4 mayo, 2017
“No es sólo un hecho de impunidad, implica la destrucción de lo conseguido”
La resolución de la Corte Suprema que permite la aplicación del “2×1” a condenados por delitos de lesa humanidad generó un simbronazo en la sociedad. Giselle Tepper, militante de la agrupación H.I.J.O.S., resaltó que el fallo “prende todas las alarmas” y que “la respuesta más contundente tiene que ser en la calle”.

La resolución de la Corte Suprema de Justicia que permite la aplicación del “2×1” a condenados por delitos de lesa humanidad generó un simbronazo en la sociedad en general y sobre todo en los organismos de Derechos Humanos. Giselle Tepper, militante de la agrupación H.I.J.O.S., resaltó que el fallo “prende todas las alarmas” y que “la respuesta más contundente tiene que ser en la calle”.
Entrevistada por “Llevalo Puesto” (FM La Tribu) Giselle Tepper, integrante de H.I.J.O.S., analizó las consecuencias del fallo de la Corte Suprema. “Si Madres y Abuelas no perdieron la esperanza, no la puede perder nadie”, dijo para reforzar la importancia de la condena social a la decisión y posible libertad de más de 750 genocidas.
– ¿Cómo te cayó a nivel personal y cómo tomó H.I.J.O.S. el fallo de la Corte?
– Fue al día siguiente de que el Episcopado planteara este intento de reconciliación, que aclaro que para nosotros es imposible pensar no sólo en una reconciliación sino en un diálogo, porque la cúpula de la Iglesia también fue la dictadura. Para que el 2×1 no tape todo, lo menciono.
El fallo de la Corte sobre el 2×1 es uno de los hitos más grandes de la impunidad. Es un dolor muy grande. Es un acto de impunidad desde uno de los poderes del Estado que entendemos se ha hecho posible con los otros dos poderes, porque estos jueces no llegaron solos. Primero llegan por el Ejecutivo que los quiere nombrar por decreto, habían sido recusados por distintos motivos. En el caso de Rosenkratz había declarado en contra de la imprescriptibilidad de estos crímenes, pero también se habían opuesto a sus nombramientos por el cupo femenino en la Corte.
Este miércoles se ha consagrado con esto, con sus efectos, un indulto encubierto. Con el fallo sobre Muiña, un genocida del Hospital Posadas, se abre la impunidad para todos los demás. Lo tenemos que ver así, como uno de los hitos de la impunidad, con esa gravedad.
Y en relación a los dichos de Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos de la Nación, que dijo que hay que ser respetuosos de la ley, le decimos que libere ya a Milagro Sala. Realmente no hay igualdad de derechos. No hay estado de Derecho en Jujuy. Lo que hay ahora es un fallo que fue festejado por Avruj y Cecilia Pando.
– ¿Qué implicancias tiene en concreto para condenados por delitos de lesa humanidad?
– En el caso de Muiña la reducción de su pena, que tenía fallo firme. Ahora habrá que ver qué uso hacen de esto las defensas de los genocidas y qué interpretación se dará de acá en adelante.
Sabemos que son pasos que hay que dar. Lo cierto es que a partir de esto la puerta está abierta para que otros las tengan. Tenemos que ver algunas cuestiones técnicas que los abogados están todavía analizando, en lo que tiene que ver con aplicar una ley que ya no estaba vigente y con las distintas modalidades de cumplimiento de las preventivas. También están investigando la posibilidad de frenarlo. Esa es la otra parte importante de esto.
De todas maneras, que este miércoles abogados y abogadas que están en estas causas lo hayan equiparado a lo que fueron las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los indultos, nos tiene que prender todas las alarmas. Estamos hablando de genocidas que si hoy son liberados, realmente va a ser muy pero muy difícil poder pensar que en otro momento político de nuestro país vuelvan a llegar a un juicio y una eventual condena.
