16 marzo, 2017
Sobredosis de TV (paga)
Por Sebastián Tafuro. En medio de la fuerte crisis que se desató en la AFA desde la muerte de Grondona, esta semana se definió que Fox-Turner tendrá los derechos de televisación y Torneos y Competencias volverá a hacerse cargo de la producción integral de contenidos. Un paso atrás para la sociedad.

Por Sebastián Tafuro. Desde el 30 de julio de 2014, cuando Julio Grondona falleció, el fútbol argentino vive inmerso entre la parálisis a la hora de gobernar la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la capacidad insuperable de asombrar al mundo con escándalos inverosímiles, con el 38 a 38 a la cabeza. Son casi tres años de una crisis de hegemonía con diversos proyectos que no logran imponerse con la legitimidad suficiente para abonar un determinado rumbo.
Nadie dijo que todo tiempo pasado fue mejor y, más bien, los legados de quien fuera amo y señor de la institución madre del deporte más popular del país son la raíz de los problemas de la actualidad. Sólo que la sucesión de hechos bochornosos concentrados en tan poco tiempo parecieron convertir a Don Julio en un dirigente ejemplar, borrando de un plumazo el carácter mafioso con el que ejerció el poder durante más de 30 años.
Pero volvamos por un instante al presente. El cambio de gobierno a nivel nacional a fines de 2015 ha contribuido sobremanera a este estado de situación. La administración macrista, como en otros planos de su gestión, ha generado mayores niveles de crisis para luego intentar imponer sus condiciones. Si una crítica que le hacían al Ejecutivo anterior era su intervención “exagerada” en el fútbol, ese proceso se ha agudizado a niveles obscenos, donde la figura de Daniel Angelici (presidente de Boca) es explícitamente el transmisor de la política que el PRO pretende aplicar con la redonda. En ese contexto entran la rescisión del contrato del Fútbol para Todos y el regreso de la televisión paga con nuevos y viejos actores.
El próximo 29 de marzo será el Día D. No sólo Claudio “Chiqui” Tapia será muy probablemente ungido como presidente de la AFA, sino que en esa misma jornada la Asamblea Extraordinaria deberá aprobar lo que la Comisión de Ofertas de Derechos Audiovisuales dictaminó: que en los términos de las «Pautas para la Presentación de Ofertas para la Comercialización de Derechos Audiovisuales» la ganadora para adquirir los derechos de televisación del fútbol argentino por un plazo de cinco años (con posibilidad de renovación por otro quinquenio más) es la sociedad entre las empresas FSLA Holding L.L.C. (Fox) y Turner Broadcasting System Latin America INC.
Los derrotados en la compulsa fueron ESPN y MediaPro. La AFA en una primera instancia recibirá 1200 millones como adelanto (era una condición sine qua non para ser oferente) y 3200 millones por año a partir del 1ro de agosto que es cuando comienza el vínculo efectivo.
Aunque las propuestas estaban parejas, mientras se resolvían cláusulas particulares, los finalmente ganadores jugaron la carta del triunfo que nadie admitirá demasiado en voz alta: cuando la sociedad comience a ejercer los derechos se verá desestimado el juicio que TSC tenía contra la AFA por la rescisión unilateral del contrato que Grondona realizó allá por 2009 cuando nació el Fútbol para Todos. Porque, es necesario decirlo, TSC es Torneos y Competencias.
Y con este acuerdo es uno de los viejos actores que sonríe: la producción integral será precisamente llevada a cabo por Torneos. Mientras Cablevisión, Directv y Telecentro repartirán los 14 partidos del fútbol de Primera en sus grillas de programación. Y en el tintero, pero con mucha proyección en un futuro no tan lejano, aparece la idea del «Netflix del fútbol», incorporando las nuevas plataformas al proyecto general.
Entre números variados y roscas cruzadas, aparece el elemento central para la mayoría de los lectores: desde agosto si queremos ver fútbol vamos a tener que pagar un extra. Se desconoce el monto, hay diferentes versiones instaladas sobre el precio, pero lo concreto es que con lo que hoy abonamos por un servicio de cable (o las combinaciones más habituales de triple play) no nos va a alcanzar. Lo mismo cuando se incorporen las plataformas digitales ya que los mensajes hablan de «no afectar a las cableoperadoras» con lo cual tampoco habrá por esa vía algún tipo de oferta.
Es una muy mala noticia que, no solo contradice las promesas de campaña del presidente Mauricio Macri, sino que viola derechos adquiridos por la ciudadanía. Aunque la comparación no fue la más afortunada en su momento, estamos asistiendo a algo muy parecido a un (nuevo) secuestro de los goles. Aquí sí con mayor claridad que en otros rubros hay una vuelta a los 90.
Los clubes y la AFA quieren ver en este acuerdo la luz al final del túnel. Los primeros, hundidos financieramente la gran mayoría, se esperanzan con los primeros billetes y las hipótesis de futuros grandes ingresos que alivien arcas golpeadas. La segunda, a partir de esta negociación y la elección de la semana que viene, reencauza institucionalidad y cierra uno de sus capítulos más críticos. Con la aparición inminente de la Superliga tendrá menos potestades pero apuesta a un ordenamiento más prolijo de sus funciones. Es un misterio si lo podrá lograr con nombres muy parecidos a los de antaño, lógicas similares de funcionamiento y un Gobierno Nacional que tendrá amplios niveles de injerencia.
Sin desconocer que el fútbol hoy en día es un negocio, este adiós a la gratuidad implica profundizar la peor cara de esa concepción. Quedan varios interrogantes: cómo será la distribución del dinero entre los clubes, si iremos hacia un modelo a la española con siempre los mismos ganadores o un modelo a la inglesa más repartido. Por otro lado, ¿alguna vez los hinchas tendremos cabida en decisiones semejantes? Siendo los sostenes en todos los ámbitos de este negocio (que para nosotros no deja de ser una pasión), no hay determinación que se venga tomando en AFA que no termine por perjudicarnos.
La sobredosis de TV ya viene en ascenso desde hace un buen tiempo. Ahora se incorporará el factor plata que diferenciará entre quienes pueden pagar (o quienes hagan el esfuerzo por la pasión) y quienes no. Si los ricos no piden permiso, ¿se imaginan un boicot de los hinchas a este negociado para pocos? Difícil, pero va siendo hora de que nos hagamos escuchar más fuerte.
@tafurel
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