22 marzo, 2017
Macri en problemas con la Justicia: No al traspaso
Los trabajadores y trabajadoras judiciales de la Nación comenzaron este martes un paro por 36 horas en reclamo contra el traspaso de la Justicia Nacional Ordinaria a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dispuesto por el gobierno. Este miércoles Tribunales estará paralizado.
Este martes, los trabajadores y trabajadoras judiciales de la Nación comenzaron un paro de 36 horas que se extenderá durante todo el miércoles. Al día siguiente, cuando vuelvan a enfrentarse con el cúmulo de tareas y el desborde de escritos, cédulas, despachos y demás actuaciones de miles de expedientes que amenazan como un alud al abrir cualquier puerta, lo harán con una sonrisa ganadora.
Están en lucha y todavía no ganaron ni saben si lo harán, pero nuevamente le demostraron a Macri que están de pie más que nunca. Otros años movilizaciones importantes y en los noventa llegaron a ser así de masivas, pero la seguidilla de movilizaciones, paros y asambleas concentradas en estos meses es bastante novedosa.
El conflicto nace de la intención de Macri de traspasar la Justicia Nacional Ordinaria a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en una primera movida a través de la firma de unos convenios entre ambas administraciones y ahora a partir del ingreso de un proyecto de Ley al Congreso y a la Legislatura de la Ciudad.
Desde que Macri llegó a Jefe de Gobierno en la Ciudad en 2007 siempre quiso avanzar con este traspaso que ahora, contando con el mismo color político en la Ciudad y la Nación así como con una oposición parlamentaria muy predispuesta a acompañar con su voto al oficialismo tanto en la Legislatura como en el Congreso, aparece como más posible. Cuenta además con la complicidad de la Corte Suprema que, alineada con el gobierno, ha dictado fallos favorables al traspaso.
No fue el primero en tener este sueño: ya lo intentaron Menem y De La Rúa y tuvieron que desistir.
Hay dos situaciones dentro de este traspaso que preocupan a trabajadores, asociaciones de abogados, funcionarios, magistrados y juristas. Por un lado, el traspaso de la Justicia Penal, ya que las competencias que pasarían a la órbita de la Ciudad son aquellas relacionadas con delitos contra la administración pública, lo cual se ve como una maniobra para garantizar la impunidad para el accionar de los funcionarios macristas de la Ciudad.
El otro caso, que genera aún mayores resistencias, es el traspaso de la Justicia Nacional del Trabajo, casi una obsesión para el actual presidente. Durante todo el año pasado se expresó en distintas ocasiones sobre la existencia de “una industria del juicio” y la necesidad de tener otra Justicia “que no falle siempre para el mismo lado”. Ese “mismo lado” son los trabajadores. Cabe destacar que el derecho laboral tiene un carácter protectorio a la parte considerada más débil del conflicto, es decir el trabajador. Lo que a Macri le molesta es que los trabajadores encuentren posibilidades de defensa y resarcimiento en la Justicia cuando la sed de ganancia empresarial vulnera derechos establecidos por ley.
El traspaso de la Justicia Nacional del Trabajo a la órbita de la Ciudad tendrían varias implicancias, entre otras perder una referencia para el resto de los tribunales laborales de jurisdicción menor. Los fallos de la Justicia Nacional siempre han tenido este carácter. Por otra parte, el proyecto implica pasar en una primera etapa los juzgados que se encuentran actualmente vacantes, es decir sin jueces. Sería entonces, el Consejo de la Magistratura de la misma quien designaría a los magistrados, en un organismo donde Macri cuenta con mayoría propia para que las vacantes sean cubiertas por doctores disciplinados y en caso de algún atisbo de independencia con esa misma mayoría avanzar en el juicio político.
Ataques de este tipo contra jueces ya se han visto como en los casos de los camaristas Enrique Arias Gibert, Graciela Marino y el Juez Federal de La Plata Luis Federio Arias, por sentencias contrarias a la voluntad del gobierno en relación al conflicto en bancarios y docentes, así como también en contra de los tarifazos. Lo que vendría después sería una desaparición lenta pero constante de la Justicia Nacional del Trabajo creada durante el primer gobierno peronista.
Se trata de una reforma estructural en armonía con una nueva legislación flexibilizadora de las relaciones laborales que el Gobierno ha comenzado con la reforma de la Ley de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo y que quiere continuar mediante otras leyes, con el cuestionamiento de los convenios colectivos, la paritaria nacional docente, el ataque a la actividad gremial cuando se trata de sindicatos no dispuestos a transar, etc.
Hasta no hace mucho, Macri contaba con un aliado importante en el mismísimo Secretario General de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, Julio Piumato, quien ahora aparece más distanciado. Piumato mantuvo un excelente vínculo con el actual Ministro de Justicia, Germán Garavano, y saludó la “apertura al diálogo” del actual gobierno así como también el proyecto Justicia 2020 (plan neoliberal de reforma judicial). Sin embargo, diferencias sobre aspectos del traspaso y la presión y malestar de sus representados en el actual conflicto se sumaron a la pérdida de varias comisiones internas de la Justicia Nacional con sede en la Ciudad de Buenos Aires (el año pasado la Comisión Interna del Fuero del Trabajo), para motorizar el alejamiento.
En el Fuero del Trabajo ganó la Lista Tricolor, que tuvo que ponerse a prueba inmediatamente frente a la crisis por las condiciones de trabajo y falta de personal así como en la lucha contra el traspaso. La legitimidad que se había ganado a través de los votos fue refrendada luego durante el transcurso de estas luchas logrando una gran identificación entre los trabajadores y la Comisión Interna. Una de las medidas que tomaron al asumir fue desarrollar nuevas elecciones de delegados en todos los organismos y la realización asidua de asambleas por edificios para tratar los problemas así como las medidas a tomar, generando un nuevo interés en la participación gremial de los trabajadores y un gran poder de convocatoria frente a cada acción.
Este miércoles, la zona de Tribunales estará vacía, pues se espera un alto acatamiento al paro.
Macri tiene problemas en la Justicia, pero esta vez no se trata de las escuchas, de los Panamá Papers ni del Correo, sino de los propios hacedores de la Justicia, de los trabajadores que le dan pelea y sueñan con ganar por puntos o por nocaut. Como sea, pero ganar.
Arnaldo Franzani, delegado Fuero del Trabajo-Poder Judicial de la Nación
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.