6 febrero, 2017
Los docentes bonaerenses arrancan una difícil negociación paritaria
La primer mesa de negociación paritaria del año arranca con posiciones muy alejadas y peligra el inicio de las clases. Mientras Vidal insiste con un 18% de techo, los docentes plantean un 33% mínimo para recuperar el 10% de pérdida de poder adquisitivo de 2016 y enfrentar una inflación que prevén superior al 25%.

Con el mes de marzo cada vez más cerca y el inicio de clases cada vez más incierto, se tensa el debate entre los docentes de la provincia de Buenos Aires y el gobierno de María Eugenia Vidal, que insiste en cerrar las negociaciones paritarias con un techo de 18%.
Roberto Baradel, secretario General del Sindicato Unificado de Trabadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) pidió que el oficialismo “cambie la postura intransigente que está teniendo con respecto a imponer 18 por ciento” ya que esa inflexibilidad obedece al mandato del Poder Ejecutivo de bajar los salarios, lo que inevitablemente derivará en una mayor conflictividad.
Para el dirigente docente, el tope de 18% es “inadmisible”. Los docentes están reclamando un aumento mínimo de 33%, lo que se considera como lo mínimo indispensable para compensar la pérdida de poder adquisitivo del año 2016 y las perspectivas inflacionarias que nadie, excepto el propio gobierno, ubica por debajo del 20%.
“A Vidal le voy a decir que tenga en cuenta que el salario docente perdió poder adquisitivo; que no puede tener una posición insensible en cuanto a reconocer la necesidad de mejorar el salario docente; y le voy a decir que no sé por qué hubo un recorte de tres puntos porcentuales, pasó del 28 al 25, en el presupuesto educativo”, planteó Baradel en una entrevista con Radio Mitre.
La gobernadora Vidal no da cuenta de ningún cambio respecto de posición en lo que hace a las negociaciones que había comenzado a tener con los docentes en diciembre y justifica su propuesta salarial sólo en términos de previsibilidad y de no hacer compromisos incumplibles para la caja provincial. Durante su presencia en la mesa de Mirtha Legrand de este domingo por la noche sostuvo: “Se repite todos los años. En diciembre dijeron que a lo mejor no empezaban las clases. Se lo dije el año pasado a Bardadel, que representa a una parte de los docentes: Para mí la palabra tiene un valor. Si yo me comprometo con usted a pagar un sueldo durante el año no le puedo decir en julio o en agosto que no tengo la plata. Por lo que no voy a prometer ningún aumento que no pueda pagar”.
En el mismo escenario amable, agregó: “Espero que lleguemos al mejor acuerdo, que en un año electoral la política no se meta en el medio. Nosotros tuvimos un acuerdo de 18% en diciembre. Pero no es un techo, si la inflación es más, pagamos lo que sea la inflación. La verdad es que la mayor parte de los gremios de la provincia, que son 36, aceptaron esta propuesta y la firmaron”. Para concluir, la gobernadora insistió con la posible motivación política tras los reclamos paritarios de los maestros: “Es difícil entender porque no nos podemos poner de acuerdo con los docentes, salvo que haya cuestiones políticas”.
Por su parte, Baradel sostiene que sí hay un cambio en cuanto a la predisposición al diálogo oficial: “Está más complicada que el año pasado porque María Eugenia Vidal tuvo otra actitud, que fue recibirnos en diciembre, pero ahora desde el 9 de agosto le venimos reclamando reuniones y no nos recibe”. El dirigente también responsabiliza al gobierno por la demora de las conversaciones: “Queríamos que nos convocaran en enero porque durante todo el segundo semestre del año pasado dimos muestras de que estábamos dispuestos a negociar con antelación al inicio de clases, pero el gobierno de la provincia decidió otra cosa”.
Respecto de la propuesta de una “cláusula gatillo” que reabriría las discusiones en caso de que la inflación supere el 18%, el gremialista consideró que no hay posibilidades de aceptar esa propuesta ya que el gobierno bonaerense “no cumplió con una cláusula de monitoreo” prevista para 2016.
“Hay una imposición del Gobierno para bajar salarios y eso genera conflictividad”, sostuvo Baradel. Y agregó: “Si quieren imponer un techo tan bajo, no nos permite recuperar la pérdida de poder adquisitivo del año pasado y la proyección de inflación para este año que, inclusive las consultoras cercanas al Gobierno, hablan de 23, 25 por ciento”.
En cuanto a la posibilidad de que el gremio discuta eventuales medidas de fuerza si no se lograra avanzar con el debate en la primera negociación paritaria del año, que se llevará adelante este lunes, el dirigente manifestó: “Ojalá que haya una posición racional del Gobierno y que cambie la postura intransigente que está teniendo con respecto a imponer ese 18 por ciento”.
Mirta Petrocini, presidenta de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), que también participará de la negociación, explica: “No podemos sentarnos con una desventaja salarial de 6 meses. El Gobierno debe tenerlo en cuenta y aceptar que nuestros ingresos están postergados y no vamos a negociar a la baja”. La titular de la FEB también considera que la oferta de 18% que propondría el gobierno de Vidal resulta “inadmisible e inaceptable”.
Otro de los reclamos que las distintas organizaciones docentes de la provincia están planteando se dirige al gobierno nacional y a su intento de no abrir una negociación paritaria a nivel federal, delegando la resolución del tema a cada uno de los territorios provinciales. Acerca de ese tema, Baradel anticipó que si el gobierno nacional insiste en esa postura “va a haber conflicto porque están incumpliendo una ley”.
Vidal, por su parte, ya manifestó públicamente su apoyo a la posición del ministro de Educación Esteban Bullrich sobre el punto. En una recenté entrevista, la gobernadora recordó que “la paritaria nacional la instaló Néstor Kirchner” y se pronunció a favor de volver al esquema anterior en el que el gobierno nacional “no negociaba con los gremios docentes porque el Ministerio de Educación no tiene una sola escuela ni paga un solo salario docente ya que los que pagamos los salarios somos los gobernadores”.
Baradel, por su parte, considera que dicha negativa a una paritaria docente nacional implica “volver a los 90 en términos educativos”. Y concluye: “Si no hay paritaria nacional, no hay un salario nacional garantizado a los docentes. La ley dice que si las provincias no están en condiciones de hacerle frente ese piso, el Gobierno nacional lo tiene que asistir obligatoriamente”.
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