenta con el total respaldo de los trabajadores del subte. Pianelli confirmó en diversas oportunidades que “los trabajadores están predispuestos a que funcione las 24 horas”. Pero tiene claro que la oposición del Gobierno de la Ciudad a la medida no tiene que ver con problemas técnicos sino estrictamente con la búsqueda de ahorrarle gastos a la concesionaria ya que con la ampliación “se debería contratar más personal”.

Más allá de que una de las justificaciones para los violentos aumentos del boleto de los últimos tiempos (reservando otros para octubre) tenía que ver con promesas de mejorar la frecuencia, lo cierto es que esto tampoco sucedió.

En ese sentido, Rossito explicó: “Cualquiera que viaja sabe que la frecuencia sigue siendo mala. No se ha puesto mayor cantidad de trenes, que es la base para poder mejorar la frecuencia. Entonces nos encontramos con que no se ha cumplido la promesa de 3 minutos entre subte y subte y también con que volvieron a reflotar de los compromisos de construir una nueva línea”. “Pero nos parece que en un año electoral esas promesas son poco creíbles”, concluyó el vocero de los Metrodelegados.

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