Europa

29 enero, 2017

Comprender la interna de Podemos (II)

El partido español se encuentra en un proceso de debate de cara a su segunda Asamblea Ciudadana. En Notas continuamos analizando algunas de las diferencias entre las propuestas de los distintos grupos que lo conforman.

El partido español se encuentra en un proceso de debate de cara a su segunda Asamblea Ciudadana. En Notas continuamos analizando algunas de las diferencias entre las propuestas de los distintos grupos que lo conforman.

En un primer artículo hemos analizado las coincidencias que abren divergencias. En esta oportunidad abordamos algunas de las diferencias más agudas que se dan en torno a la caracterización del gobierno de Rajoy, a la relación que debe asumirse con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y a qué debe ser y hacer Podemos en los próximos años.

¿El gobierno de Rajoy es debil?

En los documentos de Podemos para Todas (referenciado en Pablo Iglesias, Pablo Echenique e Irene Montero), Recuperar la ilusión (liderado por Íñigo Errejón,  Rita Maestre, Pablo Bustinduy y Clara Serra) y Podemos en movimiento (dirigido por Miguel Urbán, Teresa Rodríguez, Diego Pacheco e Isabel Serra) se intenta resolver tensiones sustentadas en debates abiertos luego de que se diera una situación de «bloqueo» en la que no se pudo formar gobierno de manera inmediata.

Según ha repetido reiteradas veces Errejón, desde su óptica hay una situación de empate catastrófico entre las fuerzas del cambio y las fuerzas del régimen. El gobierno de Rajoy «es más débil de lo que aparenta» al no poder formar gobierno de manera unilateral.

Pero para Iglesias esto no es así y la situación de las fuerza de la «triple alianza» (PP-Ciudadanos-PSOE) es más sólida de lo que previamente caracterizaban. Si bien el régimen político mantiene su crisis, el gobierno de Rajoy no se encontraría en «una situación de debilidad». Esta caracterización se sustenta en su capacidad de gobernar ignorando al Congreso y en tomar iniciativas que buscan neutralizar la agenda de Unidos Podemos. De esa manera el plan «restaurador-normalizador» se encuentra encaminado para mantener las políticas de austeridad.

Por su parte, Podemos en movimiento sostiene que se está intentando cerrar la crisis del régimen a partir de la «preocupante desmovilización social» y la resolución parcial de la gobernabilidad.

Cómo relacionarse con el PSOE

La otra gran tensión se da en torno a la relación con el PSOE. Luego del ciclo electoral que culminó habilitando el nuevo gobierno de Rajoy se ratifica que este partido evita dos caminos que se dan en la socialdemocracia europea: a) no se conduce por el camino del histórico PASOK en Grecia que apoyando políticas neoliberales prácticamente ha desaparecido; b) no tiende a fomentar ningún cambio radical a su interior como sucede en Reino Unido con el liderazgo de Jeremy Corbyn. Tampoco habilita coaliciones con fuerzas anti-neoliberales como sucede en Portugal.

Los resultados electorales demuestran que es la segunda fuerza política y que prefiere garantizar la continuidad del PP en el gobierno sobre la posibilidad de gobernar con Podemos. El documento escrito por Iglesias señala al PSOE como parte de la «triple alianza» y eso lo conduciría a estar imposibilitado de hegemonizar la oposición al PP. A pesar de la intención de Podemos de intentar formar gobierno con ese partido, ellos no tenían intención de ningún sector de que esto fuera posible. En esta oportunidad desde Podemos para Todas se acusa al grupo de Recuperar la ilusión de haber promovido la necesidad de buscar acuerdos con los socialistas cuando las mismas declaraciones de Pedro Sánchez -ex secretario general del PSOE- demostraron que esta opción era imposible.

A pesar de ello, Iglesias reconoce errores personales en la forma de encarar y comunicar el debate con el PSOE en aquel momento. Según ellos a los que «aún faltan» para construir un «bloque popular», «no se les puede mentir ocultando nuestras propuestas» -como acusan indirectamente a Recuperar la Ilusión de intentar hacer durante la última campaña electoral-.

