Un camino a casa con parada en el Oscar

Un camino a casa es una película que presenta dos partes notoriamente diferentes, tanto que parecen dos films distintos, aun cuando sus realizadores no se lo hayan propuesto así. Se propone contar una historia real, tan real como puede contarla el cine que mira a Hollywood y no pierde de vista la fecha de entrega de los “Oscares”.

La primera parte cuenta la historia de Saroo, un niño pequeño que vive con su madre, un hermano mayor que él y una hermana más pequeña, en un pueblito de India. La madre trabaja acarreando piedras en lo que parece una cantera. Viven en una casita ubicada en la periferia del pueblo, a la que se llega cruzando un bosque. La familia es muy pobre, así como sus vecinos. Por las noches el hermano mayor sale a ganarse la vida como puede en la zona de la estación ferroviaria, junta carbón, revisa los vagones en busca de objetos olvidados.

Una noche, y ante la insistencia del pequeño, le permite que lo acompañe. Se separan, Saroo se queda dormido en un tren vacío que estaba estacionado en el andén y termina a miles de kilómetros de su casa, en Calcuta. Esta ciudad caótica alberga un conglomerado de unos quince millones de personas. Saroo sólo habla hindi en lugar del bengalí que se habla en la ciudad, y además ignora el nombre del pueblo donde vive.

El protagonista es un niño perdido en Calcuta, que es una ciudad donde miles de niños viven en la calle. El film los presenta pernoctando en grupos, tal como se conocen las “ranchadas” de los niños que viven en las calles de Buenos Aires. La esclavitud y la prostitución infantil son las amenazas más presentes para estos chicos.

Finalmente, Saroo es internado en un orfanato. Luego se lo da en adopción y se marcha a vivir con sus nuevos padres, a Tasmania. Fin de la primera parte.

En la segunda parte, Saroo es un joven agraciado, correcto y codiciado, hijo de un matrimonio rico, que tiene un muy buen empleo pero que de repente en una fiesta reconoce una comida típica de su infancia y le entra la morriña por su madre y sus hermanos.

Detengo el relato en este punto porque si no ustedes descubrirán que… “lo mató el mayordomo”.

Tan clara es la diferencia entre ambas partes que aún la estética, la fotografía, la música, y las actuaciones, son radicalmente opuestas.

Aquello que comenzó con lo que parecía intentar el abordaje de la problemática de la vida de los niños de la calle y de la violencia que se ejerce sobre ellos, y además la pobreza y el hacinamiento de esta zona tan poblada del tercer mundo, termina con un remedo de thriller psicológico, con condimentos de búsqueda informática, propaganda incluida.

En cuanto a las actuaciones, se nota que Nicole Kidman hace su papel lo mejor que el guión se lo permite, que no es demasiado. El actor que interpreta a Saroo adulto contribuye a la confusión que produce el recorrido de la segunda parte en el espectador porque no se entiende qué le pasa.

Se destaca la excelente actuación del joven actor Sunny Pawar, en el papel de Saroo niño, pero, lamentablemente no alcanza para salvar al conjunto.

Digamos que si consiguen entradas a mitad de precio, podrían ver la primera parte.

Ben Davis Min

https://www.youtube.com/watch?v=Y-fOG64pYns

Ficha Técnica
Título original: Lion
Año 2016
Duración: 120 min.
País: Australia
Director: Garth Davis
Guion: Luke Davies (Novela: Saroo Brierley)
Música: Volker Bertelmann, Dustin O’Halloran
Fotografía: Greig Fraser
Reparto: Dev Patel, Sunny Pawar, Nicole Kidman, Rooney Mara, David Wenham, Nawazuddin Siddiqui, Tannishtha Chatterjee, Deepti Naval, Priyanka Bose, Divian Ladwa
Productora: Coproduccion Australia-GB-USA; See-Saw Films / Screen Australia / Sunstar Entertainment / Weinstein Company