26 febrero, 2017
El juicio ESMA se podría declarar nulo por las demoras del tribunal y las defensas
Con el pedido de recusación al juez Obligado y la licencia médica de la jueza Pillioti todo el proceso legal que inició en 2012 corre peligro. Los fiscales advirtieron de una nueva recusación sin motivo y el CELS emitió un comunicado señalando las múltiples demoras en el juicio y las escasas audiencias desde que comenzó.

Con el pedido de recusación al juez Obligado y la licencia médica de la jueza Pillioti todo el proceso legal que inició corre peligro. Los fiscales advirtieron de una nueva recusación sin motivo y, por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) emitió un comunicado señalando las múltiples demoras en el juicio y las escasas audiencias desde que comenzó en 2012.
Con la jueza Adriana Pilliotti con licencia médica y el juez Daniel Obligado recusado por la mitad de las defensas legales a los genocidas, el juicio conocido como la causa ESMA-Unificada corre peligro de no llegar a su fin.
Los defensores le reclaman a Obligado intervenir con “violencia moral”. Por ese motivo, desde el 16 de febrero, se espera el sorteo de los camaristas que tratarán el pedido de recusación. Al mismo tiempo Palliotti tomó licencia médica por una semana y se reintegraría el 1° de Marzo aunque -a esta altura- nadie descarta que la licencia se prolongue más tiempo.
El Código Procesal Penal de la Nación establece que un juicio oral y público puede declararse nulo si se lo paraliza por más de diez días hábiles. En esta situación -con dos jueces sin poder actuar- el único juez suplente -Pablo Bertuzzi- no alcanzaría para completar el tribunal y dictar sentencia.
«La causa empieza a atravesar dificultades que son capaces de desestabilizar la continuidad y culminación del juicio», afirmaron los fiscales Abel Córdoba y Ángeles Ramos. Y agregaron: «Están absolutamente dadas todas las condiciones procesales y materiales para la culminación del juicio en muy poco tiempo» sin embargo señalaron que «asegurar hoy que eso efectivamente ocurra y que el proceso tramite con los tiempos regulares de juicio está en manos del tribunal»
El Centro de Estudios Legales y Sociales emitió un comunicado donde advierte que en la causa hay 54 imputados, 14 menos que cuando comenzó el juicio en el año 2012 con 68 acusados. Todos los apartados fueron por razones de salud o por haber muerto durante el desarrollo del debate.
Además, advierte que “el tribunal destina poco tiempo a las audiencias. Entre el 15 de mayo de 2012 en que se realizó la audiencia preliminar y el 16 de septiembre de 2016, se realizaron 328”. En 2016 se realizaron 71 audiencias y el promedio de tiempo dedicó el tribunal a las 28 audiencias de alegatos fue de 1 hora y 41 minutos.
Abel Córdoba explicó que “un juicio de esta relevancia histórica no debe tener un trámite supletorio y que sólo haya audiencias cuando no hay otra ocupación”. Las querellas -entre ellas las del CELS- presentaron un pedido al tribunal que no obtuvo ninguna respuesta. Entre noviembre y diciembre del año pasado hubo solo ocho audiencias.
En el juicio se están juzgando delitos de lesa humanidad contra 788 víctimas. Los sobrevivientes, las familias de todas las víctimas, los testigos de la causa y los propios genocidas envejecen, se enferman, mueren. Tal y cómo lo advertía el informe publicado por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad a fin del año pasado, se trata de procesos de “justicia tardía”, donde se juzgan hechos ocurridos cuatro décadas atrás.
Según los fiscales que intervienen en la causa, el juicio podría tener sentencia en el primer semestre de este año. Eso si se sigue seriamente un cronograma. Sin embargo, las demoras con las que inició el 2017 parecen ir en dirección de poner en riesgo la continuidad del proceso legal que inició hace más de cuatro años.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.