Géneros

6 marzo, 2017

Los varones y el Paro de Mujeres: el protagonismo es de ellas

Sumado al auge del movimiento de mujeres y un fuerte crecimiento en su masividad, en los últimos años comenzó un debate sobre cuál es el rol de los varones en las luchas feministas. Notas conversó con algunos referentes que contaron cómo intervendrán en el Paro Internacional de Mujeres de este 8 de marzo y por qué.

Sumado al auge del movimiento de mujeres y un crecimiento exponencial en su masividad y radicalidad, en los últimos años comenzó un fuerte debate sobre cuál es el rol de los varones en las luchas feministas. En ese marco, Notas conversó con algunos referentes y activistas que contaron cómo intervendrán en el Paro Internacional de Mujeres de este 8 de marzo.

Daniel Jones, investigador del CONICET y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), afirmó que este miércoles es importante “realizar el máximo esfuerzo para garantizar la participación masiva del mayor número y la mayor heterogeneidad posibles de compañeras en las acciones de protesta (paro, concentración, movilización)”.

En el mismo sentido se posicionó Luciano Fabbri, integrante de Mala Junta (Patria Grande): “La forma más significativa de involucrarnos es colaborar para que las compañeras puedan participar activamente del paro y movilización, asumiendo la carga de las tareas que suelen dificultarle su protagonismo en el espacio público”. Aunque no incluye entre esas tareas “las que corresponden al trabajo formal ya que es importante que el vacío que dejan las compañeras parando sea un costo visible para la patronal”. “Solidarse con ellas no es lo mismo que carnerear un paro”, subrayó.

Por otro lado, el fotógrafo y militante kirchnerista Nazareno Chávez sintetizó su posición en una frase: “Si sos varón, no vayas, campeón”. “Se critica al feminismo por cerrado o por ‘conserva’ pero no se llega a plantear una respuesta a tus ganas de participar y vos tampoco te lo ponés a pensar”, dijo a Notas. “Esta vez se trata de ellas, de sus derechos, por los cuales ninguno de nosotros puede decirles cómo deben luchar”, sumó.

Fabbri, por el contrario, planteó que “a diferencia del Encuentro Nacional de Mujeres o del Tetazo, donde desde Mala Junta insistimos en que los varones no debíamos ni acercarnos, el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras es una fecha de movilización que hace tiempo trabajamos de forma mixta, alentando a que nos sintamos parte de conjunto de la agenda del movimiento de mujeres y feministas”. “Las compañeras siempre reclamaron que estuviésemos con ellas en las calles y los compañeros nos fuimos sumando cada vez más”, sumó Fabbri.

“En concreto”, contó Jones, que además integra el colectivo de Científicxs y Universitarixs Autoconvocadxs, “para ese día no programé reuniones de equipos de investigación, ni entrevistas con becarias o tesistas, y me ofrecí a cuidar a mi hijo para que su madre (mi ex esposa) pudiese participar (ya que ese día, en la tenencia compartida, suele estar con ella)”.

El investigador subrayó la importancia -a diferencia de otras movilizaciones como el #NiUnaMenos- de la “no participación presencial de varones como protagonistas en el paro, ni en las movilizaciones o concentraciones de dicha fecha”, en buena medida, «para garantizar que sus compañeras sí pudiesen parar si así lo deseasen».

“No importa lo bienintencionados que nos creamos: el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, muchas de ellas, presuntamente progresistas”, indicó Jones y recordó “la excesiva cobertura mediática” que hubo de la presencia de varones en otras acciones similares. Eso alerta “sobre la distancia que puede mediar entre las buenas razones pre-meditadas y los efectos políticos realmente existentes”, agregó. «Las estructuras de privilegio pueden actuar, incluso, contra nuestras intenciones manifiestas y conscientes», remató.

Luciano Fabbri, por otro lado, sostuvo que “lo importante es trabajar cada convocatoria de forma situada, evaluando si participar o no, y bajo qué modalidad, sin negar a priori la posible inclusión de los varones en el feminismo, pero tampoco suponiendo que podemos hacerlo en condiciones de igualdad sólo ‘porque somos compañeros’, cuando partimos de posiciones estructuralmente desiguales”. En este caso, contó que los varones de la organización que integra van a movilizarse pero, aclaró, “instruimos a todos los compañeros a hacerlo al final de la columna, detrás de las compañeras, sin portar banderas, pancartas ni nada que pudiera captar la atención de las cámaras”.

“Tenemos otro rol que cumplir en esta lucha”, sumó Chávez y enumeró: “Podés generar y dar las discusiones y debates correspondientes en universidades, gremios, en el trabajo, en los barrios, con tu grupo de amigos. Podés cuidar a los y las hijas de compañeras a las que se les complique llevarlas/os a la marcha, preguntarles a ellas cómo podés colaborar sin la necesidad de ir con una pancarta enorme haciendo alarde de lo capo que sos”. “Dejá que en esta oportunidad se llene las calles de ovarios y el grito enorme de mujeres y trans que son víctimas directas del patriarcado brutal que tanta bronca nos da también a nosotros”, apuntó el fotógrafo.

Jones, a su vez, aseguró que «muchas compañeras han argumentado extensa y lúcidamente sobre nuestra no participación en esta oportunidad”. Y propuso “pensar en otras formas concretas de apoyo a la lucha a favor de las demandas planteadas en esta acción colectiva». Por ejemplo, «comenzar a discutir cuál es nuestro rol en la cadena de complicidades que encubre a varones violentos y cómo podemos colaborar a desmontar esos mecanismos que garantizan continuidad en la violencia de género e impunidad para sus victimarios». Aunque consciente de que «el silencio frente a esto no es sólo de varones», considera que pueden «jugar un rol importante cuando una mujer habla, sea para pedir ayuda o para compartir lo vivido». «Todo esto, claro está, sin la gloria de las cámaras de televisión», apuntó.

“Es realmente importante que no perdamos de vista que esta lucha las tiene a ellas en el lugar central y que así debe ser”, afirmó Chávez.

Desde Mala Junta, además de las indicaciones sobre la movilización, proponen realizar un taller para varones, llamado “Perder el poder para disputar el poder; micromachismos y violencias en las organizaciones”, porque consideran que “la apuesta central para un devenir feminista de los compañeros debe pasar principalmente por deconstruir la masculinidad renunciando a los privilegios que supone”.

Foto: AFP

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas