Mundo Gremial

26 enero, 2017

Cresta Roja: Incumplimientos patronales, paro y nuevas amenazas de cierre

Los trabajadores de la avícola que en algún momento quiso ser presentada por el gobierno como emblema de la recuperación del empleo están de paro desde el viernes por incumplimiento en el pago de las indemnizaciones acordadas. La nueva patronal amenaza con el cierre si continúan los conflictos.

Los trabajadores de la avícola Cresta Roja mantienen paralizada la producción de las plantas de Esteban Echeverría y Ezeiza desde el día viernes, en reclamo por el incumplimiento del pago de las cuotas indemnizatorias acordadas por los nuevos dueños de la empresa, luego del proceso de quiebra de Rasic.

Durante el año de administración Cambiemos, la avícola Cresta Roja ha sido uno de los símbolos de las distintas estrategias oficiales respecto de los trabajadores. Los empleados de las dos plantas primero fueron despedidos y luego apaleados y baleados por Gendarmería al cortar la ruta hacia Ezeiza. Por último, el presidente Mauricio Macri pretendió utilizarlos para una puesta en escena en la que prometía, luego de anunciar el veto de la ley antidespidos, prometía la recuperación de la planta, el apoyo del Gobierno para la creación de empleos, etc.

Claro que la intervención oficial por la continuidad, fue apoyando las propuestas empresariales de quiebra y reconversión de la plantilla de trabajadores, que además de aceptar una cantidad de despidos, debían arrancar con nuevos contratos mucho más flexibilizados. Cientos de trabajadores que no fueron reincorporados por Proteinsa, la empresa que ganó una sospechosa licitación para gestionar Cresta Roja, mantuvieron durante meses acampes en la puerta de una de las plantas, obteniendo el compromiso patronal del pago de una parte del salario y un plan de reincorporación (ambas promesas se fueron incumpliendo y dilatando hasta la actualidad).

La lucha también logró que para los trabajadores efectivamente reincorporados se firmara un compromiso en el sentido del pago de una indemnización por los años previos trabajados en la empresa, según corresponda. Pero esto también comenzó a incumplirse y a partir del pasado viernes 20 de enero las dos plantas de Cresta Roja volvieron al paro. Proteinsa volvió a faltar a los acuerdos de pago de las sumas adeudadas de los años trabajados con la Ex Rasic alegando “problemas bancarios”.

En un comunicado, los trabajadores de la fábrica denuncian el carácter “fraudulento” de la licitación ya que la empresa que se hizo cargo de Cresta Roja declaró aportar 121 millones de dólares para el proyecto, pero ahora no puede hacerse cargo del pago de la primera cuota de las indemnizaciones acordadas.

Un comunicado de la agrupación Cresta Unida, de trabajadores de la planta dos, plantea: “Es evidente que la empresa busca profundizar la política del gobierno de Macri de destruir derechos. También buscan meternos miedo, diciendo que si no aceptamos sus condiciones volveremos a estar en la calle… quieren hacernos retroceder como tratan de hacerlo en AGR Clarin”.  Y luego agrega: “Sin embargo, acá también sabemos que el trabajo sobra, que la empresa está exportando y existen condiciones más que suficientes para que todos nuestros compañeros regresen a sus puestos, recuperando las conquistas perdidas, por eso vamos a seguir peleando”.

La estrategia de Proteinsa en un primer momento fue intentar responsabilizar a los mismos trabajadores por las demoras en cuanto al compromiso con los compañeros que aún no fueron reincorporados acusándolos de “retrasar los nacimientos de pollitos”,  lo cual impediría que se concreten nuevas reincorporaciones.

También se apostó a la división de las dos plantas, prometiendo el pago de la cuota indemnizatoria correspondiente a los de la planta uno porque no habían llevado adelante tantas medidas de fuerza como en la otra planta. Finalmente también ese acuerdo se incumplió y el paro se generalizó a las dos sedes.

Según los trabajadores, “estas maniobras de la empresa para evitar cumplir con los acuerdos que ella misma promovió está al servicio de no abonar los años de trabajo, evitar la lucha por mas reincorporaciones e impedir que avancemos en nuestras conquistas y defensa del convenio colectivo de trabajo”.

Frente a la conflictividad laboral desatada por el incumplimiento de los compromisos de pago, la nueva patronal amenazó con cerrar la planta y retirarse, dejando otra vez a cientos de familias sin su fuente de sustento.

El comunicado de los trabajadores en lucha, que mantienen paralizada las plantas hace ya casi una semana, plantea: “Proteinsa y Macri llevaran a cabo una gran propaganda mediática vendiendo a Cresta ROJA como símbolo de reactivación laboral, hoy las medidas de fuerza y las suspensión de la faena deja blanco sobre negro sobre esa gran mentira y nos pone en la tarea de reorganizarnos para derrotar estas maniobras”.

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