Nacionales

28 marzo, 2017

#ElLegadoDeWalsh

Escritor, periodista y militante. Compulsivo de la palabra, fiel al compromiso de dar testimonios, aún en tiempos difíciles. Hace 40 años en el corazón del barrio porteño de San Cristóbal se vio por última vez a una de las plumas argentinas más valientes, la de Rodolfo Walsh. En un presente interactivo y de ligera circulación de la información, su legado sigue vigente.

Escritor, periodista y militante. Compulsivo de la palabra, fiel al compromiso de dar testimonios, aún en tiempos difíciles. Hace 40 años en el corazón del barrio porteño de San Cristóbal se vio por última vez a una de las plumas argentinas más valientes, la de Rodolfo Walsh. Uno de los fundadores del nuevo periodismo e ícono de la investigación periodística. En un presente interactivo y de ligera circulación de la información, su legado sigue vigente.

#OperaciónFinal

El régimen militar cumplía nueve meses en el poder cuándo Walsh se instaló en el tercer cordón del conurbano bonaerense junto a Lilia Ferreyra. Sobre la calle Triunvirato en el partido de San Vicente, Rodolfo pasaría, tres meses después, los últimos momentos junto a su mujer. Para fines de marzo de 1977 había terminado los que serían sus últimos escritos: el cuento Juan se iba por el río y su Carta de un escritor a la Junta Militar.

El último jueves de ese mes, Walsh viajó a la Capital con varias copias del escrito que interpelaba a los dictadores sobre los crímenes cometidos en un año del gobierno de facto. Antes de dejarlas en el buzón de correos, en la esquina de San Juan y Entre Ríos, el grupo de tareas 3.3.2 de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) desapareció al hombre que sigue presente, aunque su tumba no tenga ni nombre ni lugar.

#WalshMilitante

Por militante montonero, por ser el fundador junto a Horacio Verbitsky de la Agencia de Noticias Clandestinas (ANCLA), por escribir lo que muchos no se animaron. En un carta destinada a sus amigos en diciembre de 1976, compartió sus sensaciones luego del suicidio de una de sus hijas, María Victoria, «Vicky» para la familia y amigos, o «Hilda» para sus compañeros en Montoneros. “Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella: vivió para otros, y esos otros son millones. Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya, y en ese orgullo me afirmo y soy yo quien renace de ella “, escribió tres meses después del llamado “Combate de la calle Corro”.

“No creo en la idea del periodismo neutral, pero tampoco reemplazar el trabajo periodístico con opinión”, se manifestó al respecto Werner Pertot, periodista de Página/12. En esa línea delgada Walsh tuvo que manejarse cuándo comenzó a escribir, hacia fines de los ‘60, el semanario de la CGT. “En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía», deslizó Walsh en su texto autobiográfico de 1965, y ese mismo año publicó Los oficios terrestres. A esta obra de cuentos compilados la encabeza Esa mujer, un relato exquisito del momento en que Rodolfo entrevistó al coronel Moori Koenig, quien custodió durante años al cadáver de Evita. Su incipiente costado peronista y su afán, quizás absurdo, de querer encontrar el paradero del cuerpo fue lo que lo impulsó a redactar ese texto.

#WalshInvestiga

Diferentes fueron los motivos que lo condujeron a escribir sus investigaciones periodísticas: la frase “Hay un fusilado que vive” fue la que disparó su interés una tarde que jugaba al ajedrez en La Plata, y la que lo llevó a componer Operación Masacre, su obra más conocida. “Walsh era un poco un periodista estrella. No como algo malo, sino porque tenía el tiempo de dedicarse a cosas determinadas”, aportó en diálogo con Notas Pertot, autor del libro de investigación sobre la segunda desaparición de quién debía declarar en el juicio contra Etchecolatz Los días sin López.

De todas maneras, antes de contar con esa libertad para la investigación, Walsh también fue un simple trabajador. A los 17 años dio sus primeros pasos en la Editorial Hachette y su pluma probó por primera vez el éxito con la compilación de cuentos policiales Variaciones en rojo. Werner, también colaboró al momento de definir qué es realmente el periodismo de investigación y dijo: “Investigar es ahondar en determinados temas y encontrar cosas ocultas”. Es decir, una práctica que requiere tiempo y dedicación.

Si bien el periodismo de investigación busca revelar a la sociedad determinadas cuestiones encubiertas, “el periodista no está para cubrir los baches del Estado, además ellos tienen recursos que nosotros no”, comenta Pertot. Y agrega: “Walsh, en Operación Masacre, parece estar más convencido de que con su publicación va a meter presos a todos, pero con ¿Quién mató a Rosendo? y El caso Satanowsky está más desencantado con todo el sistema político y judicial”.

La Nación y Chequeado son unas de las pocas empresas mediáticas en Argentina que cuentan con equipos de periodistas abocados a la investigación, que destinan recursos tanto económicos como humanos a ello. La contrapartida de esta lógica es la producción de noticias en serie para las web, lo que colabora con el ruido informativo.

#Walsh2.0

Creyente de la palabra, así se definía Walsh. Palabra, lo que hoy en las redes sociales circula con total liviandad. Ante la vorágine del click: ¿qué opinaría sobre manejo de la información que se hace en las plataformas digitales? Las certezas son imposibles. Las conjeturas, muchas. Lo seguro: debemos pensar en las nuevas formas de comunicación como nexos a la información más que como fuentes de la misma.

La empresas de Mark Zuckerberg, Facebook e Instagram, y la norteamericana Twitter lideran el ranking de las plataformas más utilizadas por la población con acceso a internet. Los medios de comunicación, atentos a estas nuevas tendencias, desembarcaron en ellas hace por lo menos diez años.

Walsh afirmó en el manual de estilo para novatos que escribió en 1959: «Las dos cualidades esenciales del periodista son exactitud y rapidez, y este orden correlativo no excluye que ambas se ejerciten al unísono». En las redes sociales la rapidez está, pero ¿cuál es la exactitud de la información? Con cambios permanentes en las relaciones comunicacionales, la desinformación producida por el ruido de múltiples voces también llegó a las redes. “El periodista tiene que existir, debe chequear la información, tiene una especificidad, las redes sociales no son la misma práctica que los medios”, afirma Pertot.

En un léxico 2.0 se podrían encontrar las obras y acciones de Rodolfo bajo el hashtag #ElLegadoDeWalsh. Sin que éstas, claro, pierdan jamás el poder del decir que él siempre sembró en lo suyo. Hoy el poder parece estar en la cantidad de información que circula por sobre la calidad. Pero su mensaje simboliza lo opuesto.

Florencia Villegas y Evelyna Rey.

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