12 mayo, 2017
Día de la Enfermería: «Variables como clase y género limitan el avance de la disciplina»
El 12 de mayo se conmemora el día internacional de la Enfermería en homenaje al natalicio de Florence Nightingate, considerada fundadora de la Enfermería moderna. En ese marco entrevistamos a una de las mayores referencias en la Enfermería argentina: Beatriz Morrone.

El 12 de mayo se conmemora el día internacional de la Enfermería en homenaje al natalicio de Florence Nightingate, considerada fundadora de la Enfermería moderna.
En ese marco entrevistamos a una de las mayores referencias en la Enfermería argentina: Beatriz Morrone. Magíster en Sistemas de Salud y Seguridad Social, doctora en Comunicación, y profesora titular catedrática de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNLP, Morrone es también autora de más de 15 libros entre los que se destaca Soltando amarras. Claves para comprender la historia pendiente de la enfermería».
– Te conocemos como trabajadora, escritora, docente, investigadora y militante. ¿Por qué recorrer todos esos caminos desde la enfermería?
– La enfermería es una disciplina eminentemente social y en consecuencia mi inscripción es como trabajadora dentro del campo de la Salud y la Educación Pública. Esto hace que requiera para dar cuenta de mi militancia socio-sanitaria comprender la práctica enlazada a la investigación y a la docencia.
La investigación trae consigo a la escritora que debe dejar registro de los conocimientos obtenidos mediante la investigación y la responsabilidad en la socialización de los mismos. Un investigador que no socializa lo que produce no cumple con su responsabilidad social. No es un acto individual ni la investigación, ni la ampliación de saberes, por el contrario es absolutamente colectiva la construcción y en consecuencia como trabajadora soy investigadora, escritora, docente y militante.
Mi objetivo nunca fue recibir premios, vinieron como consecuencia de mi militancia por los Derechos de las Mujeres y la erradicación de formas violentas de atención en ámbitos sanitarios. También por mi participación activa en la producción e innovación en la formación de profesionales basada en Derechos Humanos. En síntesis creo que mi objetivo es mantener mi militancia en defensa de los Derechos Humanos, en la ampliación de ciudadanía y los aportes que pueda realizar siempre entendiéndome en clave colectiva, para la construcción de un Patria más inclusiva y soberana.
-¿Cómo vez, en la actualidad, la profesionalización de la carrera?
– El análisis de la profesionalización de la enfermería en nuestro país es uno de los nodos de mis investigaciones en los últimos diez años. Variables como clase y género intervienen fuertemente limitando un avance más rico y a su vez más homogéneo.
La Enfermería también por otros factores residuales del recorrido histórico no logra superar ciertas limitaciones relacionadas con la asociación a cuidados materializados versus a cuidados profesionales basados en derechos y en donde tantos varones como mujeres ejerciendo la disciplina encuadren estas prácticas en los marcos legales, deontológicos y bioéticos. Y no en mandatos sociales sellados por estereotipos de género que encorsetan a los integrantes de la profesión como limita la calidad del cuidado a los ciudadanos destinatarios de los mismos.
Considero que los planes de estudios se renuevan en los diseños pero no así en las aulas y en las prácticas pre-profesionales. Indicadores de mi preocupación en este sentido son las dificultades para generar grupos de graduados activamente involucrados con los espacios en donde se recibieron una vez que comienzan su ejercicio profesional, la baja cantidad de estudiantes de enfermería sobre en total de estudiantes que participan en la militancia estudiantil y posteriormente ya graduados en la participación gremial.
El relevamiento de los temas y abordaje en las tesis de grado también evidencian una debilidad para repensar críticamente lo que la sociedad está claramente planteando que requiere de los trabajadores de la salud y de las innovaciones que estos deben generar. Otro aspecto preocupante es la formación centrada en la disciplina sin poca articulación efectiva y permanente con otros estudiantes de otras carreras con los cuales se espera y necesita conformen equipos de trabajo.
– Por estos días el pueblo argentino ha movilizado fuertemente en defensa de los derechos humanos, una vez más. ¿Qué has podido investigar sobre lo vivido por enfermeras y enfermeros durante la última dictadura militar?
