Moldavia se debate entre Rusia y la OTAN

El presidente de Moldavia Igor Dodón -del Partido Socialista- planteó la realización de un plebiscito para, entre otras cosas, convocar a elecciones anticipadas en el Parlamento. El mandatario que ganó en noviembre del año pasado está enfrentado al primer ministro Pavel Filip por su carácter pro europeo y neoliberal.

La apertura de una oficina de la OTAN

En noviembre de 2016, luego de que Dodón ganara las elecciones presidenciales, Filip firmó un acuerdo con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para que esta abra una Oficina de Enlace en Chisinau, la capital moldava.

El acuerdo se inscribe en la postura del gobierno conservador de acercarse al bloque europeo y, de parte de la OTAN, de seguir sumando aliados en la zona de influencia rusa.

Sin embargo esto implica un desconocimiento de la voluntad mayoritaria del pueblo de Moldavia que eligió a Dodón como presidente con el 52% de los votos hace apenas unos meses. El actual jefe de Estado -ex miembro del Partido Comunista y ex ministro de Comercio y Economía en los gobiernos comunistas de 2006 a 2009- hizo su campaña cuestionando el Acuerdo de Asociación entre Moldavia y la Unión Europea (que supone un paso previo a la integración al bloque) y llamando a recuperar los lazos históricos con Rusia.

Por eso el propio Dodón advirtió en febrero que, si se instala la oficina de la OTAN, el año próximo deberá cerrarse luego de las elecciones parlamentarias donde augura un triunfo de su partido.

El presidente argumentó que además el arribo de la organización militar occidental podría perjudicar las relaciones con Transnistria (territorio autónomo de Moldavia que reclama su independencia). Dodón sostuvo que «la apertura de una oficina de la OTAN en la capital podría tener un impacto negativo sobre la dinámica del desarrollo de las relaciones» con esa región.

Transnistria, donde las personas etnicamente rusas y ucranianas constituyen el 60% de la población (mientras que en el resto del país predominan los rumanos), buscó su independencia de Moldavia antes de la disolución de la Unión Soviética en 1991. Tras una guerra en 1992 logró mantener una autonomía relativa de Chisinau, pero sigue perteneciendo al territorio moldavo.

El referéndum y los cuatro puntos

Como contraofensiva a esta maniobra del primer ministro, el presidente anunció a fines de marzo la convocatoria a un referéndum donde la población deberá responder a cuatro preguntas.

La primera hace referencia al fraude financiero de 2014 -una de las principales críticas del Partido Socialista durante la campaña- cuando tres bancos se derrumbaron por la desaparición de mil millones de dólares. Las entidades financieras declararon diversos créditos que sumaban esa cantidad pero los destinatarios de esos préstamos nunca aparecieron. El dinero se desvaneció y se estima que fue girado a paraísos fiscales.

Ante esta situación el gobierno resolvió implementar un rescate financiero de 870 millones de dólares para salvar a la Banca de Economii, Unibank y Banca Sociala. Esto generó un fuerte déficit fiscal que obligó al país a solicitar créditos de la Unión Europea y el FMI. Dodón plantea derogar la ley que obliga a los ciudadanos a pagar con sus impuestos el rescate de los bancos. Ese es el primer punto del referéndum.

La segunda pregunta plantea la posibilidad de ampliar los poderes del presidente habilitándolo -como sucede en muchos países de Europa occidental- a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas.

En tercer lugar se consulta a la ciudadanía por la posibilidad de reducir de 101 a 71 los miembros del Legislativo. Y finalmente la cuarta busca eliminar de la currícula educativa la «Historia de Rumania» (que se enseña como la historia oficial) por la «Historia de Moldavia».

La Comisión Electoral Central (CEC) aprobó un presupuesto para la realización de los comicios, pero los liberales y conservadores sostienen que esto no estaba previsto en los gastos fiscales de 2017. Por ese motivo presentaron un recurso ante el Tribunal Constitucional para anularlo.

En el fondo la disputa no es legal, sino política. El actual gobierno no quiere arriesgarse a unas elecciones donde podría perder el control parlamentario y por lo tanto el puesto del primer ministro. De momento el referéndum sigue vigente y está convocado para el 24 de septiembre.

En este contexto de enfrentamiento con el gobierno neoliberal, Dodón lanzó esta semana otra iniciativa: un proyecto de ley para prohibir el fracking (explotación de petróleo y gas no convencional). Según publicó en su facebook, la propuesta surge de las demandas de distintas poblaciones que cuestionaron el accionar y la contaminación provocada por la empresa estadounidense Frontera Resources Corporation que cuenta con derechos de explotación -otorgados por el actual gobierno- a 50 años.

Breve historia reciente de Moldavia

La República de Moldavia es un pequeño país de cuatro millones y medio de habitantes del este europeo enclavado entre Rumania y Ucrania, sin salida al mar. A diferencia de otras ex repúblicas soviéticas, la independencia moldava en 1991 no derivó en un triunfo de fuerzas liberales y de derecha.

Por el contrario -tras un gobierno de transición- desde 1996 y hasta 2009, el Partido Comunista fue la fuerza gobernante y la más votada en todas las elecciones (con apoyo del Partido Socialista que ahora lidera Dodon).

Si bien en 2009 volvió a ser el partido más votado, debido al sistema de régimen parlamentario, una coalición de partidos de derecha y pro europeos logró desplazarlo del Ejecutivo.

La reciente victoria socialista en las presidenciales no modificó la composición parlamentaria pero deja planteado un escenario novedoso de cara a las legislativas que serán claves para el futuro del país.

Santiago Mayor – @SantiMayor