12 marzo, 2017
Tierra partida: lo demás no importa nada
El espectáculo teatral muestra la presencia de una profunda grieta. Recorre los distintos momentos que marcaron la formulación de dos modelos antagónicos de país. Las disputas y luchas entre unitarios y federales simbolizan la fragmentación de las capas dirigentes en el siglo XIX en la Argentina.

Tierra partida muestra la presencia de una profunda grieta. Recorre los distintos momentos que marcaron la formulación de dos modelos antagónicos de país. Las disputas y luchas entre unitarios y federales simbolizan la fragmentación de las capas dirigentes en el siglo XIX en la Argentina.
Es un espectáculo teatral interpretado con la estética del clown, una de tantas técnicas que tiene el teatro, método de actuar del payaso trasladado al universo del actor. Un actor clown se diferencia de otro por el estado físico: entrena, trabaja mucho con el cuerpo, realiza caídas, acrobacia y además tiene una conexión especial con el espectador a partir de la mirada y el gesto.
El relato presenta a dos excéntricos historiadores que sostienen dos visiones opuestas del mundo y que se proponen reconstruir la Historia.
Un recorrido sembrado de violencia, muerte, discursos, erotismo y sobre todo, intereses contrapuestos. Detrás de las narices rojas de los actores cobran vida Pancho Ramirez, la Delfina, Sarmiento, Rivadavia, el asesinato de Dorrego, la traición de Urquiza, la Constitución y la sublevación y separación de Buenos Aires… Se coloca en primer plano la imagen de una sociedad partida al medio, agrietada.
“Lo demás no importa nada…” dijo José de San Martín y varios personajes lo repiten en la obra, pero parece que “la nada” que no importa es el Otro, aquel que representa un interés contrapuesto, el que lo disputa. La Historia es una historia de luchas por apropiarse de algo: de la Aduana, de los ríos, de los campos, de las mujeres, del Poder.
Tierra partida pretende mostrar los desencuentros habidos entre los distintos grupos que conformaban la sociedad de ese momento, pero a poco que se agudiza la mirada se puede identificar la persistencia de las divisiones y resentimientos del pasado en los resquemores y odios de la actualidad.
Marcos Arano logró una excelente puesta en escena. Sacó partido de la profundidad de la sala para dinamizar el movimiento de los actores y utilizó inteligentemente los recursos de una muy buena puesta de luces y de una escenografía despojada de imágenes pero dotada de interesantes artefactos móviles. El vestuario, fundamentalmente blanco, quedó resaltado con los juegos de luces. Además, la música original de Ian Shifres y la presencia de los músicos en escena colabora en forma determinante para acercar el drama al espectador.
La excelente actuación del conjunto y de cada uno de l@s artistas merece una mención especial y de destaque.
El humor se encuentra presente durante todo el espectáculo, permitiendo al espectador un acercamiento al tema lo más alejado posible de la angustia.
Independientemente de la postura ideológica que la obra presenta, que no es panfletaria, el espectáculo invita a pensar… lo que no es poco.
¡Bravo!
Ben Davis Min
Ficha técnica:
Intérpretes: Alejandro Merino, Eduardo Barrios, Federico Paulucci, Lala Buceviciene, Ezequiel Cotton, Alejandro Jorge Dubal, Camila Cruz, Damian Moguilevsky, Elian Lopez, Jonatan Gastón Peñara, Lautaro Federico Amurri, Nina Ferrari, Victoria Emilia Irusta Dirección: Marcos Arano
Autor: Marcos Arano, Gabriel Graves
Vestuario: Carolina Fernández, Jazmín Savignac
Escenografía: Carolina Fernández, Jazmín Savignac
Iluminación: Alejandro Velásquez
Música Original: Ian Shifres.
Dirección Musical: Ian Shifres
Teatro La Carpintería.
Jean Jaures 858. Ciudad de Buenos Aires
Sábados 20.00 horas
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.