Medio Oriente

5 febrero, 2017

Hacia la próxima Conferencia de Ginebra para resolver el conflicto sirio

Tras la declaración conjunta firmada por Rusia, Turquía e Irán en Kazajistán, se espera que la próxima Conferencia de Ginebra pautada para el 8 de febrero, permita a Siria negociar con la oposición armada una salida al conflicto que lleva más de seis años y desató la peor crisis humanitaria del siglo XXI.

El pasado 23 y 24 de enero se celebró en Astana, la capital de Kazajistán, una reunión en la que participaron representantes de Rusia, Turquía e Irán. Producto de esas conversaciones, los tres países firmaron en una declaración conjunta que establece las bases de una comisión tripartita de soporte y monitoreo al cese de hostilidades decretado entre el gobierno Sirio y la oposición el pasado 30 de diciembre.

Con este control, Rusia espera llegar a la próxima Conferencia de Ginebra pautada para el 8 de febrero, en condiciones que le permitan negociar con la oposición armada una salida al conflicto que lleva más de seis años y la peor crisis humanitaria del siglo XXI. Si bien el embajador sirio ante la ONU, Bashar Al-Jafari, expresó sus dudas por la participación de Turquía, con quien el gobierno de Bashar Al-Assad mantiene relaciones muy tensas, concedió que su involucramiento era necesario para facilitar el proceso de paz.

Asimismo, se trata de un nuevo intento de cumplir con la Resolución n° 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, emitida en diciembre de 2015. En la misma, se establecen los puntos necesarios para destrabar el conflicto, enunciando la necesidad de redactar una nueva constitución y el llamado a elecciones, pero expresando, al menos en su letra, “un fuerte compromiso con la soberanía, la independencia, unidad e integridad territorial” de la República Árabe Siria, las cuales deben ser respetadas en cualquier acuerdo al que se llegue.

Separación entre “radicales” y “moderados”

Si bien se depositaron ciertas esperanzas con respecto a lo que suceda en Ginebra, el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dejó muy en claro que el acuerdo será únicamente con la llamada ‘oposición armada negociadora’ (la “oposición moderada”, apoyada hasta este momento por los Estados Unidos), dejando afuera a los denominados grupos terroristas de Daesh y el ex – Frente Al-Nusra (Al-Qaeda), actual Jabhat Fateh Al- Sham. Días atrás, en la pasada IV sesión del Foro de Cooperación Ruso-Árabe, el ministro expresó que “el cese de fuego está abierto a todos los grupos armados que decidan unirse, pero, naturalmente, no para el Estado Islámico y Al-Nusra, o como sea que se lo llame”.

El propósito de este monitoreo es hacer un mapeo y delimitar fehacientemente las áreas bajo control de la oposición armada moderada y la que se encuentra bajo control de los otros dos grupos, es decir de Daesh y Al-Nusra.

EE.UU.

Mientras tanto, para la prensa internacional Estados Unidos parece haber “tirado la toalla” en Siria, luego de que las fuerzas de Assad reconquistaran Alepo y causaran gran revuelo en la administración norteamericana, que lo consideró un retroceso y no pudo hacer mucho al respecto. Si bien se puede aducir que el gigante del norte se encuentra sumido en la transición Obama-Trump, cabría esperar algún tipo de respuesta de los norteamericanos ante el implacable avance de los rusos, y por lo tanto, del gobierno sirio apoyado por Irán.

Sin embargo, si bien la política exterior en la era Trump aún es un misterio por develar, éste pareciera estar dejando todo el protagonismo a Rusia en las conversaciones de Ginebra. No obstante, fuertes acusaciones pesan ya sobre el accionar de EE.UU. A mediados de enero el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio, a través de su enviado Mounzer Mounzer, denunció a la coalición internacional, liderada por Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad, por daños causados por bombardeos a instalaciones sirias.

“Los ataques de la llamada coalición internacional contra la infraestructura de la República Árabe Siria han causado importantes daños en las instalaciones de petróleo y gas, especialmente en las provincias de Deir Ezzor y Ar-Raqqa. Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad”, expresaba un fragmento de la misiva enviada por Mounzer. En septiembre de 2016 habían ocurrido hechos similares, cuando la aviación norteamericana bombardeó “por error” destacamento de soldados del ejército sirio.

Una reunión técnica internacional con representantes de los tres patrocinadores, en conjunto con la ONU, se celebrará nuevamente en Astana hoy 6 de febrero, previo a la Conferencia de Ginebra. No obstante, el enviado especial de la ONU para Siria, Steffan de Mistura, expresó que probablemente la Conferencia se posponga para el 20 de febrero.

Los rusos, que ya preparan el borrador de una nueva constitución, esperan que este organismo cumpla con su deber de llevar adelante las conversaciones cuanto antes y colabore para destrabar el conflicto sin dilaciones dado que, en palabras de Lavrov, “sus asuntos son las negociaciones”. Por su parte, los tres patrocinadores del monitoreo desestimaron que sea posible una solución a largo plazo del conflicto por medios militares, considerando que el mismo solo puede ser resuelto por la vía política.

Ana Schinder – @anispokis

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