– Una de mis preocupaciones fue rescatar la ausencia de publicaciones y el silencio que rodeo a la academia sobre la etapa de la última dictadura cívico-militar. De todas formas ciertas organizaciones gremiales tomaron en parte esto dando cuenta de sus afiliados desaparecidos, asesinados y/o incluso con la sustracción de menores de estos compañeros y compañeras.
Sin embargo no solo esto, sino incluso el silencio también se produce en las instituciones educativas a diferencia de lo que acontece en otras disciplinas del campo de la salud y de las unidades académicas a las cuales pertenecían. Por es a través de mis investigaciones las indagaciones se centraron desde 2000 en adelante con el fin de rescatar la historia de las y los enfermeras y enfermeros desaparecidos, asesinados, y sobrevivientes de campos clandestinos de detención y también de los que padecieron cárcel siendo presos políticos.
En principio trabaje en la identificación y organización de casos, nombres, lugares y circunstancias en que fueron víctimas del terrorismo de Estado, sumado a entrevistas, análisis de los testimonios y documentación de los juicios de lesa humanidad y de los considerandos de las sentencias. Luego parte de esta producción fue publicada en el libro Soltando Amarras. Claves para comprender la historia pendiente de la enfermería argentina.
– En un sistema público de salud que lleva décadas de crisis y se ha visto agravado por las políticas de desfinanciamiento de los últimos años. ¿Cuál creés debería ser el rol como parte del equipo de salud?
– La Enfermería siempre debe asumir colectivamente su rol en defensa del Derechos a la Salud, abogar por la efectiva materialización del plexo de Derechos en Salud y los que resguardan los cuidados para las personas que padecen enfermedades; custodiar las condiciones de vida y de trabajo de la profesión que constituyen la base de la salud de los trabajadores de la enfermería y la garantía de las conductas para con la seguridad en la atención sanitaria y la seguridad de los pacientes dentro de las instituciones de atención públicas y privadas. Todo debe necesariamente articularse junto a los equipos que integra y fortalecerse en ese espacio y siempre junto con la comunidad.
– ¿Cuáles son los obstáculos por enfrentar y los desafíos en la enfermería argentina?
– Algunos de los principales obstáculos a enfrentar son que la enfermería se atreva a no desligar el recorrido histórico de nuestra profesión las inscripciones ideológicas subsumidas en sus decisiones que equivale a vaciar de sentido cualquier análisis.
Un profunda y amplia critica a sus silencios. Asumir el daño que produjo en la identidad profesional haber eliminado, en los planes de estudios de la formación profesional la asignatura Historia de la Enfermería, Historia socio-cultural de la Salud. Esto proscribió, tanto para los estudiantes como para los graduados, el derecho de conocernos y re-interpretarnos. Debilitó junto a otras variables la motivación en la participación de los graduados en las discusiones colectivas sobre los desafíos y las responsabilidades que nos caben frente a estos. Por lo tanto se hace imprescindible democratizar este espacio para avanzar. Propiciar el debate historiográfico, la coherencia entre la teoría y la praxis, contrastar y redireccionar.
A partir de esto, podremos encontrar las llaves que nos permitirán abrir los frágiles supuestos que se desvanecen ante la mínima refutación. Evitar esta debilidad frenará la manera en que se condena a las nuevas generaciones de enfermeros y enfermeras al destierro de su copioso linaje de luchas.
También permitirá fortalecer la responsabilidad en tanto trabajadores sanitarios y ejercitarnos en la tarea interdisciplinaria e transdisciplinaria. El trabajo colaborativo, el respeto por los saberes y la fortaleza que se adquiere funcionando como equipo. Tener presente la figura protagónica de la comunidad junto a la cual nuestras prácticas adquieren sentido y se resignifica nuestra misión y responsabilidad social.
En síntesis nada menos que generar proyectos emancipadores para que la práctica de la enfermería redefina su sentido. Generar proyectos con trayectos formativos compartidos con otras profesiones con los que integraran los equipos básicos de salud comunitaria y familiar, en principio.
Para todo esto se requiere voluntad política de la enfermería para replantear críticamente el vínculo entre las diferentes escuelas, universidades, la investigación y la modalidad en enseñanza y el papel de la Enfermería en la sociedad.
Trasformar profundamente los planes de estudio generando espacios que interpelen el sentido de la práctica aislada del compromiso social con la Salud del pueblo de nuestra patria.
Miguel Benítez
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