Derechos Humanos

21 marzo, 2017

“El retroceso en políticas de memoria repercute en los derechos del presente”

En esta entrevista con Notas la abogada Elizabeth Gómez Alcorta analizó el contexto en el cual se produce un nuevo aniversario del inicio de la dictadura cívico – militar de 1976, los rastros en el sistema jurídico de los golpes de Estado y el rol que ocupa el movimiento de mujeres en la lucha por los derechos humanos actuales.

En esta entrevista con Notas, la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, integrante del Movimiento de Profesionales de los Pueblos y defensora de Milagro Sala, analizó el contexto en el cual se produce un nuevo aniversario del inicio de la dictadura cívico – militar de 1976, los rastros en el sistema jurídico de los golpes de Estado y el rol que ocupa el movimiento de mujeres en la lucha por los derechos humanos actuales.

– ¿Cómo caracterizás este nuevo aniversario del 24 de marzo en el contexto de un gobierno como el de Cambiemos? Por ejemplo respecto del accionar de las fuerzas de seguridad, el caso de las chicas detenidas por la cuales presentaste la denuncia el 8 de marzo…

– Creo que este 24 de marzo nos encuentra en un contexto distinto al que venimos transitando, por lo menos en la última década y un poco más. Se trata de un cambio de época también en materia de violaciones a los derechos humanos con un fuerte retroceso en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y creo centralmente que hay que enfatizar que este cambio de época implica un fin de las políticas de Estado de Memoria, Verdad y Justicia.

Durante muchos años los tres poderes del Estado tenían un compromiso respecto de asegurar la Memoria, trabajar por la Verdad y responsabilizar a los genocidas autores y responsables de los graves hechos del terrorismo de Estado. Eso dejó de ser una política de Estado. Y se ve en infinitas cantidad de acciones de los tres poderes estatales -no solo del Poder Ejecutivo, aunque centralmente-. Por ejemplo en el desmantelamiento, desfinanciación, eliminación de muchísimas dependencias de distintas carteras del Ministerio de Seguridad, Defensa, Justicia, Secretaría de Derechos Humanos, Banco Central, etc.

Este aniversario del 24 de marzo nos encuentra con una consigna que es “son 30 mil”, lo que implica volver a reafirmar algo que era un piso mínimo de consenso. Pero -lo más importante- es que cuando hay un cambio así en las políticas en relación a la violación de los derechos humanos de parte del gobierno, tiene una fuerte repercusión también sobre los derechos y las garantías de los ciudadanos hoy, en el presente, este punto conector que ha habido siempre entre pasado y presente.

Por lo tanto creo que aumentan los niveles represivos y el nivel de autonomía con la que se están moviendo las fuerzas de seguridad. Eso se ve con la represión de comunidades mapuches en Esquel, en el 8M o en el caso del encarcelamiento arbitrario de Milagro Sala. También se podría seguir enumerando: la represión hace un año de la murga con los niños del bajo flores, el ataque a los chicos de la Garganta Poderosa, la represión de los docentes en Ushuaia. Cuando se pone sobre la mesa y se empieza a ver cómo se repite el accionar por parte del gobierno, se puede entender que se trata de un cambio de etapa.

– ¿Cuánto ves presente la dictadura hoy en materia jurídica? Hay vigentes 156 leyes que se dictaron en esa época.

– Todo el siglo XX con la cantidad de interrupciones a la vida democrática es un gran entramado entre las normas democráticas y de facto. Lo grave de esto está vinculado a una acordada de 1930 en donde la Corte Suprema de Justicia de la Nación dio por válidas y legítimas las acciones que llevó a cabo la primera dictadura cívico militar que tuvimos, y de ahí en adelante esto se replicó.

Digo esto porque el siglo XX estuvo atravesado por dictaduras, no sólo en nuestro país sino en toda Latinoamérica, por lo tanto tenemos una infinidad de normas de facto. Incluso si se piensa desde la Constitución Nacional y la derogación de la constitución de 1949 en el año 1955, también es la huella que nos deja las dictaduras en nuestro país.

– ¿Ves al movimiento de mujeres como una fuerza que se enmarca en la lucha por los derechos humanos?

– El movimiento de mujeres está siendo epicentro como un nuevo actor colectivo político, como un nuevo sujeto político, en Argentina y en el mundo. Es un fenómeno mundial y transversal: en términos de clases sociales, de ideología, de partidos políticos, y de hemisferios.

No hay ninguna duda que este movimiento de mujeres es un movimiento que trabaja y presenta consignas en pos de la igualdad, de la igualdad de género y disidencias sexuales, y en contra de la violencia que genera esa desigualdad, en contra de la opresión de un orden social, económico, cultural y político que es claramente patriarcal; por lo tanto se convierte en sí mismo este movimiento en un movimiento antiliberal, anticapitalista y sobretodo y lo que resulta más importante es que tiene un proyecto civilizatorio propio.

No hay posibilidad de pensar una democracia sin igualdad, no hay posibilidad de pensar derechos y un proyecto de sociedad sin el respeto y la equidad de todos sus ciudadanos y necesariamente la igualdad se contrapone a los privilegios. El orden político en el cual actualmente nos movemos es un orden que privilegia a los varones por sobre las mujeres y es por eso que este movimiento es potente, es un movimiento de mujeres deseantes que salen a la calle para levantar su voz y en esa voz también presentan un nuevo orden mundial.

Rocío Varela – @rociovarelac

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