El documento político del grupo liderado por Errejón hace hincapié en la percepción de soberbia e inmadurez de potenciales votantes de Podemos durante la negociaciones para explicar por qué no se pudo lograr mejores resultados. Según Recuperar la ilusión a «los que faltan» no los perdieron en la campaña electoral en la última elección sino en los meses anteriores.  Para ellos «abordar la relación con el PSOE de manera inteligente y laica ha sido siempre mucho más productivo para Podemos que la negación obsesiva y frontal» haciendo referencia indirecta a acusaciones de Iglesias en el Congreso. «No es una cuestión ideológica, es una cuestión de habilidad política», sentencia el documento. Según ellos, Podemos no viene a saldar ninguna deuda de la izquierda con el PSOE sino a lo que llaman «construir pueblo»: una tarea que se da principalmente por fuera del eje tradicional de la izquierda y la derecha en España.

La posición de Podemos en movimiento plantea un choque frontal con el PSOE en el cual habría que evitar cualquier tipo de acuerdos mínimos porque los mismos conducirían a «la vuelta a la normalidad del viejo orden». Para ellos el PSOE ha entrado en una «declive difícilmente reversible» y se trata de apelar a que las bases socialistas abandonen «el viejo reformismo». Para cumplir esa tarea Podemos tiene que conectar las viejas identidades de izquierda con las nuevas identidades anti-neoliberales. A «los que faltan», Podemos tendría que sumarlos fomentando la articulación y la experiencia común y no a partir de la «rebaja programática» de la que acusa a Recuperar la ilusión.

Qué debe ser y hacer Podemos

El conjunto de los debates se resume principalmente en qué considera cada grupo que tiene que ser y hacer Podemos en los próximos años. Para Podemos para Todas, tiene que ser las fuerza política que aspire a gobernar en 2019 y evitar la normalización restauradora siendo el catalizador de una agenda constituyente que sea parte de «la dialéctica movimiento-institución». Según ellos es necesario reconocer a Podemos como parte de la red de organizaciones que junto a Izquierda Unida conforman confluencias locales y darle la importancia del activismo institucional a las luchas sociales en curso.

Desde Recuperar la ilusión sostienen que Podemos tiene que «pasar de la maquinaria de guerra electoral al movimiento popular» retomando la iniciativa -o continuando la ofensiva iniciada desde la creación de Podemos- ante la debilidad de los demás partidos. Para eso es necesario evitar el camino «resistencialista» o de repliegue identitario que tiende a dejarlo a un margen del tablero político. Su iniciativa tiene que estar centrada en «convertirse en fuerza de gobierno y construir pueblo» algo que se demostraría logrando ser útiles en las instituciones aún antes de ser gobierno, recuperando el discurso transversal que formule políticas para los más diversos sectores (entre los que están aquellos que menos apoyan electoralmente a Podemos como la población rural, las mujeres y los adultos mayores), haciendo posible «federar aspiraciones y demandas en torno a un proyecto compartido» y fundando una nueva identidad colectiva.

Desde Podemos para Todas y Recuperar la ilusión se da cuenta de Podemos como una fuerza que tiene que lograr un nuevo orden en España terminando con el caos de la austeridad y la crisis de régimen. Mientras, desde Podemos en movimiento se hace apelación a ser un fuerza permanentemente rupturista. Para el grupo de Urban y Rodríguez las principales tareas en el próximo periodo se tienen que centrar en poner sus recursos (mediáticos, económicos, políticos, institucionales) al servicio de todas las luchas sociales.

Todos los temas aquí analizados, como tantos otros presentes en los documentos entre los que se encuentran la unidad del partido, la caracterización del escenario internacional o cómo abordar el trabajo institucional, son debates abiertos que no han comenzado en los últimos meses. Desde su nacimiento esta fuerza novedosa ha formulado quiebres, tensiones y continuidades que atraviesan a los movimientos y partidos que enfrentan al neoliberalismo el mundo.

Un gran éxito de Podemos ya es la posibilidad de que estas discusiones se masifiquen y las diferencias se den en un espacio común. Bienvenido sea el debate público, democrático y fraterno, todos y todas aprendemos del mismo.

Lucas Villasenin – @villaseninl

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