12 febrero, 2017
España: entre el congreso del PP y la asamblea de Podemos
Luego de la seguidilla de elecciones que tuvo el país entre 2014 y 2016 los partidos políticos redefinen los caminos a seguir. Este fin de semana fue el turno del gobernante Partido Popular y Podemos. Aún resta definir el futuro del PSOE.

Luego de la seguidilla de elecciones que tuvo el país entre 2014 y 2016 los partidos políticos redefinen los caminos a seguir. Este fin de semana fue el turno del gobernante Partido Popular y Podemos. Aún resta definir el futuro del PSOE.
El PP busca gobernabilidad
Con la nueva investidura de Mariano Rajoy en la presidencia de España, a pesar de haber necesitado contar con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos, el Partido Popular (PP) pretende cerrar un ciclo de inestabilidad en el sistema político.
Este domingo culminó su congreso y Rajoy fue reelegido como presidente por el 95,6% de los votos de los pocos más de 2600 «compromisarios». Los delegados fueron definidos prácticamente por las mismas direcciones existentes y contó con el rechazo de militantes que juntaron firmas para poder votar. Como sucedió en los últimos congresos también hubo lista única.
En su discurso de clausura Rajoy reivindicó al ex presidente José María Aznar por «una herencia de la que nos hemos beneficiado todos los españoles». No faltó también el tradicional saludo a «Su Majestad el Rey». Citó cifras que pretenden mostrar que España ha superado la crisis y también se negó rotundamente la posibilidad de un referéndum en Cataluña.
El mensaje sobre las tareas del PP fue claro: «Después de un año de bloqueo político, lo que España necesita es estabilidad y certidumbre y, para ello, lo más importante es que el gobierno pueda gobernar». Aunque también reconoció que «el gobierno está obligado a dialogar en el mismo grado que los demás» en alusión a la colaboración que necesita de Ciudadanos y el PSOE.
La propuesta de Rajoy se basa en impulsar un transformismo que no de vuelta atrás con las medidas de ajuste aplicadas, cumpla con los compromisos de deuda ante la Unión Europea y permita mostrar leves signos de reactivación que restauren la gobernabilidad en el país.
En Podemos se mandata unidad y humildad
El debate público y la masiva participación en torno a la asamblea ciudadana de Podemos capturaron la atención de los medios españoles durante las últimas semanas. A tal punto que el viernes Íñigo Errejón tuvo que responder a los ataques del PP a la asamblea de Podemos: «Gracias por preocuparos por nuestro congreso. Preocuparos más por el vuestro y que el próximo no tengan que librarlo en un centro penitenciario», en alusión a las denuncias de corrupción a su dirigencia.
También en el cierre de la asamblea ciudadana Pablo Iglesias contrastó las formas en que se dirimen los debates en los distintos partidos. «Aquí hay una fuerza política del siglo XXI que avanzó con otras y con la gente mientras los partidos de la restauración impiden la participación de la gente en las decisiones importantes», sostuvo.
En el encuentro denominado Vistalegre II de Podemos votaron 155.190 inscriptos. Eligieron los documentos, la secretaria general y la conformación de un nuevo consejo ciudadano. Los resultados arrojaron el triunfo del equipo liderado por Iglesias. En la elección para consejo ciudadano Podemos para Todas obtuvo el 50,7% de los votos, Recuperar la Ilusión (liderado por Errejón), el 33,6% y Podemos en Movimiento (referenciado en Miguel Urbán y Teresa Rodríguez), el 13,1%. Resultados similares se dieron respecto a los documentos político, organizativo, ético y de igualdad.
El nuevo consejo ciudadano quedará conformado con 37 integrantes de Podemos para Todas, 23 de Recuperar la ilusión y 2 de Podemos en Movimiento. Con esta conformación Iglesias continuará siendo el secretario general tal cual lo proponían todas la listas.
Lejos de algunos análisis que anticipaban un «choque de trenes» entre las principales corrientes del partido, en la masiva asamblea el grito de «unidad» fue el que predominó desde la tribuna. El sábado se expusieron los documentos y en los discursos se expresó menor confrontación y mayor confluencia respecto a las semanas previas. El domingo también se dio lugar en el escenario a los movimientos de trabajadores sindicalizados, científicos precarizados, agrupaciones de profesionales, organizaciones territoriales locales y de otros países para dar a conocer sus luchas.
Una vez conocido el resultado de la votación Iglesias, acompañado por integrantes de todos los equipos, pronunció un discurso. «Hay un mandato unánime para este secretario general: unidad y humildad», dijo. Reconoció a la militancia: «Habéis sido un ejemplo de fraternidad, inteligencia y altura política». Y también sentenció que hoy Podemos «es más fuerte y maduro para seguir sirviendo a las mayorías sociales».
La propuesta de Iglesias marca la necesidad de evitar la restauración que busca lograr la «triple alianza» (el gobierno del PP y sus socios del PSOE y Ciudadanos). Y, para eso, se hace hincapié en un partido unido, sumando aliados, luchando junto a los movimientos, siendo útiles en las instituciones y convenciendo a millones de españoles de que aún es posible derrotar a una élite que considera fuerte.
Ciudadanos y el PSOE con un menor protagonismo
La ratificación de los liderazgos de Rajoy e Iglesias muestran la legitimación de las estructuras partidarias a las estrategias electorales y de alianzas llevadas a cabo por ambos durante los últimos años en dónde ambas fuerzas han intentado polarizar el escenario político.
La semana pasada Ciudadanos también llevó a cabo su poco atractiva IV Asamblea. También hubo lista única que legitimo el liderazgo de Albert Rivera y el debate fue casi inexistente. Reforzaron la definición de «liberal progresista» del partido, la necesidad de construir el «centro político» que pretenden heredar de figuras como Felipe Gonzalez y José María Aznar e ignorar a los nacionalismos para derrotarlos.
Por su parte, el PSOE no ha salido de la crisis que impuso el golpe interno en octubre pasado a su ex-secretario general, Pedro Sánchez, para hacer posible la investidura de Rajoy. Para mayo se han convocado las elecciones de delegados para el 39° congreso federal que se llevará a cabo en junio. El liderazgo se disputa entre Sánchez y Susana Díaz y Patxi López apoyados por los sectores más conservadores.
La colaboración con el PP para permitirle formar gobierno, sumado a la intrascendencia de sus posicionamientos y crisis internas, dejan un fin de semana en España en el que a Ciudadanos y al PSOE le queda poco lugar en los debates centrales. Rajoy o Iglesias son las caras principales de dos proyectos antagónicos que predominan en la lucha por el futuro de España pero que no prescindirán absolutamente de los demás actores.
Lucas Villasenin – @villaseninl
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