6 marzo, 2017
La CGT dilata la fecha del paro general
Durante la tarde de este lunes, la mesa chica de la Confederación General de Trabajadores definirá si en la movilización convocada para este martes le pone fecha o no al paro general anunciado a principios de febrero. Ya se anticipó que se postergaría hasta la segunda quincena de abril.

Hace un mes la Confederación General de los Trabajadores (CGT), finalmente anunció su decisión de convocar a un paro general para la segunda quincena del mes de marzo, en fecha a definir. En aquellos momentos se especuló con que el día elegido podría ser el 30 de marzo, fecha de la primera gran movilización de la central obrera contra la dictadura en el año 1982.
Sin embargo, las presiones de los gremios más «dialoguistas» dentro de la confederación fueron haciéndose sentir, por lo que durante la tarde de este lunes se reunirá la mesa chica cegetista para decidir si durante la movilización de los gremios industriales convocada para este martes 7 se confirmará una fecha para el paro, ahora postergado para la segunda quincena del mes de abril.
A principios del mes de febrero, el triunvirato dirigente de la CGT había confirmado el fin de la etapa conciliadora respecto del gobierno de Mauricio Macri en duros términos. Carlos Acuña sostuvo: “Cuando algo beneficia a los trabajadores de inmediato se veta. No hay respeto por el Congreso. Hay demasiadas pruebas sobre la mesa. No hay más tiempo de diálogo. Esta situación sólo puede revertirse modificando de cuajo la actual realidad”. Por su parte, Juan Carlos Schmid agregó: “No estamos conformes con lo que está ocurriendo. El diálogo está roto en la medida en que el Gobierno no reaccione y tenga otro enfoque económico”. Héctor Daer confirmo el retiro de las llamadas “Mesas de Diálogo”, la movilización de este martes y un “paro nacional para la segunda quincena de marzo”.
La reunión de la cúpula cegetista se llevará adelante a partir de las 15 en la sede de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) de Moreno al 1300, en el barrio porteño de Monserrat. Abel Frutos, del gremio de panaderos, informó que en el cónclave “también se ultimarán detalles en lo referente a aspectos organizativos de la movilización, como por ejemplo las ubicaciones de los dirigentes de aquellas fuerzas políticas y de organizaciones sociales que adhirieron a la marcha”.
Héctor Daer, diputado por el Frente Renovador y ex titular de la central obrera durante 8 años, explicó en declaraciones radiales durante el fin de semana que “siempre, si se tiene voluntad política de resolver las cosas, se puede resolver”. En cuanto a las condiciones que exigiría la CGT para levantar la medida de fuerza, detallo que los funcionarios “tendrían que dejar de pensar en una apertura indiscriminada de la economía y ponerse a pensar de qué manera empezamos a desarrollar un modelo industrial que haga una sociedad sustentable”.
Daer dejó clara su sostenida vocación negociadora afirmando que “no hay que embretarse en ponerle hora a las cosas; no es un tema de desactivar una bomba que tiene una cuenta regresiva”. “Lo que tiene que entender el gobierno es que hay que poder hacer rectificaciones para resolver el tema,” concluyó.
La amenaza de medida de fuerza para forzar una nueva instancia negociadora es un clásico cegetista. Y buena parte de los dirigentes “dialoguistas” consideran que ponerle fecha al paro en la movilización del martes implicaría cerrar posibles instancias de negociación con el oficialismo. Por ello, prefieren limitarse a una demostración de fuerza con una importante movilización, que refuerce el impacto político que ya tuvo masiva movilización docente, mientras se continúa diluyendo la fecha del paro general.
Por otra parte, gremios como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), los docentes de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) y los integrantes de la Corrientes Federal de Trabajadores dirigida por el bancario Sergio Palazzo (aunque éstos últimos no son parte de la mesa chica de la CGT), presionarán para que en la movilización se fije públicamente fecha la medida de fuerza nacional.
Cuando Carlos Acuña intentó hablar en nombre de la CGT ante la multitudinaria marcha docente de este lunes, decenas de miles de voces se unieron para reclamarle el paro general, casi sin permitirle hacer uso de la palabra. Finalmente, el triunviro se vio obligado a afirmar que «se está trabajando sobre un plan de lucha» y que «va a haber paro nacional».
En una entrevista de hace unas semanas con este medio, Palazzo reconocía que algunos dirigentes quieren que el paro sea lo más pronto posible, mientras que otros “querrían que no fuera nunca”.
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