23 abril, 2017
Panorama Africano: la interminable crisis de Burundi
El Panorama Africano de Notas – Periodismo Popular es un intento por llenar el vacío informativo que dejan los grandes medios de comunicación y una apuesta a fortalecer la circulación de información Sur-Sur. Hoy con noticias de Burundi, Ruanda y Sudáfrica.

El Panorama Africano de Notas – Periodismo Popular es un intento por llenar el vacío informativo que dejan los grandes medios de comunicación y una apuesta a fortalecer la circulación de información Sur-Sur. Hoy con noticias de Burundi, Ruanda y Sudáfrica.
El 25% de la población de Burundi necesita «ayuda humanitaria urgente»
Una cuarta parte de los 11 millones de habitantes de Burundi necesita «ayuda humanitaria urgente», según señalaron la semana pasada desde la Organización de Naciones Unidas (ONU). Esta situación se debe a una crisis provocada por la conjunción de distintos factores climáticos y también políticos.
Sequías e inundaciones en 2016 dispararon la tasa de inflación hasta un 34,4% en lo que va del año, según estadísticas oficiales. Al alza de precios de la canasta básica y los combustibles, le sobrevino el aumento de los precios del transporte. Asimismo el Fondo Monetario Internacional estimó en 0% el crecimiento económico burundés en 2017, lo cual augura un futuro poco venturoso en términos económicos.
A esto se suma una conflictividad social y política que viene desde 2015 cuando el actual presidente, Pierre Nkurunziza, se presentó (y ganó) las elecciones accediendo a un tercer mandato consecutivo.
Esto implicó una violación de la Constitución y del acuerdo de Arusha de 2005 (que puso fin a la guerra civil iniciada en 1993). En la previa a las elecciones se llevaron a cabo innumerables manifestaciones e incluso una rebelión militar encabezada por el general Godefroid Niyombare que depuso de su cargo al mandatario durante tres días hasta que fue sofocado por las fuerzas leales.
Finalmente Nkurunziza fue reelecto presidente lo cual agudizó la crisis interna y los resultados electorales no fueron reconocidos por la comunidad internacional argumentando que se llevaron a cabo sin las garantías necesarias.
Desde entonces la persecución a opositores se ha profundizado. La juventud Imbonerakure (“los que ven de lejos”), del gobernante partido Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia-Fuerzas para la Defensa de la Democracia (CNND-FDD), llamó públicamente a violar y asesinar opositores hace algunos días. Esto fue condenado por la ONU igual que la suspensión, por parte del Ministerio del Interior burundés, del partido opositor Movimiento para la Solidaridad y la Democracia (MSD), por presuntas violaciones de la Constitución y planes para organizar un grupo armado.
Se estima que más de 400 mil personas huyeron del país desde que comenzó este conflicto y la ONU calcula que al menos 500 personas murieron, aunque organizaciones de derechos humanos elevan ese número a dos mil.
África es el continente con mayor mortalidad materna
Cerca de 550 mujeres pierden la vida en el parto por cada 100 mil niños y niñas que nacen en África. El estudio de la Universidad de Witwatersrand en Johanesburgo, Sudáfrica, apuntó que esto equivale a 200 mil muertes maternas al año. O el 66% de todos los fallecimientos de este tipo -anualmente- a nivel global.
Se estima que un poco menos del 20% de los nacimientos tienen lugar por cesárea en el mundo y es un número que viene aumentando, sobre todo en países desarrollados.
No obstante, en muchas naciones africanas las mujeres que están médicamente obligadas a tener cesáreas no pueden acceder a ellas, por lo que terminan con varias complicaciones para su salud e incluso la muerte. Solo el 7% de los nacimientos africanos son por césarea.
En promedio, África ha reducido a la mitad sus niveles de mortalidad materna entre 1990 y 2015, pero sigue siendo un tema preocupante.
Condenan a ex jefe paramilitar por el genocidio de Ruanda
Bernard Munyagishari, jefe de una milicia armada hutu, fue sentenciado a cadena perpetua por incitar y organizar el genocidio de miembros de la etnia tutsi en Ruanda en el año 1994. Munyagishari lideraba una organización paramilitar aliada del gobierno de aquel entonces que impulsó un asesinato en masa que costó la vida de alrededor de un millón de personas.
En Ruanda las diferencias entre las etnias hutu y tutsi provienen de la etapa precolonial. Los tutsi, eran quienes poseían el ganado y eran propietarios de la tierra. Por su parte los hutu se dedicaban a la agricultura y a trabajar para los tutsi.
Con la invasión de Bélgica de esos territorios, esta división se reforzó. La racialización de las diferencias entre grupos fue apoyada por los belgas que se aliaron con los tutsi, beneficiándolos con el sostenimiento de su posición económica, el acceso a algunos cargos en la administración colonial y garantizándoles el acceso a la educación occidental.
Sin embargo con la independencia de Ruanda en 1962 los hutu se hicieron con el gobierno. Desde entonces se dio un proceso que apuntó a construir el nacionalismo ruandés a partir de su homologación con quienes hasta entonces habían sido excluidos de las instancias de poder.
Esto fue generando tensiones y finalmente la guerrilla del Frente Patriótico Ruandés (FPR), formado por tutsis exiliados en Uganda, entró al país en 1990. Luego de cuatro años de guerra el presidente hutu Juvenal Habyarimana y el FPR resolvieron negociar la paz.
Habyarimana y Cyprien Ntaryamira, presidente hutu de Burundi, murieron cuando el avión en el que viajaban fue derribado. Hasta el día de hoy existen versiones contrapuestas sobre si el ataque fue perpetrado por tutsis o hutus radicales que se oponían a la paz.
Sin embargo, esa acción desencadenó una orden gubernamental para acabar con toda la población tutsi del país. En cien días, mientras la comunidad internacional miraba para otro lado (al punto que la ONU pidió perdón 20 años después), alrededor de un millón de personas -principalmente tutsis pero también hutus «moderados»- fueron asesinadas y dos millones huyeron del territorio.
Cuando la situación ya era insostenible el FPR terminó haciéndose con el gobierno con respaldo de tropas belgas. Solo sobrevivieron al genocidio 19 abogados por lo que los procesos para juzgar a los genocidas se llevaron a cabo con ayuda de un Tribunal de Naciones Unidas.
Santiago Mayor – @SantiMayor
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