Preocupación en el sector audiovisual por posible quita del impuesto a las entradas

Sin dudas corren vientos de cambio en el cine de nuestro país. Desestimando el reconocimiento internacional tras el Premio Goya a mejor película que recibió El Ciudadano Ilustre o la tanda de nominaciones que nuestras obras recibieron en la última edición del Globo de Oro, el diario La Nación trascendió esta semana las intenciones del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de recortar el presupuesto de la industria audiovisual. Lejos de pasar desapercibida, la noticia fue levantada y rechazada por casi la totalidad de las asociaciones de directores y realizadores audiovisuales, haciéndose eco de la primicia el portal La Cosa Cine, del productor Axel Kuszchevatsky.

La intención del flamante ministro proviene de la consultora liberal FIEL, contratada por el gobierno para evaluar qué sectores, a su entender, dan pérdida y poder así efectuar un recorte que reduciría el valor del IVA.

La noticia no tardó en hacerse sentir en los sectores de la industria. Tras la la difusión de la noticia desde el portal La Cosa Cine, numerosas asociaciones y sindicatos del cine y las artes audiovisuales se declararon en estado de alerta. Se trata de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica (CAIC), la Asociación de Directores de Cine, la Unión de la Industria Cinematográfica (UIC), la Asociación de productores (ACERVO), junto al pleno de las 16 organizaciones sindicales, productoras y de gestión de derechos de la Multisectorial x la Ficción Audiovisual.

“La eventual eliminación de este gravamen tendría un impacto negativo enorme en el sector sin compensación alguna en los fondos públicos ni el bolsillo de los contribuyentes. Como representantes de una industria que trabaja todos los días para que Argentina tenga reconocimiento internacional, queremos expresar nuestro inmediato rechazo a cualquier medida como la mencionada”, indica un comunicado conjunto que emitieron las entidades.

La docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), Alejandra García Vargas, destacó algunos de los riesgos efectivos de la quita de este subsidio, entre los cuales se encuentran la reducción de áreas concursantes que toman como criterio distributivo a las regiones, la eliminación de los jurados internacionales en diversos concursos, la ausencia de convocatorias relativas a géneros de efectivo desarrollo en el país y la ausencia de medidas que contrarresten las dificultades históricas en la distribución.

El llamado “impuesto al cine” surge a partir de la creación de la Ley 17.714, la cual dio a luz un fondo de Fomento a la Actividad Cinematográfica que data de 1994. La misma dictamina que el fondo será financiado con el 10% del valor de cada entrada de cine cortada en cualquier sala del país. Esto sostiene económicamente desde hace más de 20 años al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), que destina créditos a casi la totalidad de películas producidas en Argentina, así como concursos e incluso a la propia Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), la principal escuela pública de artes audiovisuales.

De existir la quita del impuesto, que estaría inserta en un plan de reforma fiscal armada en conjunto entre el Ministerio de Hacienda y la consultora privada FIEL, la actividad cinematográfica se vería desfinanciada de una manera drástica. Tanto es así que incluso voces de sabida afinidad con el gobierno como la del director José Campanella dieron cuenta de su preocupación. A través del comunicado de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas que encabeza junto a Kuszchevatsky, dijo que “la eventual eliminación de este gravamen tendría un impacto negativo enorme en el sector sin compensación alguna en los fondos públicos ni el bolsillo de los contribuyentes». Ni Dujovne ni la consultora FIEL ampliaron sus intenciones al respecto.

Iván Soler – @vansoler