Batalla de Ideas

30 enero, 2017

Crisis y oportunidades a nivel mundial para una alternativa de mayorías

Por Juan Del Pino. Mientras el progresismo y la socialdemocracia liberal de occidente profundizan su crisis, la derecha fascista crece. Las recientes internas del Partido Socialista francés plantean preguntas sobre la posibilidad de construcción de una alternativa de mayorías.

Por Juan Del Pino. La crisis del progresismo y la socialdemocracia liberal de occidente es un fenómeno claro que puede rastrearse a lo largo y ancho de América y Europa. Frente a esa crisis, en el marco de una avanzada neoliberal que viene deteriorando las condiciones de vida de las clases populares, está avanzando una derecha fascista que, además de perpetrar golpes de Estado como en Brasil, muestra un auge electoral sostenido.

En este marco la socialdemocracia y el progresismo de occidente vienen enfrentando una tensión entre dos horizontes posibles: aliarse a los grandes capitales para intentar ofrecer una vía «democrática» que busque garantizar una transición regresiva «pacífica», o girar a la izquierda y asumir un programa de transformaciones económicas, sociales y de profundización democrática, buscando empalmar con los movimientos sociales y apuntalar la lucha social frente a la avanzada neofacista (racista, xenófoba y patriarcal).

Los intentos de alianza con el gran capital vienen demostrando incapacidad de contener la avanzada neofacista (Brasil, EE.UU.), mientras que las internas llevadas adelante por partidos progresistas dan cuenta de la irrupción de una corriente de izquierda de masas.

Tanto Bernie Sanders dentro de la interna del Partido Demócrata de Estados Unidos, como Benoît Hamon en el Partido Socialista Francés, han superado enormemente las expectativas previas (este último incluso ganando), enfrentado las estructuras liberales de sus partidos y dado cuenta de un corrimiento a la izquierda de amplias capas de las bases progresistas de sus respectivos países, a lo que se suma un activismo cercano a los movimientos sociales que busca encontrar (o construir) una opción política de mayorías.

Como decíamos, con las peculiaridades de cada territorio, este fenómeno puede rastrearse en casi todos los países de occidente, y abre un debate a las fuerzas de izquierda que debe ser abordado y resuelto sin esquematismos, teniendo en cuenta las correlaciones de fuerzas particulares entre las izquierdas y el progresismo, entre éstas y las variantes neofascistas, así como el humor social general.

Soplan aires de cambio y el mapa político mundial está revuelto como hace tiempo no se veía. Descifrar las estrategias de los imperialismos, animarse a construir mayorías y buscar tácticas de perspectiva estratégica pueden abrir escenarios alentadores que ayuden a contener la avanzada neofascista, y parir en plena crisis neoliberal una izquierda de mayorías con vocación universal.

Foto: Bárbara Leiva

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