No sólo es un hecho de impunidad, implica la destrucción de lo conseguido hasta ahora. Por ejemplo implica que sobrevivientes del Hospital Posadas –lo pongo particularmente en el caso de Muiña porque es lo real hasta el momento- puedan cruzárselo por la calle cuando fueron los que testificaron y cuando López sigue desaparecido. Nos deja absolutamente vulnerables a los genocidas a quienes dimos testimonio, buscamos los cuerpos, buscamos hermanos apropiados, quienes militamos en este proceso de Memoria, Verdad y Justicia.
Las instituciones del Estado realmente están generando una impunidad de magnitudes que hasta ahora no habíamos visto. Hasta ahora habíamos visto una impunidad en materia jurídica y legislativa que tenía que ver con un proceso todavía inminente de juicio a los genocidas, tras el Juicio a las Juntas. Lo que encontramos ahora es un fallo que pretende abarcar a más de 750 genocidas condenados. Lo que esto puede llegar a significar es que Astiz, el Turco Julián, Menéndez salgan a la calle. Que quienes cometieron estos crímenes imprescriptibles -y que como todavía no dicen dónde están los cuerpos, los hijos, los nietos, los siguen cometiendo- puedan compartir con cualquiera de nosotros un espacio en común.
Esto es lo que hace este fallo, equiparar a un genocida con cualquier otro ciudadano. Y no somos iguales. Ellos sistemáticamente violaron los derechos humanos, sistemáticamente mantuvieron los pactos de silencio, sistemáticamente atentaron contra la democracia. Realmente es superador de la teoría de los dos demonios. Esto pone a toda la sociedad en ese lugar, no de un sector, la militancia, los organismos, etc. Pone a los genocidas en el mismo lugar que cualquier ciudadano.
Y esto nos retrotrae a algo previo incluso al escrache. Lo que se dio en la Corte por mayoría es algo inaudito. Aclaro lo de mayoría porque más allá de las diferencias que podamos tener con muchos fallos de la Corte, en este caso en particular la disidencia se basa en que este tipo de ley más benigna no es aplicable en particular en los delitos de lesa humanidad.
– ¿Qué acciones piensan para detener esto, quizás desde algún organismo internacional? ¿o las esperanzas están perdidas?
– Venimos de una lucha muy grande. La esperanza, si no la perdieron las Madres y Abuelas, no la puede perder nadie. De todas maneras sabemos lo que implican las instancias internacionales y qué valoración le dan a este país en el último tiempo. A Milagro Sala la siguen teniendo presa, se cumplen dentro de poco 500 días y hay pronunciamientos internacionales que este país ha desconocido. Si bien no son vinculantes, tienen en algunos casos un desprecio explícito.
Recurriremos a todas las instancias nacionales e internacionales que haya que acudir. Lo que creemos que hoy tiene que ser la respuesta es la condena social. Realmente nos están demostrando que las instituciones en este país hace poco más de un año están organizadas para la impunidad. No solamente, claro. Entendemos que hay un plan económico de miseria planificada que va acompañado de la impunidad para los genocidas.
Nosotros construimos los juicios a los genocidas primero con la condena social. El pueblo no los quiere en las calles. Por eso decimos lo de “volver a las calles”, no porque no hayamos estado en todo este tiempo, sino porque el eje está puesto en ese lugar en lo que respecta a estos criminales.
Y cuando hablamos de quiénes son, por supuesto cada uno tiene su propia historia, pero estamos hablando de integrantes del Estado que cometieron terrorismo. Y eso entre otras cosas significó secuestrar, torturar, robar bebés, violar mujeres y hombres y tener en funcionamiento centros clandestinos de detención durante toda la dictadura cívico militar.
Lo vinculaba con lo del Episcopado, el Poder Judicial con su corporación en funcionamiento, junto con otros lugares civiles siguen siendo parte del entramado. Que no solo participaron en crímenes de lesa humanidad sino que son garantes de esa impunidad.
Todo lo que se pueda hacer, lo vamos a hacer, pero las instituciones nos están poniendo un techo. Por eso la respuesta más contundente tiene que ser en la calle.
Foto: Enredando – Comunicación Popular
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