Nacionales

1 marzo, 2017

Macri ante el Congreso: «Los cambios que necesita el país requieren tiempo»

Con un discurso centrado en las comparaciones con el kirchnerismo, las promesas de obra pública y casi sin datos estadísticos, el presidente Macri inauguró el período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación.

A las 11.30 el presidente Mauricio Macri llegó al Congreso, escoltado por el regimiento de granaderos a caballo, para inaugurar las sesiones ordinarias del 2017. En las calles se mezclaban los docentes que reclamaban una respuesta al pedido de paritarias nacionales y un buen número de policías y vallas que se dispuso como operativo de seguridad.

El mensaje del presidente a la asamblea inició agradeciendo a los argentinos “por entender que los cambios que pide el país necesitan tiempo”. “Lo más difícil de la transición ya pasó –dijo-. El país está cambiando. Argentina se está poniendo de pie”.

La pesada herencia

Algo que signó todo el discurso fue la comparación de su propia gestión con los doce años anteriores. En este sentido, el presidente explicó que “necesitamos más acuerdos y menos símbolos. Menos relato y más verdad. Hablar con la verdad es comunicar las cifras, las reales. Y también hablar de los obstáculos que encontramos”. Por último afirmó que lo más importante es “tomar las medidas en favor de los que más sufren”.

Maci afirmó que “Venimos de años de simulación y de intentar ocultar los verdaderos problemas” Y propuso “un plan integral de gobierno”. Recordó que él llegó al poder ejecutivo con tres objetivos: “pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unir a los argentinos”.

En línea con la “pesada herencia” dijo que recibió un país “dónde uno de cada tres argentinos en la pobreza” y donde “12 millones de argentinos están viviendo en villas o asentamientos”. Afirmó que su gobierno había fortalecido derechos sociales como las asignaciones, las jubilaciones y las tarifas sociales. Y dejó una definición de los horizontes de su gestión: “Llevar el Estado dónde antes no estaba. Sin punteros ni clientelismo”.

Los docentes según Macri

El presidente anunció una “revolución educativa en todo el país” con docentes “formados, motivados y reconocidos”. Y explicó que “se merecen un salario digno” y sentirse “apoyados en su tarea”. Mientras tanto, fuera de los muros del Congreso, maestros y profesores pedían una audiencia con el ministro de Educación, Esteban Bullrich; y la apertura de paritarias nacionales.

El presidente inició una -“Para cuidar a los docentes…- pero fue interrumpido por algunos diputados que le recordaron el conflicto con los gremios que pone en riesgo el inicio de clases. “No creo –dijo entonces el presidente- que Baradel necesite que nadie lo cuide”. Y propuso una ley que agrave las penas para aquellos que agreden a un maestro.

Economía y promesas

La economía fue uno de los temas centrales del mensaje presidencial. “Para reducir pobreza, el país tiene que crecer”, explicó Macri. Y anunció que “en el 2017 la economía va a crecer. Estamos trabajando en las cuestiones de fondo”.

Para que la economía crezca es condición –según la mirada del ejecutivo- un contexto de confianza y controlar la inflación. Y anunció que “la inflación de este año será entre el 12 y el 17 por ciento” y el objetivo es “un 4,2 por ciento de déficit fiscal”.

También se mostró satisfecho con el sinceramiento fiscal: “permitió recaudar 115 mil millones de pesos y con esto pagaremos la reparación histórica a los jubilados”. Y le pareció auspiciosa la reactivación del campo: “estamos teniendo la cosecha récord de 130 millones de toneladas. Esto significa: más exportación, más comercio, más transporte y más trabajo en todo el país”.

Anunció un proyecto de ley para emprendedores, una reforma en la ley de datos personales que permite propiciar el desarrollo tecnológico y una reforma tributaria para “dejar de aplastar a quienes crean”. Y advirtió que “ya empiezan a llegar las primeras inversiones”.

Mientras hablaba de ciencia, tecnología e investigación; desde el público le recordaron el conflicto con los becarios del Conicet.

A la hora de las promesas la obra pública fue el as de espada: “Este año –afirmó Macri- vamos a mejorar la vida 480 mil familias con la urbanización de 380 asentamientos”. Y, un poco después: “Para el fin del mandato esperamos construir 2800 kilómetros de autopistas (lo mismo que había cuando llegamos)” Cerró el párrafo con una frase enigmática: “La exportación de arándanos creció un 58%”.

Inseguridad y más allá

“La inseguridad –explicó el titular del ejecutivo- es una de las preocupaciones de los argentinos” y destacó volver a contar las estadísticas criminales. Saludó la medida de su propio gobierno de enviar fuerzas federales a distintas provincias: “Por ejemplo Rosario redujimos un 20% la tasa de homicidio y un 30% la de robos calificados” y “Lo mismo hicimos en la provincia de Buenos Aires donde asistimos a 31 municipios “.

La baja en la edad de imputabilidad tuvo una muy leve y tímida aparición en el discurso: “Si queremos combatir la inseguridad tenemos que dar un debate serio sobre una nueva ley Penal juvenil”. Y llamó a una mesa de diálogo para combatir el narcotráfico. “Por eso hemos declarado la emergencia nacional en materia de adicciones”, explicó.

En esta materia pidió que se analizar tres leyes –de las cuales no desarrolló ningún contenido-: “Ley contra el paco, reforma del código procesal penal y una reforma del código penitenciario”. Cerró esta materia con la primera con un pedido particular: A más de dos años de su muerte queremos saber qué pasó con el fiscal Nisman y su investigación”, entonces llegó la primera y tal vez única ovación de la mañana.
Comunicación y política exterior

El presidente abordó esta materia, otra vez, marcando una diferencia: «nosotros hablamos con los periodistas y respondemos sus preguntas para rendir cuentas ante la sociedad». Y anunció nuevos timbreos para escuchar a la gente.

Explicó que una de las decepciones del año 2016 fue el escaso avance en la reforma política: “Seguimos votando con un sistema arcaico y que se presta a la trampa”, dijo.

En el ámbito internacional se mostró conforme porque se retomaron “relaciones maduras y pragmáticas con muchas naciones”. Y porque “Nos visitaron cinco jefes de estado de los países integrantes del G7”. En el mismo párrafo llamó al conflicto con Inglaterra por Malvinas un “extenso diferendo” y propuso más y más diálogo.

Una definición sociológica

Para cerrar su discurso el presidente eligió dar una filosa definición sociológica: “Una sociedad es una inmensa red afectiva. Pero es imposible que tomemos contacto con esas emociones si no podemos pagar las cuentas a fin de mes y no podemos poner comida sobre nuestra mesa”.

Y anunció que “somos la generación que vino a cambiar el país”, “no hay más lugar para cinismo. Tenemos que actuar. Se lo debemos a nuestros hijos”. Contó que la gente le dice muchas cosas pero lo que más le llegó fue un mensaje muy simple: Mauricio, no aflojes. “Y yo les digo hoy: no aflojemos”.

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