8 febrero, 2017
En Estados Unidos no todo es Trump y hamburguesas
Quien tenga la suerte (y las ganas) de viajar al país del norte, al pensar en California probablemente lo primero que se le venga a la mente sean Hollywood, el paseo de la fama, la playa de Venice Beach donde se filmó la serie Baywatch o la marihuana legal. Pero hay mucho más que vale la pena conocer.

Quien tenga la suerte (y las ganas) de viajar al país del norte, al pensar en California probablemente lo primero que se le venga a la mente sean Hollywood, el paseo de la fama, la playa de Venice Beach donde se filmó la serie Baywatch o la marihuana legal. Pero más allá de estos lugares comunes, en el Estado que hasta 2011 fue regido por el ultraderechista Arnold Schwarzenegger, se pueden encontrar increíbles parques nacionales únicos en su especie donde acampar por algunos dólares y pasar unos días alejados de la cultura de las hamburguesas y los parques de diversiones.
El Sequoia National Park (Parque Nacional de las Secuoyas) tiene 1635 kilómetros cuadrados en los que se puede encontrar un bosque de secuoyas gigantes, que aloja al árbol más grande del mundo, de 84 metros de alto y 11 de diámetro. Es administrado junto con el contiguo Kings Canyon National Park y en todas sus inmediaciones pueden encontrarse carteles que advierten al visitante que guarde su comida bajo llave ya que pueden encontrarla y comérsela los osos negros que viven allí. El parque se encuentra en el sur de Sierra Nevada y puede accederse a él desde las ciudades de Fresno o Visalia.
El Parque Nacional Yosemite, situado a 320 kilómetros al este de la ciudad de San Francisco, es el preferido por los escaladores de todo el mundo pero también por viajeros y viajeras que aman la naturaleza y eligen ir en primavera a ver sus imponentes cascadas formadas por la nieve del invierno que empieza a derretirse. También se ubica sobre la cadena montañosa de Sierra Nevada y tiene una superficie de más de 3 mil kilómetros cuadrados. El Yosemite fue el primer parque nacional del país del norte y cuenta con alrededor de 3.200 lagos o lagunas, además de arroyos, cascadas y saltos de agua por todas partes. La cataratas de Yosemite tienen 782 metros de altura y están entre las diez más grandes del mundo. En el parque se pueden realizar actividades como cabalgatas, patinaje sobre hielo, esquí, natación y rafting.
Además del Sequoia y el Yosemite, el Estado occidental ofrece una variedad de otros parques nacionales y estatales para quien quiera pasar unos días lejos de los lujosos autos de Beverly Hills. Entre ellos, el lago Tahoe, la reserva Point Lobos, el Parque Nacional Joshua Tree y el Parque Nacional Death Valley.
Otra de las maravillas naturales que se pueden disfrutar en el Estado californiano son las aguas termales. El problema en este caso es que muchas de ellas son privadas y se usan de manera comercial, convertidas en caros complejos de spa. Sin embargo, hay algunas que aún conservan su carácter natural, como las Deep Creek Hot Springs (Termas del Arroyo Profundo), situadas en la parte norte del desierto de Mojave, al sur de California. Allí hay termas de agua fría y caliente en donde los y las visitantes suelen practicar nudismo.
Para quien guste de las playas, no sólo existen a menos de dos horas de las montañas la archifamosa Long Beach o la mencionada Venice Beach. Hay otras algo más tranquilas (o no, pero seguramente menos urbanas) y más bellas como Malibú, Santa Mónica o Laguna Beach.
Asimismo es posible recorrer el Estado californiano de norte a sur por la Autopista 1 o Pacific Coast Highway, la famosa ruta donde se filmó la película Mulholland Drive dirigida por David Lynch. Al costado se puede apreciar de manera constante el océano Pacífico en diversas formas y tipos de playas a las que se puede acceder a sólo unos pasos de la ruta. A lo largo del camino, es posible realizar avistajes de aves y lobos marinos.
La ruta pasa por diferentes pueblos en los que vale la pena ir parando y quedarse unas noches. El más recomendado por los locales es San Luis Obispo, un poblado de 28 kilómetros cuadrados ubicado entre Los Ángeles y San Francisco que es conocido como “la ciudad más feliz de los Estados Unidos” o “la ciudad donde todo el mundo es feliz”.
Además de playas, termas, cascadas y parques, California cuenta con una variedad de desiertos y volcanes que vale la pena descubrir. Menos alternativo pero no por eso menos interesante es cruzar el puente Golden Gate en San Francisco en bicicleta, conocer la ciudad de Sausalito y hacer una visita a la ex cárcel de Alcatraz, sin olvidar darse una vuelta por los festivales artísticos de Berkeley.
Leticia Garziglia – @letigarziglia
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