9 febrero, 2017
AGR: “La planta es un elefante dormido”
Este jueves los trabajadores despedidos de AGR, junto con organizaciones sociales y políticas, realizaron cortes en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires y en distintas ciudades del país. Gerardo González delegado de la Comisión Interna detalló cómo viven la ocupación de la planta situada en Pompeya.

A poco de cumplirse un mes desde que Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), perteneciente al Grupo Clarín, decidió cerrar sus puertas y dejar en la calle a 380 trabajadores, Radio Sur FM 88.3 dialogó con Gerardo González de la Comisión Interna, quien detalló cómo sigue el conflicto y cómo es vivir adentro de la planta, que se mantiene ocupada desde entonces.
“Es un cierre trucho”, remarcó González, ya que no existe “ningún procedimiento preventivo de crisis ni quiebra ante la justicia”. “Los trabajos nuestros se siguen realizando en diferentes talleres. La idea de la empresa es arrancar de vuelta pero con trabajo precarizado y sin una organización gremial”, explicó sobre los objetivos de Clarín con el cierre de AGR.
La planta empezó a funcionar en el barrio porteño de Pompeya en 1993 pero antes funcionaba en Lanús, desde 1973). “Es una de las plantas impresoras más importantes que tiene el Grupo Clarín, con tecnología de punta y una producción que no tiene ningún otro taller”, comentó González.
“Es una sensación terrible”, dijo el trabajador. Contó que se encuentran “resistiendo adentro de la planta para que no se lleven ninguna máquina” y que están “listos para trabajar” cuando Clarín decida poner a funcionar la imprenta.
Al mismo tiempo, denunció que el gobierno nacional no se posiciona sobre el tema y que “acompaña al Grupo Clarín en su política”. El miércoles los trabajadores gráficos fueron convocados por tercera vez al Ministerio de Trabajo, pero dijeron que el conflicto “los excede”. Según interpretó González, la intención era impedir la jornada de lucha que desarrollaron durante el jueves 9, con movilizaciones y cortes en los accesos a la capital (Puente Pueyrredón, Acceso Oeste y Panamericana), en avenidas de la ciudad de Buenos Aires y en distintos puntos del país.
La organización de los trabajadores
“En la planta tenemos guardias las 24 horas”, contó el delegado. Se organizan por equipos: quienes hacen la comida, los que hacen guardias, los que se ocupan de la limpieza y quienes reciben donaciones. Rotan para hablar con todos los trabajadores. “Por la tarde vienen las familias a visitar, traen a los chicos, etc”, detalló.
“Yo trabajo hace 20 años”, explicó González. “Uno está acostumbrado a cumplir el horario laboral y después resetearse en la casa, pero estar las 24 horas acá nos ha producido cosas que ni imaginábamos”, continuó. Por ejemplo, habló del lugar donde duermen. “Esta es una planta inmensa, pero descubrimos que los trabajadores se sienten cómodos durmiendo en donde está su puesto de trabajo”, comentó.
“Con los compañeros ya nos convertimos en una familia”, dijo.
Aprietes y extorsión: la ley Clarín
“El Grupo Clarín se maneja con total impunidad, asociados al gobierno”, afirmó González en lo que definió como una “ley Clarín”. Dos camionetas de la policía permanecen fijas en las inmediaciones de la planta gráfica sacando fotos y controlando. “La última jugada de la empresa fue intimidar a las familias mandando telegramas diciendo que tenían material fílmico y fotográfico”, agregó.
“La empresa juega al desgaste, por eso el fondo de huelga y la Comisión de Mujeres y Familiares es tan importante”, destacó y aseguró que la empresa les debe el pago de una quincena completa y que solo la abona a “quienes agarren la indemnización”.
“La planta es un elefante dormido”, concluyó el delegado, “y eso nos da tristeza”.
Foto: Bárbara Leiva
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